EL PAíS › LIDIA PAPALEO SE PRESENTó EN LA JUSTICIA PARA SER INCLUIDA EN EL PROGRAMA DE TESTIGOS PROTEGIDOS
La viuda de David Graiver, quien denunció el acoso de la dictadura para que vendiera sus acciones de Papel Prensa, dijo que su integridad “está en riesgo” y solicitó protección al fiscal federal de La Plata. Contó por qué decidió dar su testimonio.
Lidia Papaleo, testigo central de la denuncia del Gobierno contra los diarios Clarín y La Nación por la “apropiación” de Papel Prensa en 1976, solicitó ayer que el Estado le brinde protección durante la investigación judicial. La viuda del ex financista David Graiver consideró que su integridad se encuentra “en riesgo” y formuló el pedido ante el fiscal federal de La Plata, Marcelo Molina.
“Vine a pedir protección. Es muy duro” enfrentarse al grupo Clarín-La Nación, declaró Papaleo luego de visitar al fiscal en compañía de su hermano Osvaldo. Según el escrito, “ante las circunstancias que rodearon su declaración y en atención a la pública trascendencia que ha tomado la causa de la que resulta ser víctima y testigo, y por sentir que se encuentra en riesgo su integridad, requiere que se brinde protección en tal calidad”.
Molina le informó de la existencia del Programa Nacional de Protección de Testigos y se comprometió a coordinar una entrevista con sus autoridades para que se evalúen los eventuales riesgos que corre Papaleo y el mecanismo de protección que podría brindarle.
“Durante años concurrí a estudios de abogados para poder hacer estas declaraciones sobre Papel Prensa. Todos me rechazaron y me trataban de convencer de que no lo hiciera, de que era peligroso”, relató Papaleo. “Cuando me convocó el licenciado Guillermo Moreno (secretario de Comercio Interior) y me dijo las condiciones, dije que sí, que aceptaba ser testigo”, precisó. Luego se reunió dos veces con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “La primera fue para conocernos y en la segunda pudimos conversar largamente. Ella me garantizó un manejo de todo esto, me mostró cómo iba a ser el camino legal, y yo supe que me estaba diciendo lo que realmente se iba a hacer, que no era solamente una promesa”, dijo. “Eramos dos mujeres, una muy importante porque era (sic) presidenta de la República, cosa que a mí me impresionaba mucho y me impresiona y me alegra. Además de tener un diálogo con una mujer, no tuve duda de que estábamos tomando un compromiso absoluto”, enfatizó.
Consultada sobre los críticas que recibe desde la oposición e incluso desde su propio entorno familiar, Papaleo respondió que “ya tengo experiencia, lo viví por primera vez en el año 1976”, en referencia a las amenazas que recibía durante la dictadura, antes de ser secuestrada y torturada por el terrorismo de Estado.
“Ahora no sólo me agreden a mí, sino que agreden a mi propio hermano (Osvaldo), porque consideran que es la persona que está a mi lado, que sin duda lo está. Dicen que fue un hombre de (José) López Rega y que tenía que ver con la Triple A, cosa que absolutamente no es cierta”, aseguró, y adelantó que “tendremos que hacer todas las medidas legales para responder”. “Agreden a mi hermano para agredirme a mí, porque yo nunca estuve en estas cosas, nunca tuve ninguna militancia, es decir, milité siendo psicóloga, en lo que yo creí”, contó.
Papaleo dijo que “sin duda” se presentaría ante el Congreso para ampliar la declaración. “Yo el compromiso que adquirí la primera vez que fui a la Secretaría de Comercio es el que voy a seguir teniendo mientras esté viva, por eso también quiero estar viva”, remarcó.
La testigo le entregó al fiscal Molina una carta fechada el 27 de julio de 1977, dirigida a Miguel Anchorena, abogado de la sucesión de David Graiver, y firmada por los padres de la víctima (Juan Graiver y Eva Gitnacht), el hermano Isidoro y la propia Papaleo. “En la carta decimos cuáles son realmente los bienes que tienen que estar declarados en la sucesión, y sobre todo en el tema Papel Prensa, específicamente las acciones de clase A”, precisó.
Respecto de las disidencias de sus íntimos sobre su relato de la historia de la venta de Papel Prensa, Papaleo expresó que “la única persona que realmente podría tomar o mejor dicho toma una posición, y que vivió esta historia, es Isidoro Graiver”. “Mi hija era menor de edad, no puede tomar ninguna posición porque no tiene experiencia. Sufrió al estar separada de su madre, pero nada más que esto y lo de Isidoro, que yo coincido que ha sufrido mucho, igual que yo”, concluyó.
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