Lun 12.04.2010

EL PAíS  › HOY COMIENZA LA CUMBRE SOBRE SEGURIDAD NUCLEAR Y ARGENTINA DEFENDERá QUE NO HAYA UN TECHO PARA LOS PAíSES EMERGENTES

Voto contra los límites al desarrollo

La Presidenta explicó que la postura nacional combinará “pacifismo” con una fuerte industria nuclear abocada “al aspecto científico y tecnológico”. Obama convocó a discutir normas de seguridad en el tratamiento del material nuclear.

› Por Fernando Cibeira

Desde Washington

Desde la presidenta Cristina Kirchner para abajo, los integrantes de la comitiva argentina se preocuparon en destacar desde que pusieron un pie en el DC que la posición que el país defenderá en la Cumbre sobre Seguridad Nuclear que comienza hoy será que no se le debe poner un techo al avance nuclear de los países en vías de desarrollo. “Vamos a hablar desde un lugar cómodo para la Argentina, porque no es que hablamos de pacifismo porque no tenemos desarrollo nuclear. Al contrario, tenemos un fuerte desarrollo, pero abocado al aspecto científico y tecnológico, a lo energético y lo medicinal”, subrayó ayer la Presidenta. Serán representantes de 46 países –Israel no participará– los que a partir de esta noche se reúnan en el Centro de Convenciones de la ciudad, convocados por Barack Obama, para discutir nuevas normas de seguridad en el tratamiento del material nuclear y evitar que caiga en manos de terroristas.

El tema es que la cumbre apunta sólo a la cuestión nuclear civil y no se ocupará de las armas. La distinción ya hace presagiar a los funcionarios argentinos que los países desarrollados buscarán imponer condiciones a los demás sin que al mismo tiempo se discutan controles sobre sus arsenales. Igual, la cumbre se iniciará con algunos gestos previos de Obama, el jefe de la principal potencia nuclear. Primero, revirtió la política de George Bush en la materia y se comprometió a no usar armas nucleares contra los países que no las posean. Luego firmó un nuevo e impactante convenio de reducción de arsenal con el presidente ruso Dmitri Medvedev.

La cumbre arrancará hoy con una cena de trabajo en la que se discutirá sobre las implicancias del “terrorismo nuclear”. Como para indigestar a cualquiera. El martes temprano continuarán las sesiones con la “foto de familia” a las 9.15 y un plenario dividido en dos turnos, con un almuerzo en el medio. La conferencia de prensa final será a las 16.30. Luego se distribuirán dos comunicados. Uno firmado por los presidentes, más político, y otro más técnico, con una especie de carta de acción a futuro. En las discusiones previas entre los “sherpas” y funcionarios de segundo nivel, Argentina estuvo entre los países que pidieron cambios en los documentos, porque consideraban que las naciones que tenían arsenal nuclear debían tener mayores requisitos de seguridad que el resto. Brasil comparte su posición (ver aparte). Los países con armas nucleares son cinco y están los que las tienen pero no las han declarado: el caso de India, Pakistán e Israel. Turquía y Egipto anticiparon que en la cumbre hablarían de los arsenales israelíes, por lo que el presidente Benjamin Netanyahu se bajó de la cita.

Argentina tiene 60 años de trabajar en el desarrollo nuclear siempre con fines pacíficos. En la comitiva presidencial consideraban que eso le daba el suficiente crédito como para opinar. “Estamos por la no proliferación y a favor del desarme. Pero eso no puede significar que los países en desarrollo no puedan acceder al ciclo completo de la energía nuclear”, explicó el canciller Jorge Taiana, también con la idea de que las preocupaciones por “la seguridad” les pongan un pie en la cabeza a los países que buscan desarrollar su matriz energética.

El origen de la cumbre tiene que ver con el nuevo boom que experimenta la energía nuclear. Superado el parate que generaron desastres como el de Chernobyl, el mundo reconsideró la cuestión nuclear como una fuente de energía renovable y limpia. Una usina nuclear contamina el cinco por ciento de lo que lo hace una de carbón o fuel oil. Así, China, por ejemplo, está construyendo 21 nuevas centrales nucleares. El ministro de Planificación, Julio De Vido, que ayer llegó a Washington, mantendrá en estos días conversaciones con empresarios y funcionarios de Canadá, Corea, Francia y Rusia para los preparativos de la construcción de la cuarta central nuclear en el país, Atucha III, a un costo de 4 o 5 mil millones de dólares. Por otro lado, anunció que Atucha II estará terminada en seis meses y comenzará a dar energía a mediados de 2011.

Frente a todas estas iniciativas, Obama quiere que se discuta cómo se puede hacer para asegurar que el almacenamiento, traslado y uso de toda esa nueva energía nuclear no caiga en manos de terroristas internacionales. La creencia de Obama es que el peligro para la seguridad de EE.UU. ya no está en los otros Estados, sino en el terrorismo y en los países que lo apoyan. A propósito de este último punto, también se hablará de los incumplimientos de Irán al Tratado de no Proliferación.

Uno de los atractivos adicionales de las cumbres para los presidentes es la posibilidad de concretar encuentros bilaterales con sus colegas. Hasta ahora, Cristina Kirchner no tiene ninguna confirmada, pero se sabe que desde la Cancillería hay tratativas para cerrar algunas. Una posibilidad es que se encuentre con el español José Luis Rodríguez Zapatero, quien se alojará en su mismo hotel. También está previsto que la alemana Angela Merkel pase hoy por el Park Hyatt, donde dará una conferencia de prensa.

En cambio, no hay noticias sobre un encuentro con Obama, una alternativa que se barajaba antes del viaje. La posibilidad es que puedan mantener un aparte mañana, durante el plenario de la cumbre. Cristina Kirchner tiene que volver el miércoles al país porque, por la tarde, recibirá al ruso Medvedev en la Casa Rosada. Ese mismo día, o al otro, se anunciará el nuevo canje de la deuda.

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