El dirigente social kirchnerista Luis D’Elía incorporó a su partido Movimiento Integración Latinoamericana de Expresión Social (Miles) al secretario general adjunto del Sindicato del Subte, Néstor Segovia. “Queremos un partido nuevo, sin sectarismos, amplio y que no sea funcional a un gobierno de turno. Hace mucho que veía muy mal que no se pudiera decir nada más que cosas malas. Quiero poder apoyar lo que se hace bien y criticar lo que se hace mal”, afirmó Segovia, ex referente del trotskista Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) entre los combativos metrodelegados. “Nuestro partido suma a un destacado militante”, señaló D’Elía a través de un comunicado que “oficializó” la afiliación al Miles de Segovia, a quien definió como “un luchador consecuente, en aras de la libertad sindical y en contra del apetito de las corporaciones”.

“No soy kirchnerista para nada. Yo sé que Luis D’Elía es de la parte más dura del kirchnerismo, pero lo conversé y lo hablé con él y voy a tener la libertad para decir lo que pienso”, dijo Segovia que ayer se cansó de atender su celular –donde Cacho Castaña suena en su contestador afirmando que “tengo la lengua picante”– para ratificar su incorporación al Miles.

“El partido Miles se propone tener un fuerte protagonismo en la clase obrera organizada, con la fuerte aspiración de incorporar a los mas vastos y diversos sectores sociales. ¡Bienvenido Néstor Segovia!”, dice el párrafo con que D’Elía cierra su comunicado.

La afiliación de Segovia se concretó el jueves por la noche en una reunión que D’Elía compartía con sus aliados Pedro Wasiejko (dirigente del sindicato del neumático y secretario adjunto de la CTA kirchnerista) y Eduardo Sigal (del Frente Grande y ex funcionario de la Cancillería), junto a quienes lanzará en febrero un frente electoral filo K. Allí también tendrá un lugar destacado Segovia, que reparte su militancia entre la estructura gremial del sindicato de Subterráneos y el trabajo territorial en Moreno, en el tercer cordón del conurbano bonaerense.

El acercamiento entre D’Elía y Segovia se produjo en plena disputa de los metrodelegados por construir su propio sindicato independiente de la UTA, a cuya conducción siempre estuvieron enfrentados. El dirigente de la Federación de Tierras y Viviendas fue uno de quienes contactó a los delegados del Subte con funcionarios nacionales que terminaron avalando la creación del nuevo gremio. Incluso, D’Elía prestó su local de Pueyrredón 61, donde todavía funciona la sede del sindicato del Subte.

La relación de Segovia con D’Elía y el sector de la CTA alineada con el Gobierno distanció a la dirigencia del MST del delegado de la Línea C del subte, a quien no consideraban “un militante orgánico”. Segovia no integró las candidaturas del MST en Proyecto Sur y volvió a enfrentar y vencer el año pasado a la lista que impulsaba el trotskismo en el gremio.