EL PAíS
Ginés no quiere ir como diputado pero igual sigue sobrando demanda
El ministro de Salud no será candidato a diputado por Buenos Aires, a diferencia de la mayoría de sus compañeros de gabinete. De todas maneras, sigue contrarreloj la pelea por los primeros puestos.
Con la urgencia que imponen los plazos, el duhaldismo se dedicó ayer a definir los nombres que llevará la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. Eduardo Camaño, quien tiene reservado el segundo puesto de la serie, fue el encargado de dirigir las negociaciones. Las tratativas se produjeron en escenarios diferentes –varios despachos del Congreso y, principalmente, la sede partidaria de avenida de Mayo al 800– y provocaron ansiosos llamados telefónicos de los posibles candidatos. Ayer, los cinco primeros lugares ya estaban confirmados: se los reservaba a Chiche Duhalde, Camaño, Carlos Ruckauf, Graciela Camaño y Alfredo Atanasof, y quedaba una vacante luego de la renuncia pública del ministro de Salud, Ginés González García. Mientras seguían las negociaciones contrarreloj, en el Congreso circulaba un apelativo para definir a la nómina del PJ: la llamaban “la lista de los fueros”.
La presencia en la lista de tantos funcionarios en ejercicio es una decisión del propio Duhalde, que el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, defendió con el argumento de que las boletas deben dejar de estar “plagadas de hombres y mujeres desconocidos”. “En lo referente a la representatividad, se ha ganado en calidad”, se elogió el orgulloso Fernández, quien figura entre los nombres de la lista y hace un tiempo se definió a sí mismo como “el mejor candidato a vice que tiene el peronismo”. Pero a diferencia de Fernández, en el Congreso interpretaban de otra forma –como la búsqueda de una salvaguarda legal– que algunos ministros figuren en la serie duhaldista.
Ayer a la tarde, Camaño continuaba con sus gestiones, y trataba de completar los puestos de la lista con la orden de respetar las preferencias de Duhalde. A esa hora todavía no estaba terminada la negociación y el trámite prometía durar toda la noche. “Son muchos los llamados pero pocos los elegidos”, sintetizaba a Página/12 uno de los dos operadores a quien el Presidente encargó la cuestión. Todo indicaba que después de los cinco primeros lugares, la grilla se completaría con el diputado José María Díaz Bancalari, y los funcionarios Juan José Alvarez (Seguridad), Nélida Doga (Desarrollo Social), Fernández y José Pampuro (secretario general de la Presidencia). Según el apoderado Jorge Landau, la sucesión de nombres se resolvería antes de la medianoche.
El ministro de Salud, otro funcionario que en los rumores previos figuraba en las listas, se bajó ayer públicamente del cargo. “Dije categóricamente que no quiero ser incluido en la lista para la Cámara de Diputados –aseguró ayer González García en diálogo con Página/12–. No me parece que sea tan útil allí, y prefiero quedarme hasta el final del gobierno trabajando y garantizando los acuerdos sanitarios con las provincias para que tengan continuidad política cualquiera sea el gobierno electo. Después veré.” Con la salida del ministro, se desocupó un puesto entre los primeros diez, los más deseados por los aspirantes del duhaldismo más puro. Todos quieren asegurarse su ingreso al Congreso, y el propio Duhalde quiso calmar la ansiedad prometiendo que este año serán electos veinte diputados del PJ bonaerense.
Más allá de las gestiones que lleva adelante Camaño, lo cierto es que será Duhalde quien tenga la última palabra. “En la provincia tenemos un mandante. Ha sido toda la vida así, desde 1991, desde hace trece años que es así”, confesó a Página/12 un importante operador del PJ bonaerense con experiencia en el armado de listas. Los duhaldistas son conscientes de estos antecedentes, y por eso muchos no se confían en las versiones y lo que circuló en los últimos días. Por ejemplo, uno de los dirigentes cuyo nombre se menciona desde hace una semana, anoche esperaba que se cumpliera una promesa presidencial. “En los primeros diez, van a ir Chiche, dos diputados y el resto ministros”, le había prometido Duhalde.