La organización Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y el Polo Obrero mantuvieron cortado el tránsito en varios puntos de acceso a la ciudad de Buenos Aires, en reclamo de que “el aumento (del plan Argentina Trabaja) sea para el conjunto de los trabajadores, sin clientelismo”. Desde las once de la mañana hasta las seis de la tarde cuando, tras realizar asambleas en los distintos puntos de concentración, los manifestantes decidieron despejar la calle, hubo congestionamiento de tránsito en los ingresos por zona norte, oeste y sur de la ciudad. La ministra de Seguridad, Nilda Garré, calificó como “salvaje” la medida de fuerza, les pidió a los manifestantes que despejaran los puntos y responsabilizó a Néstor Pitrola (PO), Chistian Castillo (PTS), Vilma Ripoll (MST), Juan Carlos Alderete (CCC), Humberto Tumini (Barrios de Pie), a “la CTA sector (Pablo) Micheli”, al diputado Fernando “Pino” Solanas y al ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, por la protesta. “Persisten en usar esta metodología salvaje para lograr algún tipo de demanda o, peor, para desestabilizar”, disparó la ministra.

Los piquetes protagonizados por trabajadores de distintas organizaciones sociales, que dijeron no haber recibido el plus de 250 pesos por presentismo y 300 pesos por productividad anunciado por la Presidenta hace dos semanas, se localizaron en el Puente Pueyrredón y en los cruces de Rivadavia y General Paz, y Panamericana y 197. Esas medidas de fuerza empezaron alrededor de las 11 de la mañana. Sin embargo, ya había congestionamiento desde antes de que los militantes cortaran los accesos debido a que un camión volcó por la mañana en General Paz y la Autopista Ricchieri, y al bloqueo en la autopista Illia encabezado por unos cincuenta vecinos de la Villa 31, que protestaron por probelmas internos de ocupación de tierras en la villa (ver página 17). Mientras sigue pendiente la resolución por el reclamo de micros escolares.Al mediodía, la ministra se comunicó con algunos medios radiales y televisivos. “Es lamentable la reiteración de estas actividades extorsivas sobre los ciudadanos que tienen que entrar y salir de la ciudad”, sentenció, y llamó a grupos que encabezaron el conflicto “irrepresentativos”. “Irrepresentativos en términos de cantidad de gente, y de acuerdo a los resultados electorales que obtuvieron, si es que se puede tomar eso como parámetro objetivo”, explicó. La hipótesis propuesta por Garré fue que el objetivo de las organizaciones piqueteras ayer fue “generar un clima de violencia y represiones que los erijan en víctimas”. Luego, insistió con esa idea. “Estamos en una permanente tratativa para resolver este conflicto sin violencia, y estamos denunciando que acá hay gente que quiere, aparentemente, victimizarse”, reiteró.

Las declaraciones de Garré fueron respondidas con enojo por representantes de los partidos políticos y organizaciones a los que les pidió que fueran “responsables”. El candidato a diputado del PO Gabriel Solano y Humberto Tumini usaron Twitter para responderle, mencionando el Proyecto X de la Gendarmería.

Más allá de las críticas a la metodología del piquete y el corte total de autopistas, Garré aclaró que la política del Gobierno no apunta a criminalizar la protesta. “No estamos contra la movilización ni la protesta, pero tiene que ser hecho en el marco del respeto de los derechos a transitar y a ir a trabajar”, dijo, y agregó: “El Gobierno tiene una política muy clara de no criminalizar la protesta. Desde el 2003, Néstor Kirchner y luego la Presidenta han sido muy coherentes en esto”.

Por otro lado, la ministra de seguridad reconoció como “razonable” el motivo del reclamo: “Está dentro de lo razonable que ante un incentivo, se reclame más. Pero hay que reconocer el camino recorrido y no ser cada vez más salvaje, porque este no es un mecanismo útil en un sistema democrático”, explicó Garré.

Consultado por los motivos de la medida de fuerza, el dirigente de Barrios de Pie Daniel Menéndez explicó que “el incremento salarial anunciado por la Presidenta llega sólo al 20 por ciento de los trabajadores (que reciben el plan Argentina Trabaja), dejando afuera a más de cien mil trabajadores y profundizando las prácticas clientelares, ya que el aumento será determinado de manera arbitraria”. “Por ello se debe dar un aumento al conjunto de los trabajadores, sin clientelismo”, aclaró.