“Queremos el máximo de seguridad para Buenos Aires y para los vecinos que viven en esta ciudad”, dijo la ministra de Seguridad, Nilda Garré, quien afirmó que la discusión surgida a partir de su decisión de levantar la custodia de la Policía Federal de los edificios públicos “es un tema terminado”. De ese modo buscó dar por finalizado el contrapunto con el gobierno de Mauricio Macri. Tras encabezar un acto en el barrio porteño de La Boca, Garré aseguró que la Policía Federal “cumplirá con la función para la que es idónea y para la que tiene responsabilidad: abocarse a toda la gama de delitos más graves”. Estimó, a su vez, que para custodiar los hospitales de la ciudad se necesitan 300 agentes, por lo que la Policía Metropolitana estaría en condiciones de complementar la seguridad en esos espacios. La ministra ratificó que el objetivo fundamental de su gestión es “ubicar más efectivos en la calle”.

Garré le restó importancia a la polémica que se había originado con funcionarios del gobierno porteño y dirigentes del PRO por su decisión de retirar a la Policía Federal de los edificios públicos de la ciudad. En ese sentido, afirmó que se trata de “un episodio, nada más, no hay que sobredimensionarlo”, tras lo cual rechazó la posibilidad de dar explicaciones en la Legislatura porteña, como había pedido el macrismo días atrás. La titular de la cartera de Seguridad hizo esas declaraciones ayer, mientras participaba de un acto que se realizó en La Boca, donde se retiró el último barco hundido en la ribera, como parte del proceso de limpieza de la cuenca Matanza-Riachuelo (ver página 23). Garré estuvo acompañada por el secretario de Medio Ambiente, Juan José Mussi, y el jefe de la Prefectura Naval, prefecto Oscar Arce.

Ante la consulta de los periodistas, la ministra afirmó que una de las prioridades para mejorar la seguridad se encuentra en la confianza que los vecinos puedan depositar en el trabajo de la policía. En referencia a ese desempeño, agregó que “la mayoría cumple honestamente una tarea muy compleja” y que “no hay derecho a que unos malos ensucien la tarea de los buenos, que trabajan honestamente”. También se refirió a las últimas remociones implementadas en las cúpulas policiales y consideró que “la renovación es buena”, porque si los policías permanecen en sus cargos por mucho tiempo, “pueden generarse redes que no son convenientes para la transparencia”.

Fuentes del Ministerio de Seguridad aseguraron, en diálogo con Página/12, que la discusión por la custodia en los edificios públicos es un tema terminado y que “más allá de la hostilidad mediática que proponen los funcionarios macristas”, lo que están haciendo es lo que anunció la ministra: “Ella dijo que iba a poner más gente en la calle y distribuirla en las zonas donde el mapa del delito indica que es necesario”.