EL PAíS › EL GOBIERNO SALIó A REFUTAR LA DECLARACIóN DEL HERMANO DE DAVID GRAIVER SOBRE LA VENTA DE PAPEL PRENSA
El Gobierno salió a desmentir la versión publicada por Isidoro Graiver en solicitadas en los diarios Clarín y La Nación. Para ello, se basaron en declaraciones de 1977 en las que se explica la separación en los negocios familiares.
El Gobierno salió ayer a responder las afirmaciones del empresario Isidoro Graiver sobre su rol en la venta de Papel Prensa durante la dictadura. El canciller Héctor Timerman recordó que cuando se produjo la operación, en noviembre de 1976, “David (Graiver, titular de la firma) había muerto, (su hermano) Isidoro ya no era socio y la única dueña era Lidia (Papaleo), su mujer”. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, apuntó que la madre de los Graiver había reconocido “el disgusto y enojo de Isidoro Graiver cuando fue desplazado (de los negocios familiares) por su hermano”. Ambas declaraciones apuntan a refutar el contenido de la solicitada publicada por Isidoro Graiver en los diarios Clarín y La Nación, en las que se autoadjudicó un rol protagónico y aseguró que la venta se produjo “en las mejores condiciones, sin amenazas ni extorsiones”. Página/12 accedió a dos testimonios ante un tribunal militar en 1977 que los funcionarios utilizaron para respaldar su versión sobre el relativo papel de Isidoro en la venta de la empresa. Eva Gitnach de Graiver declaró que su hijo David “excluyó a (su hijo) Isidoro del manejo de los asuntos”. Lidia Papaleo afirmó que los miembros de la familia Graiver estaban “muy marginados de la adopción de las decisiones” por su esposo, David.
Timerman elogió la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de “ponerse al hombro la lucha contra el más grande monopolio que existe en el país, que es Papel Prensa, origen del pulpo que hoy es Clarín”, y recordó que “la venta fue sólo decisión de Lidia (Papaleo), por eso la única palabra que vale es la de ella, que era su dueña”. “En la familia Graiver, como en muchas otras familias, hubo desavenencias, pero es una pena que el diario Clarín haya utilizado la figura de Isidoro, hermano de David, para desprestigiar el informe” oficial, lamentó el canciller, quien aseguró que “esas dos solicitadas no las pagó Isidoro Graiver”, porque “está atravesando una situación económica complicada y delicada”.
“Lo que están haciendo los que responden a la conducción de (Héctor) Magnetto (CEO de Clarín) es decir sus cosas de la mejor manera, pero no se puede tapar el sol con el dedo pulgar. Cualquiera de esas expresiones es liviana y sin conocimiento”, afirmó Aníbal Fernández, quien calificó de “bochornoso” que Clarín haya publicado declaraciones de la hija del financista porque “tenía un año y medio en aquel momento”. Según Clarín, María Sol Graiver declaró que “no tengo ni tuve nada que reclamar (...) por la negociación, cesión y venta de Papel Prensa”. El mismo día que la Presidenta anunciaba la presentación de una denuncia para que la Justicia investigara la operación y el envío al Congreso de un proyecto para declarar “de interés público” la producción de papel, el matutino interpretó que las afirmaciones de Isidoro y María Sol Graiver “despejan toda duda sobre la legitimidad de la operación y demuelen el edificio construido por el kirchnerismo para apoderarse de Papel Prensa”.
Consultado sobre la solicitada de Isidoro Graiver, Fernández recordó que “hay un acta en el Consejo de Guerra firmada por la madre de David e Isidoro”, en la cual “reconoce el disgusto y enojo de Isidoro Graiver cuando fue desplazado por su hermano”. También Timerman recordó que los hermanos “se habían separado y no eran más socios al momento de la muerte de David”, y subrayó que se trata de una “situación histórica y comprobable”.
El testimonio de Eva Gitnach de Graiver, al que accedió Página/12, tuvo lugar ante el “Consejo de Guerra Especial Estable 2” del Ejército, uno de los tantos tribunales militares en los que las Fuerzas Armadas simularon juzgar sin las garantías más elementales a los secuestrados a los que decidieron no ejecutar. Luego de explicar que “nunca jamás” supo sobre los negocios de David y de relatar el secuestro de Isidoro en 1972, el relato de la mujer de 61 años, con el teniente coronel Jorge Luis Dodera en el rol de defensor, de-semboca en el traslado de toda la familia (padres e hijos con sus respectivas esposas) a los Estados Unidos.
–¿Isidoro se alejó de David? –pregunta el interrogador.
–Sí.
–¿Por qué?
–Porque influyó en la relación el doctor (Jorge) Rubinstein (abogado de los Graiver, quien murió durante las sesiones de tortura). Le hizo mucho mal a David y excluyó a Isidoro del manejo de los asuntos, razón por la cual Isidoro quiso separarse. Ello en razón de que Rubinstein le cerró la puerta en la cara a Isidoro en el Banco de Nueva York. Rubinstein fue el responsable de que llevase a David por el mal camino.
–¿Por qué no le gustaba Rubinstein? –vuelve al tema el militar luego de preguntarle por la muerte de su hijo.
–Porque lo excluyó a Isidoro.
Lidia Papaleo, que se sentó en primera fila durante el acto oficial del martes, declaró en 1977 ante el mismo tribunal militar.
–¿Cómo eran las relaciones familiares? –preguntó el uniformado.
–David tenía un enorme cariño por su familia, pero los tenía muy marginados de la adopción de las decisiones. Esa forma de trabajo culmina con la separación de Isidoro Graiver –respondió Papaleo.
–¿Cómo se enteró usted de dicha separación?
–David se lo dijo estando de vacaciones en Punta del Este. Le manifestó que Isidoro iba a empezar a trabajar por su cuenta y que la división patrimonial se había arreglado en dos millones de dólares.
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