EL PAíS › EL PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA PIDIó “NO MAGNIFICAR” LOS ERRORES DEL ESCRUTINIO PROVISORIO DE LAS PRIMARIAS
Ricardo Lorenzetti remarcó que “los resultados no están en cuestión” y reclamó “ser prudentes y muy serios”. Dijo que “problemas” hay “en todos los procesos electorales”, pero que “en la Argentina el nivel de error es muy bajo”.
› Por Raúl Kollmann
El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, fue concluyente con la asombrosa polvareda que se levantó alrededor del escrutinio provisorio: “En todos los procesos electorales hay errores y problemas, pero las cifras de la elección son muy claras. Es más, en la Argentina el nivel de error es muy bajo. Si hay errores habrá que corregirlos y si hay información equivocada, también. Pero hay que ser prudentes y muy serios: los resultados no están en cuestión. No hay que magnificar”. El titular de la Corte salió así al cruce del juez federal bonaerense Manuel Blanco, quien dio pie a titulares con la frase “hubo grandes errores en el escrutinio provisorio”, pese a que luego detalló que se trata de una proporción mínima, en comparación con las 31.500 mesas de la provincia de Buenos Aires, que se trató de equivocaciones en los telegramas –que no tienen valor legal–, producto de la complejidad de la elección bonaerense, y que no percibía ninguna maniobra política en esos errores. Más allá de las declaraciones, la Justicia Electoral no registra hasta ahora ni una sola denuncia por faltante de boletas o por irregularidades en el escrutinio.
“No es bueno crear la sensación de que los resultados están en cuestión –dijo Lorenzetti en Radio Del Plata–. El proceso electoral ha estado bien, no hubo algo grave. De manera que hay que ser prudentes y serios. Los resultados no están en cuestión. En todos los procesos electorales hay errores y problemas. Y la Argentina, en realidad, tiene un muy bajo nivel de error o de mala información. Eso es histórico y ahora se ha ido perfeccionando más. Por supuesto que siempre está el debate si el Poder Judicial debe tener control también sobre el escrutinio provisorio. Nuestra posición tradicional es que sí. Pero ésa es otra cuestión. Las cifras de la elección son muy claras.”
Lorenzetti expresó así claras coincidencias con lo señalado por la Cámara Nacional Electoral (CNE), el tribunal que está a cargo de los comicios en la Argentina. Los jueces Rodolfo Munné, Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via dejaron en claro que los planteos de algunos legisladores opositores no tienen sustento legal esencialmente porque ni los telegramas ni el escrutinio provisorio tienen valor legal, sólo sirven para difundir los resultados en la noche de la elección. Además, los jueces electorales consideran –como Lorenzetti– que lo señalado públicamente por los legisladores no tiene volumen, se trata de muy pocas mesas que no alteran en nada los resultados electorales.
Los diputados Graciela Camaño, Patricia Bullrich, Federico Pinedo y Gustavo Ferrari viajaron a La Plata para entrevistarse con el juez Blanco. Lo curioso es que no dejaron ni un escrito y no hicieron una denuncia concreta desde el punto de vista judicial. Es más, la Justicia Electoral no recibió ninguna denuncia en todo el país ni por los escrutinios ni por la falta de boletas. La CNE proveyó a todas las escuelas de una llamada bolsa de contingencia, con boletas adicionales de todos los partidos.
Los legisladores opositores se cuidaron de usar la palabra fraude, porque los ocho millones de votos de diferencia entre la Presidenta y Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde no dejan ningún margen para cuestionar los resultados. Esa es la razón por la cual Lorenzetti señaló que “los resultados son muy claros”. Tanto la CNE como el propio juez Blanco consideran que es inevitable que haya algún nivel de error en el llenado de los telegramas porque en muchísimos distritos bonaerenses había ocho candidatos a intendente del Frente para la Victoria, cinco de Unión Popular, dos de la Unión para el Desarrollo Social y todavía más cantidad de listas para concejales. Hubo cuartos oscuros con cien boletas y, por lo tanto, telegramas en los que hubo que discriminar esas cien alternativas. Se esperaba un margen de error del dos por ciento y terminó siendo menos.
El que verdaderamente cuenta, el escrutinio definitivo, está terminado en todas las provincias y sólo falta Buenos Aires. Todo indica que los trabajos terminarán este sábado, aunque se reservarán domingo y lunes para revisar las mesas en las que hay diferencias en la documentación. Una vez finalizado el escrutinio definitivo deberán proclamarse los candidatos y la inscripción se debe hacer antes del sábado 3 de septiembre.
El único que habló de que “el aparato del Gobierno truchó la elección” fue Eduardo Amadeo, el candidato a gobernador bonaerense duhaldista. Amadeo obtuvo el nueve por ciento de los votos, frente al 50 por ciento que consiguió Daniel Scioli. Para colmo, Amadeo afirma que el lunes presentará una denuncia penal contra cinco presidentes de mesa, lo que implicaría que esas autoridades de mesa no cometieron errores, sino que cometieron un dolo. La preocupación en la CNE es, justamente, que semejantes denuncias compliquen todavía más la convocatoria de autoridades de mesa para octubre. El propio juez Blanco sostuvo que “se trató de errores en el llenado de telegramas. No creo que sea un intento de fraude. Hubiera sido muy burdo. Se puede ser pícaro, pero no animal”.
Pinedo llegó a La Plata pese a haber sido candidato en la Capital, donde el escrutinio definitivo sólo mostró una pequeña diferencia: la Presidenta no sacó el 30,08 por ciento, sino el 30,17. Es decir, tuvo más votos de los que se habían consignado inicialmente. Los demás candidatos obtuvieron el mismo porcentaje que el que se estableció la noche de la elección. Por ello Lorenzetti señaló que se está magnificando y que la Argentina es uno de los países con menor nivel de error.
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