Fue un duro trabajo de parto. Pero finalmente Néstor Kirchner logró dar a luz el respaldo del duhaldismo bonaerense a su candidatura presidencial. Y, por lo tanto, varios de los máximos referentes del distrito dirán presente mañana en la Quinta de San Vicente durante el acto de lanzamiento del santacruceño. Entre ellos estará Felipe Solá, otro de los que ayer recibió el impulso del PJ local para representar al oficialismo en las elecciones a gobernador.
Duhalde en persona se encargó de acelerar el encolumnamiento detrás de Kirchner. Apenas retornó de Brasil, juntó a la tropa bonaerense y puso punto final a lo que quedaba del “operativo clamor” por su propia candidatura. Y de paso, repartió algunas encuestas que demostrarían el crecimiento de Kirchner en la adhesión popular.
Ya a la mañana se habían notado algunos cambios en ese sentido. Tal fue el caso del diputado José María Díaz Bancalari, quien de no mostrarse a gusto con el santacruceño terminó reconociendo que hará lo que Duhalde le pida. Alberto Balestrini dio un paso más allá. “Vería con buenos ojos y aceptaría convertirme en vicepresidente de Kirchner”, dijo a Página/12 el intendente de La Matanza.
La voz de la resistencia, encarnada por el titular de la Cámara de Diputados bonaerense, Osvaldo Mércuri, terminó diluida a muy pocos referentes provinciales. De hecho, Duhalde logró que el Consejo del PJ se pronunciara formalmente por el doblete “Kirchner-Presidente” “SoláGobernador”.
No fue un paquete sencillo de digerir para varios intendentes que miran con recelo tanto a uno como al otro. No los consideran “del palo” y su resistencia está más vinculada a la conservación de su poder territorial que a una visión estratégica nacional o provincial.
La imposibilidad de domesticar de hecho a toda la tropa –aunque formalmente se mostró un discurso único del Consejo del PJ– pesó en la decisión final de mantener el desdoblamiento de los comicios nacionales con los provinciales, pese a que se especuló con una unificación en los últimos días. La única novedad, en todo caso, fue que la interna abierta y simultánea para definir el candidato a gobernador por el justicialismo será el 30 de marzo.
El ministro de la Producción, Aníbal Fernández, explicó que ese adelantamiento obedece a razones legales: las internas deben convocarse entre 120 y 180 días antes de los comicios para todos los cargos electivos de la provincia. Para esa puja son varios los anotados, entre ellos Aldo Rico con el respaldo de Adolfo Rodríguez Saá, y Luis Patti, aparentemente con el impulso de Carlos Menem.
Solá, también presente en la cumbre de ayer, logró el guiño formal del Consejo del PJ bonaerense para presentarse en nombre del duhaldismo. A primera vista esto abortaría la posibilidad de que Hilda “Chiche” Duhalde aspire a ocupar la gobernación, aunque sigue siendo la figura comodín para acompañar en la fórmula tanto a Solá como a Kirchner.
Nadie se animó a asegurar que la mujer de Duhalde estará mañana en San Vicente, donde Kirchner será lanzado formalmente. Pero anoche se daba por seguro la presencia de varios gobernadores y vicegobernadores, que se presentarán como flamantes integrantes del denominado “frente renovador”.
Además de Solá, estarán Gildo Insfrán (Formosa), Julio Miranda (Tucumán). Eduardo Fellner (Jujuy), Carlos Rovira (Misiones), Daniel Gallo (Tierra del Fuego), Eduardo Galantini (Corrientes) y Carlos Juárez (Santiago del Estero), quien irá en representación de su mujer Nina.
Seguramente allí tampoco faltará el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, uno de los hombres del gobierno que dio mayor impulso a la candidatura de Kirchner, aun cuando Duhalde no estaba convencido. Evidentemente, logró persuadirlo ya que una de las frases que el Presidente le regaló ayer a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue que el santacruceño será su sucesor.