EL PAíS › EL JUEZ FEDERAL DE SAN MARTíN INDAGó A LOS ACUSADOS, QUE NEGARON SU RELACIóN CON LA QUEMA DE VAGONES
A Sobrero se le imputa ser parte de una asociación ilícita, lo mismo que a Leonardo Portorreal. El juez afirmó ayer que en su declaración aclararon algunos puntos. Y que, incluso, hoy podría decidir su excarcelación.
El juez federal de San Martín, Juan Manuel Yalj, deberá resolver hoy los pedidos de excarcelación de los cinco detenidos por su supuesta participación en la quema de vagones del ferrocarril Sarmiento en mayo pasado y luego tendrá diez días para analizar las pruebas y decidir sobre su procesamiento. Ayer, en su declaración indagatoria, el delegado ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero negó haber tenido participación en el hecho y rechazó la hipótesis de sabotaje previo. El juez le imputa “asociación ilícita, estrago doloso y extorsión”.
El magistrado basó su detención en el testimonio de uno de los primeros detenidos por el incendio quien, después de todos estos meses, dijo que le habían pagado por la quema y que el reclutador fue un tal Leo, que se comunicaba por handy con Sobrero. El “Pollo” declaró ayer que desde 2004 no usan handies y que para él el descarrilamiento no fue intencional sino que se produjo por el mal estado de los materiales, por lo que responsabilizó a TBA. Como supuesto Leo está detenido Leonardo Portorreal, ex vocero del dirigente, quien declaró que está desvinculado de la actividad ferroviaria hace cuatro años. Como su descripción física no coincidiría con la que había dado el preso, el juez podría excarcelarlo hoy, según la versión que dieron sus abogados.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) difundió un comunicado en el que critica la detención de Sobrero “realizada mediante un procedimiento irregular y en el contexto de una investigación plagada de dudas” (ver recuadro). Recuerda que las pruebas en que se basó esa medida surgen del testimonio de uno de los posibles autores materiales del incendio: Alan Srobacki, detenido en mayo junto con Víctor Martínez.
Aquel arresto había sido concretado por tres policías federales, de la división Seguridad Ferroviaria, que recién el 7 de septiembre reaparecieron en el juzgado y pidieron declarar. Plantearon que se habían olvidado de decir que los detenidos no sólo admitieron su participación en la quema sino que les habían pagado para eso. Que fue un tal Leo, que les dio 100 pesos y que les pagaría 500 más. El 13 de septiembre el secretario del juzgado dejó constancia de un llamado de Srobacki desde la cárcel que pedía ampliar su indagatoria. Por eso fue llevado al juzgado un día después.
El eje de la acusación a Sobrero es que habría manejado supuestos sabotajes que tenían como objetivo la regularización de personal tercerizado alineado en la lista Bordó, que él lidera en la Unión Ferroviaria, en la vereda opuesta a la conducción de Pedraza. Al ser indagado, el “Pollo” intentó demostrar que Srobacki mintió. Aseguró que no usan handies desde hace al menos siete años e intentó dar argumentos técnicos de por qué el descarrilamiento fue espontáneo, provocado por materiales vencidos y sin mantenimiento.
Después de escuchar a Sobrero, el juez Yalj dijo que el dirigente había dado “una serie de explicaciones atendibles” y señaló que “el juzgado había escuchado una campana hasta el momento de las detenciones” pero en los próximos días se ordenarían nuevas medidas para corroborar esas explicaciones. “Nosotros (en el juzgado) partíamos de la base de que el descarrilamiento fue un sabotaje. Sobrero dice que eso es por fatiga de material. Así que ahora debemos reforzar la tesis de si fue un atentado o si el material es tan endeble que los tornillos se salen solos”, dijo Yalj. Por la mañana, había afirmado que había pruebas de que Sobrero “sería el cabecilla” de una supuesta “asociación ilícita” y que el gremialista “pergeñó y armó el incendio de los trenes” aunque no tuviera participación directa.
El juez señaló que Sobrero admitió haber estado en la estación Haedo en el momento de los incidentes, pero reveló que había mantenido una discusión con un jefe policial al que acusaba de no preservar las cámaras de seguridad. El delegado también le dijo que no necesitaba quemar los trenes para pararlos porque él los podía parar “con una orden”.
En tanto, Portorreal –quien asegura ejercer la docencia– dijo que desde 2007 no trabaja en el ferrocarril, donde era vocero de la lista Bordó, y que desde entonces vio a Sobrero a lo sumo dos veces. El propio juez Yalj admitió a sus abogados que existen chances de darle hoy la excarcelación. El juez le pediría opinión al fiscal sobre esta situación y la de Sobrero, aunque hasta ahora no le corrió vista de nada. El resto de los detenidos los hermanos Fernando y Guillermo Díaz (presuntos barrabravas del club All Boys) y Rodrigo Peláez también negaron su participación pero admitieron haber estado en el lugar de los hechos. Según el juez, ellos fueron la mano de obra contratada para quemar los trenes.
“Tenemos pericias que nos demuestran, desde un primer momento, que se utilizaron nafta y kerosene. Hay montones de videos que fueron reproducidos por los medios y se ve claramente cómo estuvo organizado. También se vio que uno de los rieles fue cortado para provocar el descarrilamiento”, contó el juez.
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