Los piqueteros de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) cortaron rutas en los accesos a la Capital y el interior del país desde la mañana hasta el mediodía, cuando levantaron la medida de fuerza tras anunciar un principio de acuerdo con el Gobierno. Luis D’Elía y Juan Carlos Alderete confirmaron que el próximo jueves serán recibidos por Eduardo Duhalde, reunión a cuyos resultados supeditaron la continuidad del plan de lucha. Al Presidente le pedirán más planes de empleo, alimentos para dos millones de indigentes y un programa para reabrir fábricas cerradas.
La protesta incluyó concentraciones en dos de las entradas a la ciudad de Buenos Aires, once puntos del conurbano y trece provincias. La jornada había sido anunciada inicialmente por la CCC para el lunes 3 –en coincidencia con el plan de lucha del Bloque Piquetero y la Aníbal Verón– y finalmente postergada para ayer tras el ofrecimiento del encuentro con Duhalde.
Con la cita presidencial y las negociaciones encaminadas, los piquetes fueron un poco una demostración de fuerza hacia el Ejecutivo y otro tanto un gesto de cara a la interna piquetera. Las manifestaciones comenzaron a las nueve de la mañana y antes de las once ya se anticipaba su suspensión. “Vamos a proponer levantar los cortes en señal de buena voluntad”, definió a esa hora Alderete en diálogo con las radios.
Los desocupados tienen un listado de reclamos con los siguiente puntos:
- Reincorporación de los beneficiarios dejados fuera del programa Jefas y Jefes de Hogar.
- 20 mil planes más para cada organización.
- Aumento en el monto del subsidio, que en la actualidad es de 150 lecops, a 300 pesos.
- Que el Estado provea de herramientas y materiales de trabajo a los proyectos que se realizan como contraprestación de los planes.
- 200 mil kilos de alimentos.
- Extensión de subsidio de desempleo a los mayores de 60 años.
- Un programa para reabrir fábricas quebradas al que se puedan incorporar los más jóvenes.
Ayer aseguraron haber obtenido de la ministra Graciela Camaño el compromiso de revisar los casos de quienes fueron dados de baja del Jefes de Hogar, aunque los voceros del área de Trabajo salieron a desmentir la existencia de tal acuerdo.
La ministra, quien mal podría reconocer que un programa en distribución universal otorga cupos a las organizaciones, sostuvo que las organizaciones de desocupados “no tienen motivos valederos para la virulencia del reclamo de los últimos días” ya que “no ha habido –como se manifiesta públicamente– bajas indiscriminadas o que no tengan una respuesta específica” (ver aparte).
En los últimos meses, la CCC y la FTV han puesto el acento en exigir la ampliación de los subsidios a los más jóvenes y la tercera edad, punto que dirigentes y funcionarios coinciden en señalar como próximo a su implementación.
D’Elía dijo ayer que, según las últimas conversaciones con el Gobierno, los mayores de 70 años sin cobertura ni ingresos (unos 500 mil a nivel nacional) podrían acceder a asistencia del Estado a partir de marzo, mientras que en Trabajo no dan fechas oficiales pero admiten que se está avanzando en el tema.
Los piqueteros tienen expectativas de que el mismo beneficio se extienda a partir de abril a los mayores de 60. En cuanto a los jóvenes sin hijos, franja cuya principal característica es no haber ingresado al mundo del trabajo, las organizaciones impulsan la idea de que el Estado subsidie la apertura de empresas sociales y la reapertura de fábricas cerradas por quiebra. Los desocupados enviaron una carpeta detallando estos reclamos y propuestas a la presidencia. El encuentro con Duhalde, del que participarán D’Elía, Alderete y un grupo de referentes del interior, está previsto para las tres de la tarde del 13 de febrero.