La Justicia cordobesa recomenzó ayer las tareas para identificar entre 300 y 600 cuerpos de personas que habrían sido asesinadas durante la última dictadura militar y que estarían enterradas en fosas comunes en el cementerio San Vicente de la ciudad capital de Córdoba. El procedimiento fue ordenado por la jueza federal Cristina Garzón de Lascano y de él participan especialistas del Equipo Argentino de Antropología Forense, junto a profesionales del Museo de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Nuestra meta es tratar de buscar la identidad de estas personas, y lo que se pretende es identificar a la mayor cantidad posible”, señaló el coordinador del equipo, el antropólogo Andrés Laguens.
En diciembre último se habían encontrado restos en tres fosas comunes. Sobre esos restos, Laguens aclaró que “ya se están terminando los trabajos de laboratorio y también se están realizando los análisis de ADN en el Centro de Excelencia y Productos de Córdoba (Ceprocor)”. El antropólogo también precisó que “los restos que hemos encontrado hasta el momento, estaban enterrados sin ningún tipo de identificación y desnudos. De la morgue salían desnudos y así los tiraban en las fosas”.
Si bien Laguens sostuvo que “no hay ningún elemento personal para reconocer los cuerpos”, agregó que “la identificación será morfológica primero y después por el método del ADN”.