El discurso que el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, pronunció el sábado en el marco de la apertura de la Exposición de Palermo, cosechó el rechazo de oficialistas, pero también de algunos opositores que se diferenciaron del apoyo brindado por referentes del PRO y del PJ disidente. Dos ministros salieron ayer a responderle a Biolcati. El titular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, sostuvo que escuchar al dirigente ruralista hablando de pobreza “es como escuchar a Satanás celebrando la Misa de Gallo en Jueves Santo”. Y el titular de la cartera de Justicia, Julio Alak, afirmó que Biolcati “quiere una Argentina para pocos”, y que por eso “embiste contra un modelo que viene impulsando un proceso de crecimiento y distribución equitativa de la riqueza”. Desde la oposición, el diputado radical Ricardo Alfonsín criticó “el tono” y “las formas” del discurso del ruralista; también se sumó a los cuestionamientos un dirigente del GEN.

Biolcati había calificado al gobierno nacional de “autoritario”, “soberbio” y “confrontativo”, entre otras cosas.

“Es hora de terminar con las profecías del desaliento”, contestó ayer el ministro Domínguez desde la India, donde se encuentra en una misión comercial. El funcionario recordó que el país tendrá una cosecha de granos y oleaginosas cercana a 100 millones de toneladas, y puntualizó que son falsas las afirmaciones que el dirigente de SRA había pronosticado acerca de la necesidad de importar trigo. “Qué pena que el presidente de la Rural no haya reconocido que hoy el productor ganadero tiene precios como nunca tuvo”, y que tampoco considere “que con el aumento del corte de biodiésel la soja aumentó su valor”, agregó el ministro. “Escuchar a Biolcati hablando de pobreza y de espíritu confrontativo del Gobierno, es como escuchar a Satanás celebrando la Misa de Gallo un Jueves Santo”, sentenció.

El ministro de Justicia aseguró que Biolcati “quiere una Argentina para pocos” y que, por eso, “embiste contra un modelo que viene impulsando un inédito proceso de crecimiento, inclusión social y distribución equitativa de la riqueza”. Alak agregó, además, que “esta visión histórica le permite fantasear con el disparate jurídico que significa pretender hacer desaparecer las retenciones a las exportaciones de granos”. Alak consideró además que “sólo la arrogancia de los que todavía se creen dueños de la Argentina puede alumbrar semejante elucubración”.

“Biolcati –continuó el ministro de Justicia– está nervioso porque sabe que el Gobierno está decidido a seguir avanzando en la protección y el fomento de los pequeños y los medianos productores.” También aprovechó la ocasión para fustigar a los referentes de la oposición presentes el sábado en Palermo, a los que consideró “socios” de la Sociedad Rural (SRA). “Los sectores que operan de voceros y lobbistas de los intereses patronales del campo deberán explicarle a la sociedad por qué intentan desfinanciar al Estado”, finalizó.

Desde la oposición, Alfonsín fue el primero en deslizar una crítica: “Me parecen un poco duras las declaraciones de Biolcati. No me gustó el tono y la forma del discurso, porque podría haber dicho lo mismo de otra manera”, consideró el radical. A su vez, vaticinó que sus palabras “van a complicar cualquier negociación” cuando se discuta en el Parlamento una posible baja en las retenciones. Le siguió el diputado del GEN, Horacio Alcuaz, que calificó el discurso como “no creíble”, ya que cuando el dirigente de SRA señala una decadencia en los últimos cien años, olvida que “la Sociedad Rural fue partícipe necesario de cada uno de los gobiernos oligárquicos, autoritarios, represores y entreguistas que ensombrecieron la política Argentina”. El legislador de la fuerza que comanda Margarita Stolbizer acusó a Biolcati de “esconderse detrás de la nobleza de la tierra, apropiándose de los valores del campo y su gente, sin una mínima autocrítica sobre el desprecio que la aristocracia nacional demostró sobre la explotación que ejercían sobre la clase trabajadora”.

La polémica transitó también la red social Twitter. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, protagonizó un encendido debate sobre los dichos del presidente de la SRA, en simultáneo, con el duhaldista Carlos Brown, y con el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti. El subsecretario de Integración Económica de la Cancillería, Eduardo Sigal, se sumó a las críticas en 140 caracteres y sentenció que tras el discurso del dirigente “queda claro que la oligarquía vive”.

Informe: Gabriel Morini.