El juez federal Norberto Oyarbide procesó ayer sin prisión preventiva al proveedor de la obra social de Camioneros, Marcos Hendler, y lo imputó como integrante de una asociación ilícita en el marco de la llamada “mafia de los medicamentos”. Hendler, dueño de la Droguería Urbana, está siendo investigado a partir de una conversación telefónica que habría mantenido con una empresaria farmacéutica sobre la provisión de troqueles para la Obra Social de Choferes de Camiones (Oschoca) con los que se habría realizado una defraudación al Estado. El magistrado también procesó a Oscar Guerrero, dueño aparente de la Droguería del Plata, por venta de productos con marcas falsificadas.

A través de la resolución 13.330, dada a conocer ayer, Oyarbide ordenó además trabar un embargo sobre los bienes de los acusados como parte de la investigación por los medicamentos adulterados. El dueño de Urbana, proveedor de remedios para la obra social del sindicato que lidera el titular de la CGT, Hugo Moyano, fue embargado por 500 mil pesos, mientras que Guerrero –quien figuraría como el aparente titular de Del Plata– también fue procesado sin prisión preventiva y recibió un embargo en sus bienes por 100 mil pesos.

Semanas atrás, como parte de otro expediente en el que se investigan hechos similares, el juzgado federal que encabeza Claudio Bonadío dio a conocer una pericia realizada por Gendarmería que determinaba que los troqueles de un medicamento oncológico supuestamente entregado por Oschoca eran falsos y que servían para armar historias clínicas y pedir fondos para pacientes inexistentes. De acuerdo con el magistrado, el peritaje reveló que resultaron falsos los troqueles de Erbitux, en sus variantes de 50 y 100 mililitros. Fuentes judiciales señalaron que se trata de un indicio importante contra la obra social de Camioneros, aunque aún queda por descubrir si los troqueles se usaron para que se le paguen tratamientos que nunca se hicieron.

Hendler aparece implicado por escuchas telefónicas donde encarga a Del Plata la provisión de troqueles falsos, un elemento fundamental para que las obras sociales luego reclamaran subsidios de la Administración de Programas Especiales (APE) del Ministerio de Salud para tratamientos de alta complejidad. En concreto, los magistrados contarían con un diálogo telefónico entre Hendler y Alexia Bergalli, encargada de ventas de Droguería Del Plata, donde el titular de Urbana le pidió que le mandara a hacer 19 troqueles porque “en Camioneros los perdieron”. La Justicia sospecha que esos troqueles no eran auténticos, tal como habría demostrado el peritaje de Gendarmería.

Hendler fue citado a indagatoria hace dos semanas por las escuchas telefónicas. Se presentó en tribunales, pero se negó a declarar. En su lugar presentó un escrito en el que rechazó las acusaciones y aportó documentación, remitos y facturas sobre la operatoria de su empresa y dijo que no conoce al resto de las droguerías implicadas.

La denuncia original contra Oschoca fue realizada por el gremialista de la Construcción, Juan Pablo “Pata” Medina, dirigente opuesto a Moyano. Desde su sector aseguran que las maniobras detectadas son iguales a las que llevaron a la cárcel a Juan José Zanola, el titular de La Bancaria. Urbana figura como uno de los aportantes a la campaña del Frente para la Victoria, una pista que también investiga Oyarbide bajo la hipótesis de que habría sido una manera de blanquear dinero proveniente de la compra y venta de medicamentos fraguados.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, pidió ayer esperar a que “se expida la Justicia” sobre el tema y “no meter la cuchara”.