EL PAíS › SE REALIZO LA 30ª MARCHA DE LA RESISTENCIA EN PLAZA DE MAYO
La manifestación que se realiza desde 1981 fue convocada por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, Hijos y otros organismos de derechos humanos. También participó el juez español Baltasar Garzón.
Hombres trajeados y mujeres arregladas salían de las oficinas del microcentro y bajaban al subterráneo, de regreso a sus casas, mientras por la otra escalera subían militantes con banderas y bombos en dirección a la Plaza de Mayo, para participar de la tradicional Marcha de la Resistencia, en su 30ª edición. “Seguimos resistiendo para profundizar el proyecto nacional y popular”, fue la consigna, que se sumó a la de “aparición con vida de Jorge Julio López”, el testigo del juicio al genocida Miguel Etchecolatz que permanece desaparecido desde el 18 de septiembre de 2006. Al grito de “¡30 mil compañeros detenidos-desaparecidos, presentes, ahora y siempre!”, las rondas en torno de la Pirámide de Mayo, tal como las vienen realizando las Madres desde hace más de tres décadas, comenzaron al mediodía y se extendieron hasta medianoche.
A media tarde se hizo presente en la plaza el juez español Baltasar Garzón y enseguida fue rodeado por las mujeres del pañuelo blanco, que buscaban sacarse una foto a su lado. En ese momento, le acercaron desde Hijos una remera con la consigna “yo me pongo la camiseta - juicio y castigo” y entre chistes sobre la talla del magistrado los jóvenes le propusieron que se la pusiera. “Hace rato que la tiene puesta, chicos”, los frenó una de las Madres. Antes de subir al escenario, montado a la derecha de la Casa Rosada, Garzón dio una vuelta a la pirámide de la mano de las Madres Haydeé Gastelú y Aurora Zucco, rodeado de varias otras. Cuando había dado media vuelta, unos cuatro militantes de Quebracho lo insultaron y le cantaron “libertad, libertad a la ETA por luchar”, en repudio a la actuación del magistrado respecto del grupo separatista vasco. Garzón no se dio por aludido y esos cánticos fueron tapados por un “olé, olé, olé, olá, adonde vayan los iremos a buscar” de sus acompañantes.
Las principales mesas instaladas en la plaza eran las de Madres, Familiares, Hijos y ATE Capital y también tenían su stand Familiares, la juventud de la CTA provincia de Buenos Aires, y había banderas de los trabajadores y delegados desaparecidos de los años ’70, Telefónicos desaparecidos, Hermanos, Suteba y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
“Si con nuestra contribución se pudo allanar el camino para que hoy día cientos de represores estén aguardando el pronunciamiento de la Justicia, ha sido nuestro mejor legado y nuestra más sagrada obligación”, dijo Garzón cuando lo invitaron a subir al escenario. Luego siguió un video de homenaje a Néstor Kirchner, que estuvo acompañado por aplausos en forma permanente. La mención del fallecido ex presidente se repitió en las numerosas adhesiones que eran leídas por las conductoras del acto. Hacia ellas se dirigió desde abajo del palco Adelina Lara Molina, hija de Dolores Molina de Rizzo, integrante de Madres de Plaza de Mayo, fallecida en 1997, para que mencionaran a las Madres fallecidas. Finalmente, la periodista Nora Anchart tomó el micrófono y atendió el reclamo de Adelina.
La Marcha de la Resistencia, que se realiza desde 1981, fue convocada este año por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, más los jóvenes Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (que en estos días cumplen quince años) y Hermanos de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia. La bandera con los rostros de miles de detenidos-desaparecidos se extendió a las 11 por Avenida de Mayo, a la altura de Piedras, desde donde comenzó la marcha hasta la plaza, encabezada por el grupo de percusión La Chilinga.
Marcharon también familiares y amigos de Luciano Arruga, desaparecido hace casi dos años en Lomas del Mirador; Raquel Wittis, madre del joven músico que fue víctima del gatillo fácil; los veteranos de Malvinas no reconocidos, y Encuentro Universitario, entre otros. Entre algunos pocos manifestantes sin banderas se mezclaron la Madre Mirta Baravalle, Ricardo Arédez (hijo del desaparecido Luis Arédez), Alberto de Renzis, con la foto de la Madre Perla Wasserman al cuello. La obra Los indios estaban cabreros, del grupo de teatro comunitario Epico de Floresta, fue disfrutada por los presentes, al igual que las imágenes seleccionadas por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), y la transmisión en vivo de Radio Nacional. Cuando caía la tarde, las Madres y Abuelas seguían mirando los videos que proyectaban los Hijos, a la espera del cierre musical a cargo de Choque Urbano, Actitud María Marta y Arbolito.
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