El rectorado de la Universidad de Buenos Aires calificó al conflicto por la destitución de la rectora del Colegio Nacional de Buenos Aires, Virginia González Gass, como “artificial”, “sustentado en falacias”, y advirtió que la “resistencia” de la docente en aceptar esa medida constituye un “espectáculo insólito e inédito” que violentó “todas las reglas del decoro que imperan en la universidad pública”. El comunicado remarcó que la legalidad y legitimidad de las autoridades interinas es “indiscutible”. Los estudiantes decidieron ayer en asamblea volver a clases la semana próxima aunque advirtieron que continuarán las sentadas para impedir la entrada de las nuevas autoridades nombradas en forma interina.

El rectorado de la UBA señaló que el término “intervención”, utilizado para contextualizar el conflicto es “falaz”, que la ex rectora fue removida por “no proponer ni gestionar soluciones al deterioro académico e institucional”. Destaca, a su vez, que el Nacional de Buenos Aires fue ubicado en la escena pública con una agenda de “problemas y conflictos falsos”, mientras los verdaderos problemas, los que afectan a la calidad educativa y el desempeño docente, siguen “afuera del debate”.

Por último, enfatizó que “por primera vez en su historia”, y gracias al impulso de la actual gestión de gobierno de la UBA (en referencia al rector Ruben Hallu), el Nacional de Buenos Aires, mediante el funcionamiento de su Consejo de Escuela Resolutivo, constituido en 2009, “podrá proponer una terna de nominados para la designación del nuevo rector/a”.