Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe

Carlos Reutemann mantiene su ilusión de ser candidato a presidente de la República. Pero no ahora, quizás en las elecciones de 2007. Pero eso tampoco está claro. Ayer, el gobernador de Santa Fe se aferró a la metáfora que utiliza desde su despiste político de 1999 para reiterar lo que ya se sabe. “El Santo pasa una sola vez por la puerta”, dijo con cierta nostalgia por la supuesta oportunidad perdida. Aunque ésta sería la segunda, no la primera. Y al toque alentó la esperanza de postularse en el futuro. No dijo cuándo. “Alguna posibilidad siempre existe. Alguien me aconsejó que éste era un momento ideal porque muchas cosas cuando están mal, es muy difícil que empeoren. Y si hay una pequeña mejoría la gente la puede sentir”, especuló. Entonces, si el Lole ya dejó pasar dos chances, ahora habrá que esperar cuatro años para saber si hay una tercera.
Reutemann aprovechó además para pasarle otra factura a Néstor Kirchner, aunque sin nombrarlo. “A mi juicio lo que dijo un candidato justicialista que vino a Rosario, que él no necesita el apoyo de ningún dirigente de la provincia, me pareció correcto. Es lo que hubiera hecho yo si hubiera sido candidato”, dijo en el programa “Mano a Mano”, que se emite por la emisora LT9.
“Yo mantengo mi posición pública”, afirmó después el Lole. Su neutralidad en la pelea peronista por el poder dividió a su círculo de seguidores. El elenco de subordinados aplaude esa prescindencia. Pero otro grupo de sus amigos se la reprochan porque “queda pegado” a Carlos Menem. “Este es un momento especial de la Argentina”, reflexionó Reutemann. “Cada candidato es responsable de las cosas que dice, qué va a hacer con el país, qué planes tiene. Después de lo que pasó en el 2001 y 2002, cualquiera de los candidatos que gane, desde el momento que tiene colocada la banda presidencial, el reloj le jugará en contra porque los tiempos son diferentes. Por lo tanto, a mi juicio, lo que dijo un candidato justicialista que vino a Rosario, que él no necesita el apoyo de ningún dirigente en la provincia de Santa Fe, me pareció correcto. Es lo que hubiera hecho yo si hubiera sido candidato”, dijo Reutemann sin nombrar a Kirchner. Y agregó, ya en tono de advertencia: “Después de los cacerolazos del 2001 tendrá que cumplir a rajatabla lo que dice. Los tiempos se han acortado muchísimo. Esa es mi visión de la Argentina que vendrá. Cada uno tiene que ser responsable de su voto y después exigir (que se cumplan las promesas) y no decir: ‘Yo voté a Fulano porque me lo pidió tal dirigente’. No, hay que analizar, mirar y tomar una decisión”, recomendó.
–Dicen que usted se cansó de la actividad pública. Recuerdan cuando perdió el campeonato mundial de Fórmula 1, al año siguiente corrió dos carreras y dijo basta. Hoy la sensación es la misma: la gente tiene la idea de que usted quiere llegar al 11 de diciembre y punto. Que se cansó. ¿Es así? –le preguntaron.
–No han sido años de días felices. Todos los días hubo que remar contra los problemas: la inseguridad, la desocupación. Una enorme cantidad de problemas que nos tocó en este gobierno. Yo creo que la Argentina vivió parte de los 10 años (del menemismo como) una película y a partir de 1999-2000 empezamos a vivir la Argentina real. Sabía que iba a ser una gestión diferente a la otra y complicada. Y esto deja su mella en la persona. Depende de cómo es cada uno: si asimila las cosas o le rebotan. Ese quizá sea el eje de la cuestión: algunos absorben más y otros no tanto. Creo que la cuestión pasa por allí –contestó Reutemann.
–Entonces, ¿vale la opinión que usted está cansado, que no tiene el mismo entusiasmo?
–A mí me gusta solucionar las cosas más rápido. Me acostumbré a vivir en un ambiente donde las cosas se solucionaban rápido. Y hoy veo que (en el Gobierno) intervienen muchísimos factores para solucionar un problema, se mezclan cuestiones locales, cuestiones nacionales, situaciones políticas –se lamentó el Lole.
Reutemann descubrió también que “los medios están tomando partido con determinados candidatos” pero evitó hacer nombres, aunque sí dio pistas. “Algunos están para el lado de Anillaco. Pero hay otros que juegan del otro lado. Evidentemente, a medida que se va acercando la campaña veo con preocupación que los medios no son totalmente equilibrados. Están tomando mucho partido en este tema”, concluyó.