Elisa Carrió volvió anoche de una visita relámpago a La Rioja. Gustavo Gutiérrez tomó el vuelo de las tres desde Mendoza, y a la tardecita aterrizó en Buenos Aires. Los dos amigos, ex compañeros de la Comisión Antilavado, tienen previsto encontrarse esta semana. En la charla, analizarán por primera vez cara a cara la posibilidad de que el diputado se incorpore a la fórmula presidencial del ARI. Aunque aún no hay nada cerrado, cerca de Carrió todos descuentan que Gutiérrez terminará aceptando. Antes, claro, el hombre deberá vencer la resistencia de su partido y de su propia familia.
Aunque Gutiérrez es uno de los candidatos que se vienen barajando desde hace tiempo, su nombre circuló con más fuerza en los últimos días, por una serie de razones. En principio, porque otras alternativas –Víctor de Gennaro, Hermes Binner– se descartaron ante la imposibilidad de articular alianzas con otros sectores. Además, se acerca la fecha de la definición (el 8 de marzo), el resto de los candidatos presidenciales ya anunciaron su fórmula y el ARI necesita cuanto antes decidir la suya.
Carrió está obligada a tomar la decisión más temprano que tarde. Ayer por la noche volvió de Catamarca, adonde viajó para apoyar a Rubén Manzi, un conocido neurocirujano que se convirtió en el candidato a gobernador del ARI. Gutiérrez, por su parte, estuvo los últimos días en Mendoza, conversando con su familia y con los dirigentes del Partido Demócrata, y ayer volvió a la Capital.
Hubo conversaciones informales. Ayer, por ejemplo, Graciela Ocaña, una diputada de máxima confianza de Carrió, habló telefónicamente con Gutiérrez. Hasta ahora, sin embargo, no se ha avanzado en concreto sobre la posibilidad de que el mendocino se incorpore a la fórmula del ARI. La idea de Carrió, según revelaron ayer fuentes cercanas a la chaqueña, es sentarse con Gutiérrez esta semana y resolver el tema de una vez por todas.
Quizá no sea tan sencillo. Las autoridades del Partido Demócrata se reunirán hoy para ratificar el apoyo a Ricardo López Murphy. “La decisión que vaya tomar Gutiérrez será personal y que no tiene nada que ver con los órganos partidarios. Gutiérrez trabajó en los acuerdos programáticos que son columna vertebral ideológica y votó favorablemente por el Movimiento. Ahora llama la atención que quiera ser competidor”, sostuvo Marcos Niven, presidente del PD.
Las declaraciones del mendocino reflejan el malestar que produjo dentro del PD –un partido de larga tradición conservadora y que ya anunció su apoyo a López Murphy– la posibilidad de que Gutiérrez se sume a la fórmula del ARI. De todos modos, es difícil que el enojo se transforme en una medida concreta: la carta orgánica de los demócratas no prevé la expulsión de sus militantes.
No es el único inconveniente. El 5 de febrero, dos personas armadas se acercaron al domicilio de Gutiérrez, amenazaron al custodio, al que golpearon en la cabeza, y balearon el frente de la casa. El diputado relacionó el atentado con las denuncias formuladas contra Raúl Moneta. Y su familia, asustada, le pidió que baje la exposición pública: aceptar la candidatura sería exactamente lo contrario.
Si de todos modos Carrió logra convencerlo, Gutiérrez le aportaría al ARI una serie de ventajas, según la evaluación que hacían ayer cerca de la chaqueña. La primera, la más evidente, es la imagen de un político de centro, poco conocido pero sólido y con una trayectoria sin grandes cuestionamientos. Además, el diputado es un hombre del interior, lo que contribuiría a balancear el perfil más porteño que –más allá de la procedencia de su jefa– predomina en el ARI. Y podría, finalmente, acercar algunos votos en Mendoza, donde es un dirigente conocido.
Una vez definida la fórmula, la idea de los operadores de Carrió es lanzarla con un acto importante, similar al de la proclamación de la candidatura en el Teatro Ateneo. En un primer momento pensaron en hacerloen Rosario, pero las dificultades para que se acerquen los militantes y la prensa los convencieron de trasladarlo a la Capital. Aunque todavía no hay una fecha firme, el objetivo es concretarlo en los primeros días de marzo, cerca de la fecha de oficialización de la fórmula. Y aprovechar la ocasión para presentar también el programa definitivo de gobierno, que la diputada Marcela Rodríguez y el economista Rubén Lo Vuolo tienen previsto concluir en esos días.
En cualquier caso, y por más planes que haga, lo cierto es que la estrategia de Carrió se desarticularía de un día para el otro si Gutiérrez no acepta el ofrecimiento. Por las dudas, en el ARI ya hay algunos que piensan en Rafael “Balito” Romá como candidato muleto.