EL PAíS
Un burócrata sindical o un peronista patriota
Las reacciones a la muerte de Miguel siguieron las mismas líneas que polarizaron su vida política. Para algunos, un modelo de lo que destruyó la vitalidad sindical argentina. Para otros, un amigo y un peronista que será extrañado. En lo único que coincidieron propios y ajenos es en darle una estatura
de símbolo.
Eduardo Duhalde, presidente de la Nación: “Lorenzo Miguel es un gran y querido amigo. Fue un hombre honesto y un símbolo del sindicalismo peronista. Mis palabras para la familia son de afecto y cariño. Siempre hemos estado reunidos”.
- Luis D’ Elía, titular de la Federación Tierra y Vivienda (CTA): “Miguel es un personaje lleno de contradicciones. Quizá la más alta sea que por un lado expresó el ala más dura de lo que se denominó el integrismo sindical, y por otro lado aportó toda su cuota de autoritarismo, de negación de la democracia sindical. Miguel estaba en los antípodas de lo que yo pienso. También es un tipo que fue un preso de la dictadura y que pagó con muchos años de libertad su militancia sindical, y ese es un aspecto a reconocer. Es un personaje muy contradictorio del sindicalismo argentino y el que más hizo de dique del movimiento obrero. Fue el sostén político de lo peor de la derecha peronista, pero por otro lado expresa esta contradicción inexplicable, ya que no fue un tipo que hiciera grandes ostentaciones y esto también es de destacar entre sus aspectos positivos. Lo conocí de haber estado en alguna reunión política, pero nunca crucé palabra con él. Nosotros nos guiamos por la visión del sindicalismo que nos legaron Agustín Tosco y Atilio López, que priorizaba la lucha en favor de los intereses de los trabajadores contra las corporaciones y grupos concentrados. Diferimos en el modelo de construcción sindical, ya que el que nosotros empujamos es el de construcción desde abajo hacia arriba y que los dirigentes sean ejemplos de austeridad. Nosotros tenemos el modelo de construcción asamblearia y Miguel era la negación de esto. En la UOM había una cláusula, que todos recuerdan con ironía, que imponía que para poder ser electo había que haber sido tres veces delegado. La UOM fue el paradigma de la burocracia sindical, que en un momento llegó a tener 300 mil afiliados y hoy subsiste en condiciones paupérrimas. La UOM tiene una identidad y una estructura muy fuertes y es muy difícil pensar con autonomía”.
- Patricio Echegaray, legislador porteño: “Miguel es una figura paradigmática de lo que es el sindicalismo burocrático de conciliación de clases, que naturalmente tiene una gran responsabilidad en todo el proceso de concesiones del justicialismo al gran capital. Y en todo caso ha colaborado con el modelo de capitalismo distributivo y el Estado de bienestar que aplicó el justicialismo con la generación de Miguel, que ha sido reemplazada por la actual burocracia empresarial vinculada a las privatizaciones, que exige urgentemente el desarrollo de una central alternativa de carácter clasista y combativa para representar a los trabajadores”.
- Marta Maffei, secretaria general de Ctera: “Lorenzo fue un hombre que siguió la historia del sindicalismo nacional alineado partidaria y políticamente. Acompañó el que fuera un sindicalismo floreciente en un tiempo en la Argentina gracias al desarrollo importante de industria metalmecánica. Miguel fue siguiendo los avatares de la industria metalúrgica y se apagó cuando fue muriendo este sector, sin una verdadera defensa de los intereses y derechos de los trabajadores, ya que estaba debilitado en los últimos tiempos. Miguel tuvo distintas etapas, siguió el periplo de la suerte del trabajo metalúrgico. En un tiempo de crecimiento y avance hubo pujanza y hubo una representación fuerte de los trabajadores, después desapareció de la historia nacional como desapareció la industria. Lorenzo realizó un sindicalismo perimido, sin destino en la Argentina. No se puede hacer un análisis lineal. Lo que hizo en los últimos años no fue lo mismo que lo que ejercía hace 20. La realidad que vivimos en la Argentina de un modelo de ejecución neoliberal de Carlos Menem no ayudó a la industria. Miguel no es el responsable de la ejecución del modelo neoliberal ni de que el país haya caído en la corrupción inédita. Pero su sindicalismo fue funcional al modelo, sin lograr modificar las posibilidades de acumulación de los trabajadores.”
- Patricia Walsh, diputada nacional por Izquierda Unida: “Si alguien quedará en la historia de las luchas heroicas de los trabajadores argentinos, ese, sin duda, no es Lorenzo Miguel. Su nombre, ignorado para tantos jóvenes desocupados en nuestro país, está reservado a la vergonzosa historia de la burocracia sindical argentina. No peleó contra las patronales ni contra el poder de turno, con ellos siempre negoció. Su mayor enemigo fue sin duda la patria socialista. Hoy que se ha ido, el repudio a la burocracia sindical se ha hecho más fuerte que nunca. Su gremio ha sido devastado, pero la patria socialista sigue siendo la esperanza a construir”.
- Saúl Ubaldini, diputado y ex titular de la CGT: “Lorenzo Miguel es un líder indiscutido de las 62 Organizaciones Peronistas. Su muerte es una cruel realidad. Fue un hombre que nunca peleó un cargo para él, y nunca tuvo un cargo político. Lamento la pérdida de un amigo, líder indiscutido de las 62 Organizaciones Peronistas. Hoy nos encontramos con esta cruel realidad. Lorenzo Miguel no solamente fue un ejecutor de la política de su sindicato, sino que a través de las 62 Organizaciones gremiales peronistas él jugaba un valor sindical político de gran trascendencia en la faz movimientista. Fue un hombre que siempre otorgó posibilidades para ir a desempeñar funciones y nunca pidió nada para él”.
- José María Díaz Bancalari, diputado nacional: “Es una pérdida irreparable para el movimiento obrero. Miguel formó parte de los dirigentes sabios y prudentes de los que hablaba Perón. Siempre defendió la causa nacional y popular contra el autoritarismo. Eramos amigos desde hacía 31 años. Primero lo conocí en mi carácter de asesor letrado de la UOM y después formamos una relación de amistad durante todos los tiempos, cuando el peronismo era oficialismo, en su época de detenido y después, cuando la democracia nos dio las libertades públicas para poder entrevistarnos. Miguel es una referencia dentro del movimiento obrero organizado, ya sea cuando la UOM era entidad inmensa con más de 200 mil afiliados de la industria nacional que todavía no había sido destruida, ya que fue el sector que más sufrió durante este tiempo, como cuando la cantidad de afiliados se vio reducida, porque Miguel era una referencia obligatoria del movimiento obrero por su propia figura”.
- Hugo Moyano, secretario general de la CGT disidente: “La relación con Lorenzo Miguel siempre fue muy buena. Hace un tiempo que no hablábamos a causa de su enfermedad. Lo conozco desde que yo integraba la Mesa Nacional de la Juventud Sindical y él era el secretario general de las 62 Organizaciones. Ya desde entonces teníamos una relación estrecha. Nuestra relación era directa y de amistad. Lorenzo es uno de los últimos grandes caudillos del movimiento obrero argentino y durante mucho tiempo tuvo la responsabilidad de orientarlo. Era muy buena persona, siempre se podía hablar con él. En las reuniones escuchaba mucho y daba su opinión, que por lo general era de mucha sabiduría. Le tocó conducir los destinos del movimiento obrero en un momentos especiales, a partir de los ‘70, en épocas de la dictadura, no obstante siempre lo orientó y lo llevó por el mejor sendero. Los últimos años no participaba mucho, pero siempre fue hombre de consulta. Siempre estuvo presente en los actos de nuestra CGT disidente en el palco. Siempre luchó por la unidad del movimiento obrero y fue una prenda de esa unidad. Años atrás su presencia en la plaza demostraba que tenía una gran capacidad de convocatoria”.