Mientras se mantiene la tendencia general hacia la polarización, Néstor Kirchner permanece al frente en la intención de voto para las próximas elecciones presidenciales con un 15,9 por ciento, según surge de la encuesta realizada en la última semana de enero por la consultora Ibope OPSM, bajo la dirección de Enrique Zuleta Puceiro. La única sorpresa es la fantasmal aparición de Carlos Menem en el segundo lugar, con un 13,6 por ciento de opinión a favor. Después se alinean Elisa Carrió, que bajó al 12; Adolfo Rodríguez Saá, que sigue estancado en el cuarto lugar con un 11,2 por ciento, y Ricardo López Murphy, quien mantiene constantes sus porotos, que oscilan desde el comienzo del año entre los 7 y los 8 puntos. En cuanto al marco de expectativa por la situación del país, el 35,9 por ciento de los encuestados cree que las cosas irán mejorando, mientras el 66 evalúa que la política económica del ministro Roberto Lavagna anda de regular para abajo.
El paréntesis del verano que desplaza el interés por las cuestiones políticas, las altas temperaturas o tal vez los rumores sobre su próxima paternidad –vaya uno a saber– han determinado el constante crecimiento como candidato del ex presidente Carlos Menem, quien comenzó el período en cuarto lugar, luego trepó al tercero y ya está segundo. De todos modos, Kirchner se ha mantenido firme en la primera posición durante las tres consultas realizadas en el primer mes del año, prácticamente sin modificar sus guarismos: 15,8, 16,1 y 15,9 en las tres mediciones de enero.
En sus conclusiones, el informe de Ibope relativiza la importancia de estos leves movimientos entre los cuatro primeros por cuanto “el nuevo posicionamiento de Menem es relativo debido a que los candidatos se mueven dentro de porcentajes no significativos” y en el marco de “una tendencia hacia la polarización en términos de competencia abierta entre los extremos principales de la competencia interna del peronismo”. Por eso se insiste en que “no se verifican cambios sustanciales en el cuadro de alineamientos preelectorales”.
En cuanto a las aspiraciones del radical Rodolfo Terragno, aunque viene experimentando un levísimo crecimiento –del 0,3 al dos por ciento–, sigue relegado al ostracismo del sexto lugar en la encuesta que se realizó entre el 27 y el 31 de enero, mediante 1100 entrevistas en 65 localidades de todo el país que involucran a todas las regiones. El 16,6 por ciento de los consultados anunció su decisión de anular su voto por propia voluntad, votar en blanco o directamente no concurrir a las urnas.
En la última semana de enero, el 35,9 por ciento opina que mejorará la situación general del país, mientras que el 33,6 dice que todo seguirá igual y un 21,2 por ciento sostiene que irá de mal en peor. Si se analiza la evolución de estas opiniones desde junio pasado hasta el presente, se advierte que el optimismo pasó del 23 por ciento al 35,9 entre los dos puntos extremos del período. Pero hubo momentos de mayor euforia, como en la primera semana de enero, donde el 55,9 descorchaba champán a cuenta de la felicidad que presuntamente estaba por venir.
En las conclusiones, el estudio señala respecto de las opiniones sobre la situación del país y las perspectivas a futuro, que si bien hubo “un leve descenso” respecto de la anterior semana de enero, el análisis sobre la gestión del presidente Eduardo Duhalde “se mantiene en similares niveles”. Un 17,2 por ciento piensa que su actuación es buena a muy buena, el 39,6 considera que es apenas “regular”, el 30 por ciento que es “mala” y el 12,3 que la gestión Duhalde es “muy mala”.
Otra de las preguntas que fue respondida por los encuestados estuvo referida a la evaluación que se hace sobre el rumbo de la política económica del ministro Roberto Lavagna. La mayoría opina que su gestión es apenas “regular”, mientras que el 19,9 le baja el pulgar diciendo que estuvo “mal” y un 11,1 por ciento sostiene que viene “muy mal”. Sólo un 4,9 afirma que lo hecho por Lavagna puede calificarse con un “muy bien” y un 19,6 por ciento se inclina por un “bien” a secas.