Quince días después de la votación, la jueza federal María Servini de Cubría tendrá hoy en sus manos un pedacito de la definición de la interna de la UCR que enfrentó a Leopoldo Moreau y Rodolfo Terragno por la candidatura presidencial. En realidad, lo único que tiene que decidir hoy Servini es el reemplazo de uno de los integrantes de la junta electoral que viene contando los votos en los tiempos del calendario maya. El resto de la definición quedará en manos de la propia junta electoral, que tratará de resolver –hoy mismo si puede– la madeja de impugnaciones cruzadas que parece reclamar a gritos una solución política.
La jueza debe resolver hoy si acepta un recurso de la lista de Terragno que objetó la permanencia en la junta electoral de un representante de la lista del ex precandidato Osvaldo Alvarez Guerrero que, sostienen, se pasó para el sector de Moreau. Si Servini les hace caso, lo reemplazarán por una mujer designada por la Convención Nacional de la UCR y, con la nueva composición, la junta electoral volverá a encerrarse para sesionar.
Aunque pasaron muchos días, la tarea que todavía les queda por delante no es fácil: deben decidir si hacen lugar a los distritos impugnados –en conjunto suman 100 mil votos– en una elección cuyo escrutinio provisorio lo dio ganador a Moreau por apenas 1800 votos. Moreau prometió presentar un escrito esta semana en el que formalizará su pedido de repetir la interna en Chaco, San Juan y Formosa, los distritos más severamente cuestionados. El presidente de la UCR, el gobernador de Chaco, Angel Rozas, adelantó que renunciará al cargo partidario si no aceptan repetir el comicio en su provincia.
Sin embargo, para el sector de Terragno esta salida no resiste el análisis porque según ellos ya ganaron. “La victoria no se negocia”, es la frase que repiten los dirigentes enrolados en esta línea. Su razonamiento es que Terragno ganó porque se impuso en los distritos grandes –Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Mendoza– y, por lógica, esa diferencia no podría ser descontada en provincias como Chaco y Formosa.
En caso de que la junta electoral confirme el exiguo triunfo de Moreau, en el sector de Terragno imaginan salidas de tipo rupturista. En principio, la UCR bonaerense que preside Federico Storani se declararía autónoma y seguiría sus propias estrategias. Por otro lado, no se descarta apelar la decisión de la junta a la Justicia, con lo que la definición de la candidatura radical podría demorarse unos meses más y el verano podría encontrar a Moreau y Terragno haciendo campañas paralelas.