Margarita Stolbizer es una mujer deportiva. Además de haber practicado voley en su juventud, sus tres hijos juegan al básquet y en su casa “todos los televisores están puestos en el canal de deportes, siempre”. Hincha de Boca, la diputada del GEN espera con impaciencia el Mundial mientras, en el Congreso, cada vez más lejos de la UCR y el ARI, sus viejos socios del Acuerdo Cívico y Social (ACyS), comienza a trabajar en la construcción de un frente de centroizquierda para evitar que “la única alternativa a los Kirchner sea un retroceso conservador”. El martes participó junto al interbloque Proyecto Sur, la CTA y varios sectores de la izquierda extraparlamentaria, como el Movimiento Socialista de los Trabajadores y la Corriente Clasista y Combativa, en un acto contra el pago de la deuda externa “ilegal, ilegítima y fraudulenta”.

–¿Cómo evalúa la conformación de un arco tan amplio desde el centro hacia la izquierda como el del otro día?

–Muchas de estas cosas tienen que ver con la situación contextual. En la medida en que el Gobierno claudica frente a los planteos de la izquierda, es lógico que algunos sectores nos juntemos por esto. El Gobierno es el que da las razones para que nuestro planteo sea fuerte y escuchado por la gente. Además, es necesario armar una alternativa política que no sea de derecha. Me preocupa que la alternativa a los Kirchner sea un retroceso conservador que termine siendo peor que lo que tenemos.

–¿Cree que esta construcción va a llegar a 2011 con una propuesta electoral unificada?

–Lo veo muy difícil, pero por supuesto que eso es lo que flota en todas las reuniones. Lo importante es no pensar en el reparto de personas en una lista, sino hacerse fuerte para que, llegue quien llegue, se lleven adelante nuestros planteos. Hay que discutir programas, principios y valores.

–¿Entonces, el ACyS ya está definitivamente muerto?

–Yo no diría que está muerto, pero lo que no se advierte es que todos los socios que estuvieron tengan la misma voluntad de estar. Creemos en muchos de los actores que estuvimos juntos, pero es necesario sumar nuevas fuerzas desde lo programático, espacios desde el centro hacia la izquierda.

–¿Considera que la UCR o el ARI pueden formar parte de un armado de izquierda hoy en día?

–Obvio que no. Pero los sectores de la izquierda sabemos que tenemos que hacer acuerdos para alcanzar el poder y resolver los problemas de la gente. Acuerdos que no signifiquen claudicaciones programáticas ni éticas, pero que nos permitan ejercitar el poder.

–La última experiencia en ese sentido acá, la Alianza, terminó mal...

–Muchos de nosotros hemos aprendido de los errores. Hay una cosa que es central: en un frente de estas características, un frente progresista muy amplio, el objetivo nunca puede ser delimitar al otro para quedarse con todo el paquete, que es algo que ocurrió en la Alianza. Además, el fracaso de la Alianza no fue el fracaso de la construcción política, sino de gestión, por no haber podido trasladar el espíritu frentista a la gestión.

–¿Qué relación tiene con Elisa Carrió?

–No tengo ninguna relación de tipo personal, y en el Congreso formamos parte del espacio opositor, que es muy amplio y muy diverso. Nosotros tenemos un vínculo fuerte con el bloque socialista, hemos discutido incluso la posibilidad de formar un interbloque. También nos sentimos cercanos al centroizquierda y a los diputados de Juez. No es cierto que somos un bloque uniforme de más de 140 diputados, como quieren hacer creer algunos. Pero lo importante es poder respetarnos en las diversidades.

–¿Qué posibilidades tendrá el centroizquierda en las elecciones de 2011?

–La gente ha expresado su voluntad de cambio y quiere efectivamente un cambio en serio. Ahí es donde el centroizquierda tiene sus chances. Hay que hacer acuerdos muy trabajosos para evitar que la alternativa a Kirchner sea Duhalde, Reutemann o De Narváez. Tenemos la responsabilidad de trabajar en ese sentido.

Entrevista: Nicolás Lantos.