El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, responsabilizó ayer por la mañana a la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico que conduce Ricardo Cirielli por las demoras que se registraron en los vuelos que debían partir de Ezeiza el miércoles por la noche. El funcionario relató que los controladores que tenían que hacerse cargo de ese turno alegaron que no se sentían bien anímicamente, por lo cual no iban a realizar sus tareas. “Creemos que es muy difícil que se dé una situación de condición anímica que sea colectiva y que les dé a los doce controladores. Puede darle a uno, a dos. Creo que esto fue un verdadero boicot”, subrayó. Cirielli respondió más tarde con una carta enviada al ministro donde afirma que a unos 50 controladores se les impide ingresar a cumplir con sus funciones por orden de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Ministerio de Defensa. Por la noche, el ministerio emitió un comunicado donde desmiente que exista un listado por el cual se impida ingresar a algún controlador a realizar sus tareas diarias.

Puricelli contó detalles de un conflicto que ya lleva varios días. “La semana pasada no firmaban las planillas que tienen que firmar después de que se termina el control de una aeronave para que pueda volar. Se les hizo toda la atención del servicio y el supervisor no firmó, y en consecuencia uno se queda sin un avión que estaba habilitado y se generan problemas en la programación”, agregó. El ministro afirmó que la presidenta Cristina Fernández “no permanece impasible en estos casos”, por lo cual “tomó decisiones como restituir a la Fuerza Aérea el control del tránsito aéreo, dejando en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) todo lo que es fiscalización, regulación y capacitación del servicio”.

Cirielli denunció una persecución y se lo hizo saber al ministro en una carta que le envió ayer. Allí afirma que se está creando un clima de presión y tensión hacia lo trabajadores de APTA, dice que no se estarían respetando los parámetros de seguridad operacional y lo hace responsable por lo que pueda pasar. A raíz de ello, Puricelli respondió con otro comunicado donde descartó cualquier tipo de persecución, afirmó que no se le prohíbe a ningún controlador el ingreso a su puesto de trabajo y remarcó que en los aeropuertos argentinos se cumple con las normas de seguridad. Lo que sigue son lo párrafos principales del comunicado:

n “No existe ningún listado confeccionado por la Fuerza Aérea o este ministerio por el cual se impida ingresar a ningún controlador a realizar sus tareas diarias y mucho menos que exista algún tipo de discriminación en función de su condición sindical.”

n “Desmiento categóricamente cualquier acción por parte de las autoridades de la Fuerza Aérea tendiente a ejercer presión a los controladores y pongo en su conocimiento que éstos se encuentran de-sempeñando sus tareas en un marco de armonía y total libertad.”

n “Finalmente le garantizo que el control del tránsito aéreo se está prestando de conformidad con la normativa internacional vigente y con el mayor grado de seguridad y en lo que hace a su amenaza le recuerdo que soy responsable en absoluta plenitud por mis actos y conductas desde el mismo momento en que asumí este cargo.”