EL PAíS › ENTREVISTA CON PINO SOLANAS SOBRE SU POSIBLE CANDIDATURA EN LA CIUDAD
El dirigente de Proyecto Sur dijo que a fin de mes o principios de mayo definirá si se postula a presidente o a jefe de Gobierno porteño. Lamentó que Lozano “dé bajo” en las encuestas y reiteró que rechaza un acuerdo con el radicalismo, como plantean el PS y el GEN.
› Por Miguel Jorquera
Mientras continúa su recorrida por el país como candidato presidencial de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas tampoco descarta dar pelea por la Jefatura de Gobierno porteña: de hecho, parece cada día más cerca de esa opción, aunque promete no estirar la indefinición más allá de la primera semana de mayo. En esta entrevista con Página/12, admite que la construcción de un “proyecto nacional” puede exceder las presidenciales de 2011 y cita las experiencias brasileña del PT y uruguaya del Frente Amplio, que crecieron a partir de gestionar un distrito importante. “Si nosotros jugamos en la ciudad va a ser para ganar y derrotar al macrismo”, dice, y se entusiasma con la idea de librar las “tres batallas más importantes” con sus potenciales aliados para llegar con un frente de centroizquierda a las internas abiertas y con posibilidades de disputar el gobierno nacional en octubre: “La elección de la ciudad es el 10 de julio, fin de julio Santa Fe y el 7 de agosto la de Córdoba. Si te va mal en esas tres batallas, ¿cómo llegás al 14 de agosto?”. Su pregunta va dirigida a los socialistas y al GEN que, en medio de coqueteos y seducciones mutuas con Proyecto Sur, demoran sus resoluciones e insisten en armar una alianza que también incluya a la UCR. Pero Solanas lo descarta de plano.
–Después que usted volvió a dejar abierta la posibilidad de dar pelea por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad se generó un debate dentro de Proyecto Sur que todavía no está cerrado. ¿Cuándo lo van a resolver?
–Todo Proyecto Sur vive analizando la coyuntura política. Este es un mes caliente y de definiciones. No sabés cuál es la nueva de cada día. El viernes desayuné con la noticia de que (Julio) Cobos se había bajado de la candidatura. Todo eso hace que un dirigente político esté atento al devenir del país. Yo voy a hacer lo que más le convenga al de-sarrollo de la fuerza.
–La baja de Cobos, ¿facilita o complica sus negociaciones con el Partido Socialista (PS) y el GEN para sellar un acuerdo nacional?
–Confieso que no lo analicé a fondo. Por ahora deja parado solo a (Ricardo) Alfonsín por la UCR. No sé qué hará (Ernesto) Sanz, si irá o no a la primaria abierta de agosto. Por supuesto que para los socialistas que quieren un acuerdo con el radicalismo, y que de pronto tenían miedo de que Cobos terminara siendo el candidato, se les facilita el proyecto Alfonsín-Binner.
–¿Tienen previsto algún encuentro con el PS y el GEN?
–Tenemos previsto en la ciudad de Buenos Aires un foro sobre el espacio alternativo, respondiendo a una invitación que Binner nos hizo a mí, a (Luis) Juez, a (Víctor) De Gennaro. Estimo que esta semana o antes de fin de mes repetiremos el foro en la Ciudad con la participación de los principales referentes de todas las fuerzas en un debate abierto sobre cómo se construye una alternativa en la Argentina, no sólo progresista sino de carácter emancipador.
–Los socialistas han postergado su decisión hasta después de la interna abierta santafesina (el 22 de mayo) y la presentación de las candidaturas porteñas es un día antes. Los tiempos se acortan... ¿Hasta cuándo están dispuestos a esperar para definir la situación?
–Cuando se toman decisiones del nivel de construir un espacio para enfrentar una elección nacional, no sé si hay todavía una instancia tan importante, debés convocar a tu convención, a tu congreso y fijar su fecha. El calendario que tienen los socialistas va bien con una alianza con los radicales, pero no para un encuentro con nosotros.
–Muchas de las fuerzas que componen Proyecto Sur afirman que de no concretarse la ampliación del espacio con los socialistas, su candidatura presidencial sigue vigente...
–Sí, por supuesto. Estoy al frente de un proyecto para llegar a gobernar la Argentina, mi objetivo es ser presidente de la Nación. Nada va a entorpecer eso. Si es necesaria una escala en la Ciudad de Buenos Aires, que la podemos transformar y lo podemos demostrar, lo haremos. La primera gran batalla es en la ciudad el 10 de julio, sea con mi candidatura o la de otros compañeros, podemos asegurar la derrota al macrismo. Ahora, si soy yo o es otro el candidato, lo estamos procesando. Acá hay tres batallas importantes: la Ciudad el 10 de julio, fin de julio la batalla de Santa Fe y el 7 de agosto la de Córdoba. Si a vos te va mal en esas tres batallas, ¿cómo llegás al 14 de agosto?
–Dada la importancia que usted le asigna a la “batalla” porteña, ¿su candidatura en la ciudad es una posibilidad concreta?
–Todo eso es posible, pero lo vamos a decidir a fines de este mes o la primera semana de mayo en el encuentro de Proyecto Sur en que se definirán sus principales candidaturas. Nosotros no vamos a postergar un proyecto nacional y definiciones de peso a la espera de una fuerza que fijó sus fechas con otro calendario. El problema no lo tenemos nosotros, lo tienen los socialistas. Los que han fijado las fechas en relación con otras construcciones, lo respeto, pero lo lamento. El 10 de mayo se vencen las alianzas en la Capital y el 20 o 21 las candidaturas. La elección en la ciudad no la fijamos nosotros.
–Un hombre muy cercano a usted, el legislador porteño julio Raffo, dijo que si se cae el acuerdo con el PS usted sería candidato en la ciudad.
–No conozco bien lo que ha dicho Julio, pero hay que ver cómo reaccionan las otras fuerzas. Hasta ahora tenemos una muy buena convergencia con Juez, la Cruzada Renovadora de San Juan y estamos en diálogo con el GEN y los socialistas, pero todavía faltan algunas semanas.
–¿Cuál de las dos candidaturas le gusta más?
–Vengo trabajando por el proyecto presidencial. La ciudad la conozco, ya he sido candidato varias veces y es una de mis asignaturas pendientes. Veo a la ciudad como una de las batallas importantes para la batalla suprema que es llegar al gobierno nacional. Si no llegamos en 2011, vamos a llegar en 2015.
–¿Dejarían de lado ahora la posibilidad de dar una pelea seria en la ciudad?
–Lo vamos a estudiar. No puedo adelantar una resolución que saldrá de un debate de todas las fuerzas. Yo salgo de la ciudad y todo el mundo me reclama que siga en la candidatura presidencial, porque soy la locomotora de un proyecto que me lleva a mí como figura.
–¿La unidad con el PS se podría dar igual después de la elección presidencial si logran, aunque separados, triunfos en Santa Fe, Córdoba y la Ciudad?
–Nuestro lema es “unidos podemos transformar la Argentina”. Aún con estas cuatro fuerzas unidas no alcanza. Habría que incorporar grandes sectores que se desprendan del voto justicialista y de la UCR. Ahora, las fuerzas políticas están en descomposición, con grandes internas y el país espera el surgimiento de una fuerza nueva.
–¿Por fuera del PJ y la UCR?
–De sus estructuras, no de los ciudadanos que se sienten radicales o peronistas.
–¿Entonces descarta un acuerdo con la UCR?
–Sí, sí. No quiero ser agresivo, pero esas cosas que Ricardo dice “nos aliaríamos con Pino si se dejara de atacar a la UCR”... El radicalismo gobierna cuatro provincias argentinas y basta como ejemplo... No tenemos nada que ver con el proyecto de la UCR. Cuando uno dice UCR, están los buenos y los malos: aquellos con los que te irías a cenar y aquellos por los que cruzarías de vereda para no encontrarlos. No desaprovechemos la gran oportunidad de construir la alternativa al bipartidismo, no hay que se electoralero barato y de corto alcance. No todo está perdido, si no se llega en 2011, se llegará en 2015. Y el 2013 servirá para un crecimiento grande de la fuerza.
–Pero hay quienes opinan que hay que hacer la experiencia de gestionar un distrito para demostrar su capacidad.
–Estoy dispuesto a trabajar desde el espacio que mejor pueda hacer crecer nuestra fuerza y aportar a un espacio mayor. Pero no iríamos a un canje de figuritas sin un acuerdo serio, hay que tener real vocación de construir ese espacio. Los brasileros lo hicieron, los uruguayos lo hicieron. Aunque hacerlo también es un camino dificultoso porque siempre hay contradicciones. Todos están haciendo encuestas que nos dan muy bien y esas cosas inciden. Son cosas que se ponen sobre la mesa y contribuyen a una decisión.
–¿Hubo conversaciones con Graciela Ocaña?
–Las han tenido Lozano, Raffo, yo también me he encontrado con ella. No me he desentendido nunca de los problemas de mi ciudad. Pero en política no hay tontos. Nadie muestra todas las cartas, nosotros tampoco.
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