Vie 21.01.2011

EL PAíS  › CFK PIDIO UN MUNDO “MAS IGUALITARIO” PARA LOGRAR PAZ Y SEGURIDAD

“Un orden global más justo”

En la cena que cerró su paso por Ankara, la Presidenta y su par de Turquía, Abdullah Gul, firmaron cuatro acuerdos comerciales para promover un “relanzamiento de las relaciones” bilaterales.

› Por Fernando Cibeira y
Lucas Farioli

Desde Ankara

En el brindis con el que terminó su jornada en Ankara junto a su par turco, Abdullah Gul, la presidenta Cristina Kirchner pidió por “un orden global más justo, más equitativo y más igualitario, porque es la única forma de tener una verdadera paz y seguridad mundial”. Luego de visitas más centradas en lo económico en Kuwait y Qatar, la de Turquía fue la escala de la gira presidencial con más contenido político. Los presidentes hablaron aquí del “relanzamiento de las relaciones” bilaterales. Gul marcó la necesidad de que Argentina y Turquía “sigan cooperando” en los foros internacionales. Firmaron cuatro acuerdos que apuntan a fortalecer el vínculo.

Cristina Kirchner estuvo a la mañana y a la noche en la residencia presidencial con Gul, una especie de quinta de Olivos pero más grande y con mayores medidas de seguridad. Por la mañana cumplieron todas las formalidades de estos casos. Pasaron revista a las tropas, entonaron los himnos, saludaron a las comitivas y rápidamente pasaron al salón de reunión antes de que el frío congelara a alguien. El encuentro duró más de una hora, primero solos y luego con sus gabinetes. Después se presentaron juntos en el coqueto salón de conferencias. Con las banderas turca y argentina de fondo, no aceptaron preguntas y expusieron acerca de lo que habían hablado.

Gul se extendió en el relato de la antigüedad de la relación. En un dato que luego la Presidenta retomaría, recordó que en Argentina se le dice “turco” a cualquier inmigrante que venga de esta parte del mundo. Incluso, como mencionó Cristina Kirchner, cuando la mayoría sea en realidad de origen sirio libanés. Ambos lo consideraron una herencia del Imperio Otomano, pero también una muestra de la larga historia y del afecto entre ambas sociedades. En retribución, Gul comentó que la calle con mayor movida de Ankara se llama “Arjentain”, como se dice Argentina en turco.

Una forma concreta de relacionar dos países es estableciendo una ruta aérea. Algunos empresarios argentinos alabaron durante la gira la “ejecutividad” del emir de Qatar, que ordenó que la muy buena aerolínea Qatar Airways llegara hasta Buenos Aires y su deseo se cumplió en apenas unos meses. Pero eso, claro, porque el emir no tiene que discutir con muchos estamentos sus decisiones. El jeque de Kuwait, quien al menos tiene un Parlamento, anticipó que también están rearmando su aerolínea y que planea hacerla llegar hasta Argentina. Ayer fue el turno de Turquía. El ministro de Planificación, Julio De Vido, firmó un acuerdo con el ministro de Transporte, Binali Yildrim, para analizar la interconexión aérea entre ambos países.

Cristina Kirchner volvió sobre uno de los conceptos que más reiteró durante la gira, el de considerar la crisis financiera no como una desgracia, sino como una oportunidad de cambio para los países emergentes. Recordó que han sido las economías emergentes las que han definido el crecimiento económico de la década. La Presidenta comparó la crisis turca de 2000 con la argentina de 2001. Que luego ambos países consiguieron rehacerse y prácticamente pasaron incólumes la debacle financiera de 2008. Por la noche, de riguroso negro, la Presidenta fue a la cena con su hija, Florencia, y el resto de la comitiva. Lució distendida e hizo chistes. Con Gul, cuando no encontraba sus anteojos para leer, y con la traductora, cuando se dio cuenta de lo rápido que estaba hablando sin darle tiempo de trasladarlo al difícil turco. “Es una mujer sacrificada”, le dijo.

Copa en mano, Cristina señaló que “Turquía y Argentina se confirman como dos economías emergentes”, en una crisis global que supone “una oportunidad para cambiar los modelos económicos tradicionales por un orden global diferente, más justo, más equitativo, más igualitario, para tener una verdadera paz y seguridad mundial”. Reiteró que tanto “Turquía como Argentina, miembros del G-20, cerraron el año fiscal con excelentes resultados en medio de una crisis financiera sin precedentes, lo que indica que se están produciendo cambios en el orden mundial”, lo que esperan también revitalice el intercambio bilateral. En ese sentido, la directora del Departamento General de las Américas turco, Ebru Barutçu, le dijo a Página/12 que la caída de las cifras comerciales entre ambos países “es el resultado natural de la crisis global que ha afectado no sólo el comercio con la Argentina sino en todo el ámbito internacional”. Para Barutçu, “nos encontramos en un momento de clara recuperación del comercio argentino-turco”.

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