Al mismo tiempo que el Gobierno presentaba el informe sobre Papel Prensa, Isidoro Graiver –hermano del fallecido ex dueño de la empresa– salió a dar una versión opuesta a la de Lidia Papaleo en una solicitada, que publicaron ayer Clarín y La Nación, y en la que desmintió la denuncia de que los Graiver fueron extorsionados para desprenderse de la compañía. Isidoro Graiver asegura en el texto que él negoció personalmente la venta y que la familia tomó la decisión de vender “sin amenazas ni extorsiones y en libertad”. También fue difundido un testimonio que María Sol Graiver –hija de David y su heredera– dio ante un escribano público en el que sostiene que no tiene ni tuvo “nada que reclamar” por el traspaso de Papel Prensa, y una carta que le mandó su tío con su versión, que dice que la familia tenía presiones, pero de Montoneros.

La solicitada del hermano de Graiver se titula “A la opinión pública: Mi verdad”. “El 15/3/1977 fui secuestrado por un grupo irregular y trasladado a lo que luego supe se denominaba ‘Puesto Vasco’, un centro clandestino de detención, donde ya estaban mi padre, Lidia Papaleo, el Dr. Jorge Rubinstein y otras personas vinculadas a nuestras empresas.”

“El contrato definitivo de venta de las acciones que poseíamos en Papel Prensa fue firmado el 2/11/76. El simple cotejo de las fechas mencionadas me exime de cualquier comentario”, señala, planteando el principal argumento de defensa de los compradores: que la operación fue realizada antes de que los integrantes de la familia y el grupo Graiver fueran secuestrados por la dictadura.

Isidoro Graiver añade en la solicitada que realizaron la venta “en las mejores condiciones que pudimos obtener, sin amenazas ni extorsiones y en libertad”. Los últimos párrafos del escrito descartan cualquier reclamo indemnizatorio, ya que indica que durante el gobierno de Raúl Alfonsín la familia cobró una indemnización y concluye: “No tengo ni he tenido intención alguna de reclamar, ni patrimonial ni moralmente, a los compradores de ‘Papel Prensa’”.

Además de este testimonio, Clarín publicó una declaración ante escribano público de María Sol Graiver, la hija y única descendiente de David Graiver. La joven tenía menos de dos años cuando se realizó la venta de Papel Prensa. Por corresponderle parte de las acciones en la sucesión, actuó un juez de Menores, que se negó a dar su conformidad para la operación. En el texto firmado ante un escribano público el 5 de agosto pasado, ella manifiesta que no tiene ni tuvo “nada que reclamar”.

El tercer documento difundido está incluido en la misma declaración ante escribano, y es una carta que le mandó su tío Isidoro Graiver, con su relato sobre el traspaso. En ella, Graiver señala que tras la muerte de su hermano “empiezan una serie de complicaciones” que ponen a la familia “en una situación de tensión”.

“Por una parte, me entero de presiones telefónicas en México a la familia por parte de grupos autodenominados como Montoneros (...) Al mismo tiempo, aparecen dificultades financieras que hacen caer al Banco Pour la Amerique du Sud (Bélgica) y el American Bank and Trust Bank (EE.UU.), ambos propiedad de la familia, con lo cual las presiones de los acreedores fueron constantes y crecientes.” Isidoro Graiver agrega que la deuda del grupo era de 77 millones de dólares y que él “llevaba personalmente la lista de acreedores. En este contexto, por la delicada situación, la familia retorna a la Argentina, en septiembre de 1976, para hacer frente a todas las dificultades (...) Yo residía en Nueva York y también volví. Se intenta negociar la venta de varias empresas del grupo”.

Más adelante, se refiere a la operación por Papel Prensa. Dice que en un contexto “de extrema dificultad toma contacto conmigo el Sr. Guillermo Gainza Paz, como representante de los diarios La Nación, Clarín y La Razón para la compra de las acciones de Papel Prensa”. Reitera que “el precio que recibimos fue el mejor que pudimos obtener” y que “la familia gozaba para esa fecha de total libertad para realizar la operación”.

“Me han causado sorpresa los dichos que se han hecho públicos de tu madre (por Lidia Papaleo) y Osvaldo Papaleo, ya que no se ajustan a la realidad de las afirmaciones que hacen, y tergiversan las fechas y los acontecimientos sucedidos. Las negociaciones las llevé adelante yo personalmente con el asesoramiento de nuestro staff jurídico contable. La venta de las acciones la cerramos el 2 de noviembre de 1976. Para la firma de los contratos concurrimos a las oficinas del diario La Nación en la calle Florida y Corrientes.”

Tras rechazar que haya habido una extorsión por parte de la dictadura, Isidoro Graiver pone el foco sobre Montoneros. Asegura que en esos días, Lidia Papaleo recibió presiones de personas que se presentaban en nombre de la organización reclamando dinero.