Acaso sea uno de los lugares más estratégicos alcanzados hasta ahora por los movimientos de desocupados. Daniel Scioli creará una secretaría con rango de ministerio llamada de Participación Ciudadana y Cooperativas, frente a la cual hoy al mediodía pondrá en funciones a Eduardo “Cholo” Ancona, un dirigente territorial del Movimiento Evita. La secretaría tendrá dos subsecretarías y entre sus tareas estará el desarrollo y control de los –hasta ahora– 30 mil puestos de trabajo que nacieron con las cooperativas provinciales del Programa Argentina Trabaja. Para el Evita se trata de un paso importante: “Es importante la incorporación de las organizaciones sociales a las políticas de Estado –dice Ancona– creo que perforamos por primera vez los espacios que tuvimos hasta ahora, incluso durante el kirchnerismo en Nación o en provincia, siempre con rangos de hasta secretaría”.

El área estará tendrá dos subsecretarías y diez direcciones. La subsecretaría de Acción Cooperativa intentará reimpulsar el viejo Instituto de Acción Cooperativo, desguazado con Carlos Ruckauf, y el trabajo será semejante al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes). La Subsecretaría de Políticas Territoriales, en cambio, seguirá el proceso de formalización y control de las cooperativas del Argentina Trabaja en su etapa bonaerense, aquellas que ya han sido aprobadas por Nación. Extenderá su trabajo al desarrollo de los centros comunitarios, promotores territoriales, organizaciones sociales y las políticas de inclusión social. En ese camino, las cooperativas se preparan para hacer escuelas, reparaciones de hospitales, centros de salud, clubes, centros vecinales, mantenimiento de rutas, saneamiento de arroyos y mejoramientos de viviendas, indicó Ancona.

Por encima de esa estructura, nacerá un Consejo Consultivo ad honórem con legisladores, políticos de la oposición, la Iglesia y ONG, coordinado por Fernando “Chino” Navarro, dirigente del Evita que seguirá en funciones como diputado. El Consejo será un ámbito de deliberación de las políticas de Estado. No está pensado para dar respuesta a los reclamos de seguridad que por estas horas volvieron a ser un dolor de cabeza para Daniel Scioli, sino como ámbito de prevención porque el foco estará puesto en las políticas inclusivas.

El Evita volvió al gobierno de Buenos Aires en enero del año pasado con la Subsecretaría de Prevención en Adicciones que dependía del Ministerio de Desarrollo Social. Edgardo Binstock quiso darle jerarquía de secretaría al área, pero la iniciativa chocó con otras propuestas. Binstock hace poco más de un mes quedó como asesor de Scioli, y en el entremedio cobró forma la idea de este nuevo espacio.

En medio del escenario electoral que agita las aguas de la provincia, Scioli aparece así ofreciendo mayor espacio a los sectores más kirchneristas. Ese mismo espacio se prepara para abrir las puertas para el área de formación a algunos integrantes del Centro de Estudios Laborales (CEL), el espacio de formación gremial que comparte con la CGT. Pero sus efectos pueden ser todavía inesperados en relación con los intendentes, siempre celosos a la autonomía o el avance de los movimientos sociales. Y más aún, a la relación de “fluidez” que aseguran en el Evita mantiene con la ministra de Desarrollo nacional, Alicia Kirchner.