En ciertas provincias, la Justicia parece una gran familia, lo que acarrea consecuencias de todo tipo. En el Consejo de la Magistratura, al representante de los abogados del interior del país, que es el mendocino Daniel Ostropolsky, de origen radical, le toca intervenir en algunos de los expedientes sobre la conducta de jueces de sus propios pagos en relación con delitos de lesa humanidad. Pero Ostropolsky fue recusado esta semana por los abogados Pablo Salinas y Rodolfo Yanzón precisamente porque los compromisos que surgirían de su círculo de relaciones le impedirían, dicen los denunciantes, actuar con imparcialidad.

Argumentan que el consejero es amigo del camarista Julio Petra Fernández, quien arrastra varios expedientes en el Consejo y que, a su vez, es íntimo del camarista Otilio Romano, quien está muy cerca de ser citado por el organismo por su presunta complicidad con la dictadura.

Por otro lado, advierten que Ostropolsky debe investigar a la jueza Olga Pura de Arrabal por la designación dudosa del conjuez Carlos Parellada, el responsable de que el proceso de posible destitución de Romano estuviera paralizado durante casi un año. Pura de Arrabal promovió el nombramiento como prosecretaria administrativa de Ruth Ostropolsky, “familiar directa” (hija) del consejero cuestionado. Pura de Arrabal se hizo famosa por suspender la ley de medios con efectos generales. Salinas y Yanzón piden que Ostropolsky no participe de ninguna de las investigaciones contra Romano, Petra y Pura de Arrabal porque la “cadena de favores y amistades genera sospechas de parcialidad”.