Los números electorales confirman el papel decisivo del peronismo bonaerense. Es el primer elector de la Argentina, puede ser factor de violencia por las relaciones de algunos de sus miembros más importantes con la policía local, es el primer poder territorial del país y puede ser un gran factor de estabilidad política. Esa fue la verdadera llave de Eduardo Duhalde para conducir la transición que terminará el 25 de mayo.

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El sistema de los intendentes más disciplinados con el duhaldismo jugó a fondo. Hugo Curto garantizó una buena elección a Kirchner en Tres de Febrero, Manuel Quindimil en Lanús y Alberto Balestrini en La Matanza. En Lomas de Zamora aportó su estructura Eduardo Sigal, de los frentegrandistas que siguen a Kirchner.

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Página/12 preguntó a un dirigente del PJ el ABC de cómo se movieron los caudillos locales en los últimos días. “Con que uno de ellos dé a conocer cómo votará, ya consigue apoyo, porque están muy instalados. Tienen punteros, prestigio, son parte del sistema político, controlan unidades básicas, administran los planes Jefas y Jefes de Hogar y hasta resuelven problemas concretos o crean redes de trabajo cooperativo”, fue la explicación.

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En Lanús las cifras finales muestran a Kirchner 10 puntos por encima de Menem: 28 contra 18, la misma cifra de Carrió. En Lomas Kirchner sacó el 31 por ciento. En Moreno, 29 por ciento, cinco puntos por encima de Menem. En La Matanza, 33 a 21 por ciento, con Carrió casi empatando en 13, muy cerca de Adolfo Rodríguez Saá. En Malvinas Argentinas, Kirchner obtuvo 31 por ciento contra 23 de Menem, 15 de Rodríguez Saá y 11 de Carrió. En Quilmes, el resultado mostró un 29 para Kirchner contra un 19 de Menem. Carrió obtuvo también allí un gran resultado: 18 por ciento.


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En el Gran Buenos Aires, Kirchner superó su propia media nacional. Un 27 por ciento contra un 22. Cinco puntos de diferencia. Carrió también, en dos puntos: 16 contra el 14,14. Menem no llegó: 19,52 frente a su 24 por ciento en toda la Argentina. López Murphy tampoco: 14,10 en el GBA, 16,34 en el país. La Matanza tiene 713 mil votantes, más que los de Salta y casi los de una provincia entera y muy poblada como Tucumán. Lomas, 400 mil. Quilmes, 369 mil.

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La Plata fue una de las grandes curiosidades de la Provincia de Buenos Aires. Julio Alak, el intendente, había comprometido su apoyo a Kirchner. Pero Menem consiguió el primer lugar, con 21,56 por ciento, y Kirchner no salió ni segundo. Ese puesto le correspondió a Elisa Carrió, con el 21,47. Kirchner fue tercero con poco más del 18 por ciento, pocos votos por encima de López Murphy. Ayer, Alak buscó compensar sus números escuálidos con un comunicado: “Néstor Kirchner será el próximo Presidente de la Nación por la voluntad de todos los argentinos que quieren dejar atrás el pasado y comenzar a vivir definitivamente un país en serio”.

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Otra curiosidad fue San Miguel. Los cómputos finales le dieron a Kirchner el triunfo con 23,38 por ciento, a Menem el 20,75, a Rodríguez Saá el 19 por ciento y a Carrió el 13 por ciento. Rico no logró consagrar aRodríguez Saá. ¿No pudo por la ola nacional? ¿O no quiso por un acuerdo con Duhalde del tipo del que tejieron cuando el actual presidente, entonces gobernador, necesitó apoyo para cambiar la constitución provincial? La respuesta, de aquí a septiembre, cuando se realicen las elecciones a gobernador que tienen a Rico como competidor de Felipe Solá. En Escobar, territorio del menemista Luis Patti, otro de los candidatos de la mano dura, Menem le ganó por poco a Kirchner.

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Al final, Menem le ganó a Carrió en Santa Fe solo por 2336 votos.
En la capital de la provincia, donde reside Carlos Reutemann, Carrió ganó por 2703 votos a Carlos Menem, el candidato de Carlos Reutemann. El gobernador se declaró prescindente para el ballottage. Esta vez quizás no haya foto con Menem, como en la primera vuelta. La primera ley de un jefe territorial es defender sus votos propios. Si ven segura la derrota de Menem, solo estarán con el riojano los más incondicionales. El resto ensayará una diáspora anticipada para quedar en buena posición el 19 de mayo.

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De las grandes ciudades de la Argentina Carrió hizo su mejor elección en Rosario: 31 por ciento, muy arriba del 19,33 por ciento de la Capital Federal o el 14 por ciento en Córdoba con el tercer lugar. En Córdoba Menem cumplió una elección importante, seguramente gracias a la actividad de José Manuel de la Sota: 30 por ciento. Así, el mayor triunfo de un candidato presidencial en las tres ciudades más grandes correspondió a Carrió en Rosario. Allí, su clave se llamó Hermes Binner, intendente y candidato a gobernar Santa Fe en las próximas elecciones.

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Pese a los resultados del domingo, favorables a los discursos de crítica al modelo liberal ortodoxo, no se vislumbra un pacto explícito para la segunda vuelta. Habrá más bien un acompañamiento de los candidatos a lo que suponen que harán sus electorados naturales. Como no hay pacto, no hay nombre. Pero los dos principales protagonistas, Kirchner y Carrió, son de Racing, característica. ¿Sería el Pacto de Racing? Suena mejor el Pacto de la Academia.