EL PAíS
› KOHAN NEGO QUE RENUNCIARIA COMO LO HIZO BAUZA
“Yo no me voy a ningún lado”
En el equipo de campaña de Menem siguen las peleas. Y también se repite el desfile de “caras viejas” e impresentables por el Hotel Presidente. Pero Kohan dice que él sigue en campaña.
› Por Diego Schurman
Temperatura en ascenso y fuertes tormentas. Ese es el pronóstico meteorológico interno del menemismo. Y Alberto Kohan lo terminó de confirmar ayer. “Yo no me voy a ningún lado. Mientras Menem no me diga que me vaya yo me quedo acá porque creo en Menem”, señaló el ex secretario General de la Presidencia. Un día antes, Eduardo Bauzá había dado un paso al costado del comando de campaña buscando generar un efecto dominó entre sus pares, al entender que hacen falta “caras nuevas” para tener chances de vencer en el ballottage.
El clima de tensión se apoderó del entorno del ex presidente apenas conocidos los números de la elección. No hubo “primera y adentro”, como figuró Menem un triunfo en primera vuelta. Ni tampoco “diez puntos de diferencia” con Néstor Kirchner, como arriesgó el domingo por la tarde.
Apenas logró sacar una ventaja de dos puntos y ahora todos los encuestadores vaticinan su derrota en segunda vuelta.
Bauzá dio un portazo el lunes buscando un golpe de efecto. Algunos preanunciaron un cambio de timón en la campaña del ex presidente, aunque más bien pareció el inicio de un retoque cosmético para lograr nuevas adhesiones a la fórmula Menem-Romero. Sin embargo, a la luz de los hechos, no fue ni lo uno ni lo otro.
Es que las denominadas “caras viejas” del menemismo se hicieron presentes ayer en el Hotel Presidente para seguir avanzando en la estrategia. Claro, cada uno a su estilo. El propio Bauzá se dio una vuelta y no precisamente para anunciar su despedida. Carlos Corach, que dejó las comodidades de Oxford para ponerse a disposición de su jefe histórico, se movió con sigilo pero a primera hora mantuvo una reunión con Menem para analizar con mayor calma el revés electoral en la provincia de Buenos Aires y otros pagos.
Kohan recién se contactó por la tarde, aunque sin ningún interés por bajar el perfil a pesar de los evidentes tironeos internos que se registraron en el círculo áulico del ex presidente. “Yo estuve, estoy y estaré con Menem. Sigo a su lado como siempre, como toda la vida. ¿Por qué debería dejar de estar junto a él?”, señaló.
–¿No comparte con Bauzá la idea de correrse del medio, de abandonar el comando de campaña? –le preguntó Página/12 en un breve cruce telefónico.
–Yo no tengo ni puesto ni contrato.
–Entonces no está de acuerdo con Bauzá.
–Lo de Bauzá fue una decisión personal, que respeto.
–Respeta pero no está de acuerdo.
–Yo coincido en que hay que incorporar gente nueva. Y de hecho hemos incorporado gente buena y con experiencia.
–¿Le parece que ayuda a Menem que ex funcionarios, como Matilde Menéndez, o dirigentes como Herminio Iglesias, se exhiban en su bunker de campaña?
–El lobby del Hotel Presidente es un lugar de libre tránsito.
–Pero, ¿ayudan o perjudican a Menem?
–Le repito: en un sistema democrático cada uno puede transitar por donde quiere.
La frase de Kohan se hizo carne ayer mismo. El bunker menemista fue un incesante transitar de viejas y nuevas figuras. Una de ellas: el intendente de Escobar, Luis Abelardo Patti, quien reemplazaría a Alberto Pierri en la coordinación de la campaña de la provincia de Buenos Aires según anuncian algunos menemistas.
Menem también habló con distintos comandos provinciales, entre ellos los de Córdoba y Santa Fe, y con integrantes de la “juventud” arriados por Mariano Mera Figueroa. Intentó, además, contactarse con Carlos Reutemann, para interiorizarse de las inundaciones que azotan a Santa Fe y ofrecerle ayuda con el envío de un camión con ropa y alimento.
Entre los que lograron entrevistarse con el ex mandatario arreciaron las especulaciones sobre el armado del gabinete, una de las novedades con lasque Menem piensa dar un golpe de efecto en la campaña. De todos los nombres que circularon, los únicos dos que daban como firmes son el de Carlos Melconián para Economía y Jorge Castro para la Cancillería.
Con la mirada puesta en el ballottage, Menem también hizo saber a más de uno su enojo por la falta de control de los fiscales en la provincia de Buenos Aires. Y, en un guiño a Ricardo López Murphy, desafió a un debate televisivo a Néstor Kirchner, aceptando como moderador al titular de Recrear.