EL PAíS › BEDER HERRERA ARRASó EN LAS ELECCIONES DE LA RIOJA Y FESTEJó SU TRIUNFO CON EL MINISTRO RANDAZZO
El cómputo oficial fue muy lento y al cierre de esta edición confirmaba los datos de las encuestas de boca de urna que le otorgaban a Beder Herrera más del 60 por ciento de los votos. Los radicales, en segundo término.
› Por Miguel Jorquera
Desde La Rioja
El gobernador Luis Beder Herrera tuvo que adelantar su festejo en La Rioja. La llegada del ministro de Interior, Florencio Randazzo, y su planificado rápido regreso a Buenos Aires, obligó a Beder a proclamar su reelección como gobernador con los sondeos en boca de urna y con apenas el cómputo oficial del siete por ciento de las 770 mesas dispersas en toda la provincia. “Vamos a andar en el 66 o 67 por ciento, los que muestra que ha sido un triunfo contundente”, se justificó el gobernador antes de embanderar y cobijar su triunfo bajo “ese enorme paraguas que tiene el país, que es el gobierno nacional”. Randazzo le levantó el brazo al vencedor y Beder lo invitó a salir al balcón de la Casa de Gobierno provincial. Abajo, en la plaza 25 de Mayo, centenares de personas ya habían desatado el festejo. Los fuegos artificiales y los papelitos celestes y blancos completaron la escena. Al cierre de esta edición, aunque la diferencia a favor de Beder parecía indescontable, ninguno de sus rivales había reconocido su triunfo.
Beder se mostró exultante. “Creo que se refleja nuestra alegría”, dijo el gobernador al entrar a la Sala de Prensa de la Gobernación junto a Randazzo, su candidato a vice, Sergio Casas, y el también triunfante intendente de la Capital, Ricardo Quintela. Luego volvió a repetir y remarcar, como lo hizo durante la campaña y ayer al salir de votar, su encolumnamiento con el gobierno nacional.
“Las provincias del Norte son las más beneficiadas (por el gobierno nacional) porque son las provincias que, por ejemplo, a los desocupados los ayuda con la Asignación por Hijo. Nuestras economías, de estas diez provincias, históricamente fueron casi completamente en negro y tenemos provincias donde la gente se jubila.” Pero también agregó datos de su cosecha propia. “Tenemos a todos los chicos de primaria y secundaria con computadoras. Tenemos empresas del Estado que son sociedades anónimas, que no reparticiones en donde la gente no trabaja, como Internet Para Todos con una red de fibra óptica en toda la provincia que nos ubica como la cuarta provincia en conectividad del país”, dijo Beder.
Luego el gobernador asoció las gestiones de la Nación y de la provincia otorgaron la “ratificación” en las urnas que calificó como “histórica, si se ratifica la tendencia”. “Yo esperaba menos”, agregó modesto.
Randazzo transmitió al pueblo riojano el saludo de la Presidenta (que está en México) “por una jornada cívica que ha sido ejemplar. A todos los que votaron al Frente para la Victoria y a aquellos que no”. Randazzo saludó al “compañero y amigo Beder Herrera por el contundente triunfo que ha tenido en La Rioja”, y lo extendió al intendente capitalino. La ovación de sus seguidores en la plaza llegó hasta el salón y Quintela infló el pecho.
Antes de partir, Randazzo respondió algunas preguntas. “Tuvo palabras conceptuosas para con la Presidenta”, señaló ante la consulta sobre los elogios que Menem había volcado sobre Cristina a la hora de votar. Rápido de reflejos, Randazzo recordó que “hubo ministros (Domingo Cavallo, durante la gestión menemista) que dijeron que esta provincia era inviable” y soltó un cierre lapidario a cualquier acuerdo con Menem: “No va a ser el candidato del Frente para la Victoria”.
La mañana había empezado complicada. Muchas mesas tardaron en abrir los comicios. El armado del cuarto oscuro con decenas de boletas de candidatos conspiró contra la puntualidad. En otras, la falta de autoridades de mesa contrastaba con la numerosa cantidad de fiscales partidarios. Afuera de cada escuela comenzaban a acumularse los votantes en una fila donde se mezclaban mujeres y hombres en el debut de las mesas mixtas y de un padrón que ya no divide a los votantes por género.
Rápidamente comenzaron a ventilarse “irregularidades”. Los más desprevenidos tardaban en encontrar la boleta que eligieron para meter en la urna. Otros votantes salían del cuarto oscuro para denunciar “falta de votos” (como llaman los riojanos a las boletas). Los sucesivos reclamos retrasaron más la votación. Cada dos o tres votantes, los fiscales partidarios volvían a revisar que no faltaran las boletas propias sobre las largas mesas del cuarto oscuro. Poco antes del mediodía, había votado el 35 por ciento del padrón en la Capital riojana.
A esa hora, los principales candidatos opositores a la gobernación, el ex gobernador peronista Angel Maza y el diputado radical Julio Martínez, salían a denunciar “maniobras fraudulentas” con el objetivo central de modificar el comportamiento de los votantes: “Le pedimos a la gente que lleve su voto porque no lo va a encontrar en el cuarto oscuro”, coincidieron a mitad de los comicios.
Maza fue el primero en hacer las denuncias antes de emitir su propio voto. “Nos están robando los votos”, soltó ante los periodistas sentado en el local partidario donde colgaba un afiche de su campaña en el que se veían las imágenes de CFK y del candidato con la leyenda “el futuro está en tus manos, vos elegís”. Maza deslizó sospechas sobre “compra de votos” en distintos ámbitos, entre los que incluyó a la policía provincial. No aportó pruebas pero dijo que lo hará en su denuncia ante la Justicia.
“Nos están robando los votos. El principal problema lo tenemos acá (la capital) pero no es una práctica generalizada en el interior”, dijo Martínez en su bunker del hotel Talampaya. El candidato radical, que la diferencia de Maza tiene fiscales propios en todas las mesas de la provincia, igual se mostró optimista: “Estamos ganando en Chilecito y Chamical, y si emparejamos la Capital podemos festejar”.
El menemista Carlos Santander, candidato a gobernador por Es Posible –el partido creado por el candidato presidencial puntano Alberto Rodríguez Saá– salía con los botines de punta después de votar y comparaba “La Rioja de Beder” a la “Libia de Khadafi” y “el Egipto de Mubarak”.
Como contrapartida, desde el oficialismo se destacaba la “normalidad” del comicio, aunque reconocía “algunas demoras” y el secretario de Gobierno, Felipe Alvarez, salía a responder a las denuncias prometiendo garantías en el escrutinio: “Se acreditara un veedor por partido en el centro de cómputos y se entregarán fotocopias de los telegramas de cada mesa”, afirmaba el funcionario durante la votación.
Al caer la noche, el lento recuento marcaba una tendencia que aparecía como difícil descontar. Con el 23 por ciento de las mesas contabilizadas, Beder mantenía un 75 por ciento de los votos. Ninguno de los candidatos opositores había reconocido el triunfo y nadie lo haría hasta que el recuento llegara al final, en una noche que prometía ser larga.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux