EL PAíS › LOS HIJOS DEL REPRESOR VAN COMO CANDIDATOS A GOBERNADOR POR PARTIDOS DIFERENTES
Los hermanos Ricardo y Luis José Bussi reivindican por igual a su padre, el genocida Antonio Domingo Bussi, con arresto domiciliario. Pero no se pusieron de acuerdo y el domingo competirán en Tucumán para ver quién saca más votos.
› Por Julián Bruschtein
Desde Tucumán
“Los Bussi sólo se están peleando por ver quién se queda con el poco poder que todavia tienen.” La afirmación se escucha en las calles de la capital tucumana. La familia, que llegó a ser una de las más poderosas –durante la dictadura militar y en los años ’90–, llega a las elecciones del domingo con pocas posibilidades de obtener la gobernación y con los hermanos Ricardo y Luis José peleados con denuncias penales de por medio. Los dos defienden el pasado genocida de su padre, Antonio Domingo Bussi, y se postulan para la gobernación y como primeros candidatos a legislador en listas diferentes para enfrentar al oficialista Frente para la Victoria del gobernador José Alperovich.
“Se pelean por ver quién es el más facho de los dos”, aseguró Jorge Fernández, un empleado de 26 años que atraviesa la Plaza Independencia, en el centro de la ciudad, de camino a su casa. La disputa es intensa entre los hermanos Bussi por el poder político que había construido su padre Antonio Domingo Bussi, hoy condenado a reclusión perpetua por la Justicia por desapariciones, secuestros y tormentos durante la dictadura militar. Por su estado de salud cumple arresto domiciliario en un country.
Ricardo Bussi se presenta el domingo como candidato a gobernador por Fuerza Republicana, el tradicional sello que fundó su padre, mientras que Luis José irá con su partido Republicanos Fundacionales. El genocida Bussi se hizo cargo del Operativo Independencia que se desplegó en Tucumán cuando fue intervenida en 1975. Allí quedó a cargo de la represión que se aplicó sobre la población tucumana bajo la máscara del enfrentamiento con la guerrilla que significó el laboratorio de lo que unos meses más tarde se implementaría en todo el país a partir del golpe militar que llevó a Jorge Rafael Videla a la presidencia. El represor Bussi tuvo cuatro hijos, de los cuales los únicos que se dedicaron a la política fueron Ricardo Argentino y Luis José.
“No saben qué hacer con lo que queda del poder que había logrado su padre”, confió un ex allegado al bussismo. Aún no están del todo claras las razones por las que rompieron relaciones, pero el hermano mayor comenzó a mostrar sus intenciones al pedir internas en Fuerza Republicana, lo que enfureció a Ricardo. “Tenemos severas diferencias políticas”, aseguró Luis José al presentar su nuevo agrupamiento en 2009.
“La plata que mueven dentro del partido es el eje de la disputa”, aseguró un funcionario de la gestión de Alperovich, que agregó que “si Ricardo llega a revalidar su banca va a tener que hacer un gran elección en la ciudad, porque en el interior no lo vota nadie”. Primero fue Ricardo el que se cargó al hombro la campaña para defender a su padre cuando era juzgado en el Juicio a las Juntas en 1985 por crímenes de lesa humanidad. Después fue su secretario privado cuando accedió a la gobernación en 1995 y en 1997 fue electo diputado nacional, para unos años más tarde, en 1999, acceder al Senado. Finalmente, en 2003, quedó a las puertas de la gobernación al perder por escaso margen con el justicialista Julio Miranda, en un escrutinio para el infarto.
A pesar de ser más grande, Luis José –que en la campaña utiliza su nombre al revés: José Luis– arribó a la política en 1987, como asesor de la Cámara de Diputados. Pero su desembarco en la política tucumana fue bastante posterior al de su hermano: en 2007 se presentó como candidato a legislador y resultó electo junto a Ricardo antes de la ruptura, cargo que ambos mantendrán hasta diciembre. Además, en julio pasado presentó un libro sobre la vida de su padre en el que lo destaca como un “héroe de la patria” por su desempeño en la dictadura.
En las últimas semanas se especulaba con que los hermanos lograran llegar a un acuerdo para presentarse juntos y enfrentar con su apellido al justicialista Alperovich –amplio favorito en las encuestas– en las elecciones del domingo. Pero las negociaciones no llegaron a buen puerto, e incluso Luis José señaló en los últimos días de la campaña que “cuando uno no quiere, dos no pueden, yo quiero que le vaya bien a mi hermano. Pero a partir del 29 habrá un nuevo liderazgo en el bussismo”. Mientras, la Justicia confirmó unas semanas atrás el hallazgo de restos humanos en el Pozo de Vargas, una causa por desapariciones en la que Bussi es uno de los principales implicados. Los hermanos ahora se pelean por ver quién es el portador de los ideales y principios de su padre represor.
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