El arzobispo Agustín Radrizzani, como titular de la Basílica de Luján, será el anfitrión de la presidenta Cristina Fernández el 25 de mayo cuando se celebre, en el templo dedicado a la Virgen Patrona Nacional, el acto religioso de acción de gracias (tedéum) con ocasión del Bicentenario. La decisión, anunciada el martes en la propia basílica por la Presidenta, desplaza de la escena central al cardenal Jorge Bergoglio y presidente de la Conferencia Episcopal, con quien tanto Cristina Fernández como el ex presidente Néstor Kirchner mantienen relaciones tan respetuosas como distantes. Al mismo tiempo, según se confirmó en fuentes oficiales, el acto religioso tendrá carácter ecuménico.

Formalmente la presidencia de la ceremonia le corresponde al titular del lugar, en este caso Radrizzani, y es a él a quien le corresponderá hacer uso de la palabra en la homilía. No es casualidad que la idea de ir a Luján –según lo admitió Cristina Fernández– haya surgido del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Radri-zzani y Parrilli se conocen de Neuquén, en los tiempos en que el obispo era titular de aquella diócesis, y han seguido en contacto habitual cuando ambos se trasladaron a Buenos Aires. Parrilli para ocupar un cargo en la Casa de Gobierno y Radrizzani primero para ejercer como obispo de Lomas de Zamora, y luego como titular de Luján/Mercedes. Tanto en ámbitos políticos como religiosos se sabe que en momentos de dificultades en la relación entre el Gobierno y la jerarquía de la Iglesia Católica, los buenos vínculos entre Parrilli y Radrizzani ayudaron a disipar tormentas.

Desde la asunción de Néstor Kirchner los tedéum se transformaron en motivo de inquietud para ambas partes. En el 2003 el entonces presidente concurrió a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y también lo hizo el año siguiente, oportunidad en la que el Gobierno se sintió molesto por el tono de la homilía de Bergoglio.

A partir de ese momento el lugar de la celebración religiosa fue variando de sede. En el 2005 se hizo en Santiago del Estero, donde todavía era obispo Juan Carlos Maccarone. Buenos Aires fue nuevamente el lugar elegido para el tedéum en el 2006, pero en el 2007 se hizo en Mendoza. Ya con Cristina Fernández como presidenta, los actos se hicieron en Salta (2008) y en Misiones (2009).

Si bien la celebración del próximo 25 de Mayo será encabezada por Radrizzani, se desconoce por el momento qué otros obispos asistirán al acontecimiento religioso, máxime teniendo en cuenta que se trata del Bicentenario. No se descarta que la Conferencia Episcopal en pleno pueda hacerse presente. Extraoficialmente se conoció que para estar en Luján el 25 de Mayo, el obispo Agustín Radrizzani tuvo que postergar un viaje que tenía previsto realizar a Roma para participar de un encuentro de la congregación salesiana a la que pertenece.

Más allá del reciente encuentro entre la cúpula de la jerarquía católica encabezada por Bergoglio y la Presidenta, y de que en esa ocasión ambas partes hayan expresado públicamente su satisfacción por la reunión y la “cordialidad” que imperó en la misma, el esgrima político entre la Casa Rosada y los obispos, en particular el cardenal de Buenos Aires, sigue en pie. En ese marco, cada movida se convierte en una jugada de ajedrez, donde ambas partes intentan prever los movimientos de las piezas del contrincante. Cristina Fernández dio el primer paso proponiendo Luján. Sin embargo, todavía falta observar cómo se siguen moviendo las piezas.