Frente a las denuncias que el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, viene haciendo sobre la política carcelaria en la provincia, el gobernador Daniel Scioli respaldó a su ministro de Seguridad, Ricardo Casal, y se mostró junto a él en un acto público. La actividad –consistió en la presentación de un sistema para hacer denuncias por Internet– incluyó una rueda de prensa en la que Scioli respondió sobre las críticas de Mariotto. “La gente nos quiere a todos peleando por resolver sus problemas y no en cuestiones de otra índole”, sostuvo el gobernador. De todas maneras, evitó polemizar abiertamente con su ex compañero de fórmula y señaló que “lo que tengo que hablar con mi vicegobernador, como corresponde a una persona de experiencia y a mi responsabilidad, lo hablo con él y no con los medios”.

El marco de estas declaraciones fue una conferencia de prensa a la que convocó la Gobernación y se realizó en la sede del Ministerio de Justicia y Seguridad de La Plata. Formalmente, la invitación fue formulada para dar a conocer el Sistema 911 visual, aunque era claro que con las denuncias que Mariotto y los organismos de derechos humanos habían realizado, el interés de la conferencia no estaría puesto en el 911.

Scioli se presentó en el lugar acompañado por su gabinete y legisladores. Lo numeroso de la comitiva impidió que muchos de los movileros que habían ido a cubrir la conferencia entraran en el salón. Entre los que sí pudieron ingresar al Centro de Monitoreo hubo un equipo de la TV Pública que, una vez iniciada la rueda, preguntó al gobernador sobre las denuncias.

“Con referencia a los avances que estamos haciendo en la organización del Servicio Penitenciario, la responsable del área (Florencia Piermarini) ha explicado con toda claridad de qué manera estamos trabajando”, contestó Scioli inicialmente.

Luego, siempre en un tono contenido, aseguró que el tema “para nosotros es una política de Estado y por eso hemos puesto en marcha el Consejo de Seguridad Provincial”. Sin mencionar a Casal, pero en defensa de su gestión, el gobernador agregó que había que valorar el cierre de calabozos en las comisarías. “De ocho mil detenidos que había cuando asumimos, hoy quedan sólo 800”, remarcó.

Más tarde, Scioli aceptó hablar con los medios que no habían podido entrar al salón y volvió a ser consultado sobre las denuncias de Mariotto. Los movileros le preguntaron si se sentía molesto por las críticas de su vice. “Lo que más me molesta son los delincuentes, los que venden droga, las problemáticas que enfrentamos”, respondió. Y ante otra pregunta del mismo tipo, apeló a un modo más cortante: “Mi enemigo es la inseguridad y mis problemas son los problemas de la gente, ¿está claro?”.

Los cruces surgieron luego de que, la semana pasada, Mariotto recorriera junto a organismos de derechos humanos dos cárceles de la provincia, donde el grupo constató las condiciones de degradación en las que están hacinados los presos. En una entrevista que el vicegobernador dio junto al periodista Horacio Verbitsky en la TV Pública, ambos contaron que en celdas para dos personas encontraron siete presos y que los reclusos viven en situaciones de violencia extrema y abandono que convierten a las cárceles en lugares de mortificación y no de reencauzamiento de los detenidos.

“La situación de violencia en el Servicio Penitenciario es extrema y tenemos que darla vuelta sistemáticamente, con toda la institucionalidad. Las políticas de seguridad no sólo son más cámaras o más patrulleros”, había advertido el vicegobernador al alertar sobre la necesidad de que el Poder Ejecutivo de la provincia dé un giro en su política carcelaria, lo que consideró imprescindible si se quiere dar una respuesta real al problema del delito.