EL PAíS › DIVISIONES EN LA UCR, LA CC Y EL PJ DISIDENTE
› Por Sebastian Abrevaya
Palmeó en el brazo al diputado que estaba a su izquierda y se levantó de su banca. Desde las tribunas sonó un abucheo que llenó todo el recinto. Entre gritos y silbidos se escuchó: “Andate, cagón”. Así, en soledad, aplaudido por un puñado de legisladores del PRO, el diputado radical Oscar Aguad salió del hemiciclo, atravesó rápidamente el Salón de los Pasos Perdidos y abandonó el Congreso.
Ese fue el ejemplo más visible y extremo de las divisiones internas que atravesaron a todos los partidos de la oposición en la votación de la expropiación de Repsol YPF. El debate más fuerte se vivió en la UCR, donde después de mucha discusión tres legisladores se ausentaron y uno votó en contra. El peronismo disidente se partió en tres, mientras que la Coalición Cívica se dividió entre cuatro abstenciones y dos votos a favor. El Frente Amplio Progresista y el PRO fueron las únicas fuerzas opositoras que actuaron sin fisuras. La primera acompañó en general y el macrismo rechazó de plano el proyecto oficial.
“Bajo ningún pretexto se debería brindar cobertura política a este proyecto. Soy consciente del costo que ello implica, pero en una república democrática no se deben ajustar las convicciones al influjo del poder ni acomodar sus opiniones según manden las encuestas”, sentenció Aguad cuando hizo uso de la palabra. Luego se retiró justo antes de la votación. Sus compañeros Hipólito Faustinelli, de Córdoba, y Hugo Castañón, de Río Negro, ya lo habían hecho más temprano. Esos fueron los únicos votos que logró arrastrar Aguad, que un rato antes se acercó a la banca de Lucio Aspiazu para saber qué iba a hacer: “Yo voy a votar”, le respondió el correntino y lo hizo en contra. El cuarto ausente de la UCR fue Pedro Molas, que en verdad pertenece al Frente Cívico catamarqueño, un bloque aliado que en el Senado tampoco acompañó a la UCR.
La mayoría de los 35 diputados radicales que votaron a favor, en general, rechazaron los argumentos de Aguad y su grupo. El presidente del bloque, Ricardo Gil Lavedra, reconoció que no fue “sencillo” resolver la cuestión, pero aclaró que su partido “no es una marioneta de los encuestadores, ni de los formadores de opinión”. Menos diplomático había sido Ricardo Alfonsín, quien habló el miércoles. Les achacó que sus diferencias no eran con el Gobierno sino que “no quieren (votar la expropiación) porque les tienen desconfianza al Estado, a la política, creen que el mercado es lo mejor que le puede pasar a la Argentina”. Aunque el presidente del Comité Nacional, Mario Barletta, descartó tomar alguna sanción disciplinaria, la falta de acatamiento a la decisión orgánica tendrá consecuencias subterráneas. “No me voy del partido”, aclaró Aguad.
Pero no fue la UCR el único bloque en crisis. Los 21 diputados del PJ disidente se repartieron entre 17 votos en contra, tres a favor y una ausente, la puntana Ivana Bianchi. Del lado del rechazo se ubicó el ala más dura de los desarticulados disidentes, encabezada por Enrique Thomas, Graciela Camaño y Eduardo Amadeo. Por ser el secretario general del sindicato de petroleros privados, Alberto Roberti desafió la conducción de Francisco de Narváez, que lo había llevado en los primeros lugares de su lista de diputados. Lo siguieron en esa movida el ex jefe de Gabinete de Eduardo Duhalde Alfredo Atanasof y María Cristina Cremer de Busti, esposa del ex gobernador entrerriano Jorge Busti. Los tres marcaron diferencias, pero engrosaron la abrumadora mayoría de 208 votos positivos. Aun con una fuerza legislativa muy disminuida, la ex líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, no logró encuadrar a sus seis integrantes. Los diputados del ARI Horacio Piemonte y Carlos Comi rechazaron la idea de abstenerse y acompañaron el proyecto en general, en clara contradicción con la oposición rabiosa todavía sostenida por Carrió, una de las más abucheadas al hacer uso de la palabra. “Apelan a un símbolo histórico para tapar los delitos cometidos durante los ’90 y el 2000 por los mismos grupos oligárquicos y corporativos que se robaron la Nación”, fue el argumento central esgrimido por la chaqueña.
A diferencia de otras votaciones, el FAP logró resolver sus diferencias internas y votó unánimemente. Una de las que más reparos tenía era la líder del GEN, Margarita Stolbizer, que ayer se ausentó por un viaje a Estados Unidos junto a Omar Duclós, la macrista Gabriela Michetti y el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey.
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