Antes de resolver si el fiscal Carlos Rívolo puede continuar interviniendo en la causa de la ex Ciccone, el juez federal Ariel Lijo lo citó para el martes próximo a una audiencia junto con el abogado que lo recusó, Diego Pirota, quien representa a José María Núñez Carmona, socio y amigo del vicepresidente Amado Boudou. Cada uno podrá exponer su posición oralmente y/o por escrito. Lijo, que quedó a cargo del caso cuando la Cámara Federal apartó a Daniel Rafecas, tendrá tres días para tomar una decisión.

Cuando Pirota pidió el apartamiento de Rívolo, lo acusó de haber adelantado a los medios el allanamiento que realizaría en un departamento que es propiedad de Boudou en Puerto Madero y de haber filtrado los resultados del procedimiento, parte de los cuales fueron publicados en algunos portales. Por ejemplo, se difundió que había un recibo de expensas firmado por Alejandro Vandenbroele, director de The Old Fund, el fondo de inversión investigado por su papel en el rescate de la ex Ciccone Calcográfica de la quiebra. También le reprochaba al fiscal el modo expeditivo en que se incorporaron a la causa pruebas como recibos de Cablevisión, también a nombre de Vandenbroele. Rívolo, para intentar demostrar una supuesta negociación incompatible, buscaba la relación entre Boudou y Vandenbroele, que ambos niegan. “Este fiscal se torna una persona nociva para el expediente (...) está diseccionado la causa de una manera determinada”, decía la recusación.

La decisión sobre la continuidad de Rívolo en la investigación será de Lijo. Si lo respalda y el abogado de Núñez Carmona apela, podría intervenir la Sala I de la Cámara, que al separar a Rafecas por supuesta parcialidad (que se desprendía de los mensajes que se mandó con otro abogado que integraba la estrategia de Núñez Carmona), deslizó críticas al fiscal al considerar que actuaban de manera sincronizada.