El menemismo continuó ayer sus ataques a Eduardo Duhalde por la avanzada del Gobierno para evitar las internas partidarias. Esta vez el que tomó la posta del ex presidente no fue Alberto Kohan sino su hermano, el senador Eduardo Menem, quien calificó la postura del actual mandatario como de “cobardía política”.
El ataque de Menem incluyó un análisis de estrategia partidaria ante la suspensión de las internas y su reemplazo por la denominada “variante Romero”, que promueve la postulación de todos los candidatos del PJ como si fueran de distintos partidos.
Según el senador, si se va a una elección general sin pasar por la interna, los votos peronistas se van a dividir por cuatro, “que es el número de candidatos que hay hasta ahora más o menos fuertes”, en alusión a su hermano, Adolfo Rodríguez Saá, Néstor Kirchner, y José Manuel de la Sota. “Esta situación –consideró– llevará a que gane la oposición.”
En ese contexto, señaló que Duhalde va a lograr “lo que no pudieron ni los gobiernos militares: dividir al peronismo”. Y agregó: “Es inadmisible que el presidente de la Nación pueda decir que el acto de elegir candidatos por el único medio legítimo que se conoce en la democracia, que es una elección, puede ser nocivo para el peronismo”.
Eduardo Menem mantuvo la línea argumental de Kohan, otro de los laderos del ex presidente, quien el lunes había señalado a este diario: “Es increíble que en plena democracia estemos peleando por lo mismo que en la dictadura: la posibilidad de votar, algo que el gobierno viene postergando, siguiendo con su política de patear todo para adelante porque sabe que Menem, y lo digo con humildad, les gana a todos”.
Para el senador riojano, “se teme que Carlos Menem gane la interna” y que por eso “lo que está haciendo es un acto de cobardía política. Yo le sugiero, ya que hay gente muy cerca de él que lo está alentando a ser candidato que, si le gusta, tendría que serlo, porque no hay nada que lo prohíba”.