EL PAíS
En el congreso del 8 de enero se definirá la crisis interna del PJ
En las distintas vertientes del aparato partidario se plantea la urgencia de definir los choques internos.
El congreso deberá decidir si hay comicios para definir las candidaturas, así como las características que tendrían.
Ninguna propuesta tiene consenso total.
› Por Martín Piqué
Todas las soluciones al conflicto interno del PJ conducen al congreso partidario que se hará el 8 de enero próximo. Más allá de las diferencias que separan al peronismo, y que aparecen incluso en el entorno de Eduardo Duhalde, los protagonistas del culebrón justicialista parecen coincidir en una conclusión común: hay que concluir con el suspenso y definir de una vez el enfrentamiento. “Este tema hay que terminarlo a la brevedad”, insistía ayer un miembro del gabinete. Esa ansiedad por cerrar un capítulo ya tiene, además, una fecha y un escenario preparados: el congreso del PJ, donde se definirá, finalmente, si se aplica la opción Romero –una ley de lemas en la que los candidatos de un mismo partido no sumarían sus votos– o si se mantienen las internas del 23 de febrero. Por ahora, la ley de lemas tradicional ha quedado como una posibilidad remota, porque para aprobarla en Diputados se necesitan 129 votos a favor.
El primer día del año encontró a los principales alfiles del Presidente analizando las distintas opciones para solucionar el conflicto interno del PJ. Uno de ellos, el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, presidirá hoy la reunión de la mesa del congreso partidario, organismo que también preside. En ese diálogo se definirá el temario que se votará el miércoles 8 de enero o el viernes 10, si la cumbre se posterga dos días.
Pese a que tiene un enemigo común, los dirigentes más cercanos a Duhalde no coinciden en cómo enfrentar al histórico rival. La mayoría de los duhaldistas –entre ellos el diputado José María Díaz Bancalari, que además integra la junta electoral– están de acuerdo en impulsar la ley de lemas remozada que ideó el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero. Esa alternativa, que permitiría que los cuatro candidatos del PJ compitan directamente en la general pero sin sumar los votos entre sí, es la que prefieren Duhalde y su círculo más íntimo.
Pero esa propuesta tiene un serio obstáculo: es objetada por Carlos Reutemann y José Manuel de la Sota, gobernadores de las dos provincias “grandes” e interlocutores preferidos de Duhalde cada vez que intentó armar una concertación federal antimenemista. En los últimos días, tanto Reutemann como De la Sota se manifestaron en contra de la opción Romero y pidieron que se mantuvieran las internas del 23 de febrero. Conscientes de las críticas, en el Gobierno encargaron al secretario general de la Presidencia, José Pampuro, y al jefe de la Unidad Presidente, Juan Carlos “Chueco” Mazzón, que se comunicaran con los gobernadores y aseguraran su presencia en el congreso.
“Va a estar la provincia de Buenos Aires, las provincias chicas vendrán todas, y hay que tratar de que vengan Córdoba y Santa Fe”, adelantó ayer Pampuro a Página/12. Aunque los bonaerenses confían en su número, saben que necesitan “representatividad”, y que eso lo garantizan Reutemann y De la Sota. Por eso, como contó a Página/12 un influyente diputado duhaldista, el propio Duhalde negociará con los dos gobernadores y apuntalará las gestiones de Pampuro y Mazzón.
Aunque la preferencia de casi todo el duhaldismo es esa propuesta de “neolemas” que popularizó Romero, otros dirigentes ligados a Duhalde están a favor de mantener las internas del 23 de febrero. Uno de ellos es Pampuro, quien reaccionó con disgusto ante las últimas movidas de los allegados a Duhalde. Ese sector del oficialismo, con el que acuerda el médico de Lanús y actual secretario de Estado, cree que toda la indefinición que produjo el “operativo clamor” y la instalación de Duhalde como candidato terminó favoreciendo al riojano.
“Estamos intentando por todos los medios perjudicar a Menem –confió anoche a Página/12 un dirigente del PJ bonaerense– y a mi juicio estamos haciendo todo lo contrario. No instalamos a ningún candidato, el tiempo pasa y la cuestión no se define. Todo eso juega a favor de Menem.” Según esta visión, la única forma de solucionar el conflicto del PJ es recurrir a “la solución democrática, el voto”. Para esos funcionarios, además, el lanzamiento de Felipe Solá como eventual candidato presidencial es “una burrada”. “Tenemos que darles tiempo a los candidatos alternativos a Menem, que se sienten afectados por las constantes versiones.”
Así, las diferencias de estrategia recorren al mismo oficialismo. Mientras la mayoría apoya la competencia directa de los cuatro candidatos a través de “neolemas” –una propuesta que gusta también al puntano Adolfo Rodríguez Saá y al santacruceño Néstor Kirchner–, un sector minoritario cree que hay que ir a elecciones internas y competir con Menem. El lunes pasado surgió una alternativa de último momento, la ley de lemas tradicional, que fue presentada en Diputados por el ignoto diputado Miguel Saredi. “Saredi se mandó solo o se lo hizo hacer Camaño”, analizó ante Página/12 un legislador de peso en la bancada justicialista.
El proyecto de Saredi implica que los votos de todos los candidatos del PJ se sumen a la fórmula que haya sacado el porcentaje más alto. Por ahora, los duhaldistas le bajan el tono (ver nota aparte) porque saben que generaría un conflicto con las demás fuerzas políticas. Mientras tanto, desde otro lugar del peronismo, las demás protagonistas observan con atención los movimientos del tándem Duhalde-Menem. Rodríguez Saá, por ejemplo, decidió no asistir al congreso del PJ, aunque ve con buenos ojos que se suspenda la interna y se aplique la opción Romero. “Es una pelea entre tramposos –criticó ayer uno de los operadores del puntano–. Pero queremos saber las reglas para definir después nuestra táctica.”