Mié 30.04.2003

EL PAíS  › RICARDO LOPEZ MURPHY TRAS LOS COMICIOS

“Si no se ponen límites a los excesos va a ser peor”

El candidato de Recrear defendió su propuesta sobre seguridad, así como a los ex funcionarios de la dictadura que lo acompañan, y cuestionó duramente a los piqueteros. Criticó a Carrió por haber dicho que votará a Kirchner en el ballottage.

› Por José Natanson

Arrancó en el subsuelo de los votos, trepó de a poco pero sostenidamente y por un momento pareció que iba a dar el zarpazo. No le alcanzó: obtuvo el 16,35 por ciento y quedó tercero, lo que de todos modos lo convirtió en el candidato no peronista más votado del domingo. Y ahora, luego de una campaña publicitaria que le permitió endulzar su perfil de ultraliberal sin contemplaciones, Ricardo López Murphy luce distendido para el reportaje con Página/12.
–¿Cuánta plata gastó en la campaña?
–Lo vamos a informar públicamente cuando la Justicia Electoral lo pida, y lo vamos a hacer de manera transparente.
–¿Quiénes fueron sus principales aportantes?
–Lo vamos a decir en esa declaración.
–¿Puede adelantarlo ahora?
–Hubo varios, como Arcor y Coto.
–¿Le parece legítima la financiación privada de las campañas políticas?
–Estoy dispuesto a recibir aportes y me parece que la campaña financiera es una tarea importante. La diferencia es que los demás han usado plata del Estado. Yo recibí aportes privados, pero lo he hecho de manera transparente y se va a poder leer. A cualquiera que haya mirado televisión le pregunto: ¿Cómo puede ser que (Néstor) Kirchner diga que gastó la mitad que yo? Yo estoy esperando que el resto de los candidatos revele sus gastos como lo voy a hacer yo.
–¿Fernando de Santibañes aportó fondos?
–No.
–¿Va a apoyar a alguien en el ballottage?
–No. Eso sería traicionar todo el trabajo que hicimos.
–¿Hay alguna posibilidad de que más adelante se incline por uno o por otro, por ejemplo después de un debate?
–No. Lo que yo digo es que voy a propiciar un debate. Me parece que va a ser muy importante para los ciudadanos, para informarlos. Creo que sería muy bueno un debate exigente, un debate de verdad. Llegado al extremo, estoy dispuesto a ser yo el moderador. Yo he organizado coloquios, he sido periodista. Si es necesario puedo hacerlo. Me gustaría hacer las preguntas difíciles. Sería desopilante (N. de R.: al cierre de esta edición el menemismo había aceptado la propuesta).
–¿Usted quiere ser el referente de la clase media?
–En los hechos lo he sido y lo voy a seguir siendo. Yo aspiro a ser el líder de una fuerza alternativa, sobre todo ahora que Elisa Carrió se ha comprometido con al aparato duhaldista, al darle el apoyo al candidato del aparato duhaldista. Ella dijo que iba a votar a Kirchner.
–Pero eso no equivale a darle el apoyo institucional de su partido, o a convocar a votar por Kirchner.
–Ella dijo que iba a votar a Kirchner. A mí me parece perfecto que lo haga, lo que digo es que tiene que hacerse responsable de lo que va a votar. Ella dijo que no se hacía responsable del voto que ella inducía. Y no nos engañemos: no estamos hablando de un ciudadano común sino de la candidata a presidente.
–¿Por qué no llegó al ballottage?
–Hubo una operación muy fuerte, se dijo que yo me proponía despedir a 250 mil empleados públicos. Es una locura. De ellos, 150 mil son de las Fuerzas Armadas y de seguridad y del servicio penitenciario. Las Fuerzas Armadas nuestras son las más chicas del planeta en relación con la población. Me imagino que a nadie se le ocurre bajar los efectivos de las fuerzas de seguridad con la situación que hay, y lo mismo con el servicio penitenciario. Quedan 135 mil personas, ¿cómo se hace para reducir 250 mil de 135 mil? Eso fue una operación. Fue un golpe demoledor para mi candidatura. Me bajaron varios puntos en la última semana. No convencieron a la gente de que mi posición estaba mal, sino que la aterrorizaron con todo tipo de recursos.
–¿No cree que hubo una reacción de un sector grande de gente que se asustó ante la posibilidad de que dos candidatos de la derecha, usted y Menem, llegaran al ballottage?
–Yo no estoy de acuerdo con esa calificación, no sé si es adecuada, pero admito que esa hipótesis es probable. Hubiera sido legítimo. Pero lo que pasa es que hay medios legítimos y medios ilegítimos para hacer algo. Y yo coincido con la famosa autocrítica: no hay fines que se puedan justificar con medios ilegítimos. No hay ningún fin que justifique medios ilegítimos.
–Volviendo a la campaña, no se trata sólo de los empleados públicos. Quizá también asustó su propuesta de seguridad. Usted propuso devolverle a la policía facultad de interrogar sospechosos.
–Sí. La posibilidad de que la policía interrogue, en el lugar del hecho, es necesaria.
–¿Es consciente de que eso ha derivado en torturas?
–No me va a decir que yo quiero torturar gente.
–No, pero lo que usted propone ha conducido en el pasado a torturas de detenidos, y justamente por eso se quitó.
–En el momento de ocurridos los episodios, y en la situación de inseguridad que vivimos, que usted no ignorará, el secuestro, el narcotráfico, le da más posibilidades a la policía para hacer su trabajo, con mayor eficacia. Yo no me voy a negar a eso, admitiendo los dilemas y los riesgos que se corren. Ahora, si yo viviera en Suecia, no lo autorizaría.
–¿Por qué allá no y acá sí?
–Porque nosotros no tenemos la seguridad que tiene Suecia. Yo tuve mis dilemas con eso. Pero después de mirar los riesgos que corríamos de un lado o del otro, opté. Nosotros discutimos muchísimo estos temas, hicimos muchos debates porque queríamos tener una posición seria y consistente. Por ejemplo la propuesta para bajar la edad de imputabilidad. Hicimos una gran discusión y llegamos a la conclusión de que ésa era la mejor respuesta en esta situación. Habría que mirar cómo es en otros lugares, por ejemplo Inglaterra.
–Pero no se puede comparar. En Inglaterra no existe el drama social que hay acá.
–El accionar en bandas no es un problema de la pobreza, lo mismo que las organizaciones de secuestradores o el narcotráfico.
–Pero eso abreva en la crisis económica, en la ruptura de los lazos sociales.
–Insisto: el accionar en bandas, los secuestros, el narcotráfico. Si usted habla de la tenencia de droga, por ejemplo, yo me he manifestado públicamente a favor de la despenalización. Pero ésa es otra discusión.
–¿Qué tiene que ver eso con bajar la edad de imputabilidad?
–Ha habido episodios que han afectado la seguridad pública protagonizados por jóvenes.
–¿Cuál cree que es la relación entre aumento de la delincuencia y pobreza?
–Hay una correlación, naturalmente. Yo tengo sentido común.
–Otro de los aspectos de su propuesta de seguridad es la línea dura en el control de la protesta social. ¿Decir que los piqueteros son delincuentes porque cortan calles no implica criminalizar la protesta social?
–No. Lo que yo dije es que la protesta no puede ser óbice para que usted se sienta en libertad para violar el Código Penal. Si usted viola el Código Penal tiene que ser sancionado. A mí me parece fantástico que se pida autorización, se la consiga y a partir de ahí se corte la calle. Pero esto es otra cosa. Yo creo que ellos tienen una actitud sediciosa y que busca romper el Estado de derecho. Yo los he escuchado llamar a la lucha armada. Yo estuve con (el líder del Polo Obrero) Néstor Pitrola en unprograma de televisión, y llamaba a la lucha armada. A confesión de partes relevo de pruebas.
–Con todo respeto, me parece que pierde la dimensión. Alguien puede haber dicho eso, pero el movimiento piquetero no está buscando hacer la revolución sino manifestarse para lograr subsidios que les permitan, literalmente, comer.
–Han encontrado que ese ejercicio les permite tener canonjías, igual que otras corporaciones. Yo creo que eso es intolerable, que tiene que haber monopolio de la fuerza y del poder del Estado. Nadie puede arrogarse la facultad de gestión del Estado. Esta es una democracia representativa, no asamblearia. Ellos se arrogan esa facultad. Yo no he buscado una discusión con ellos. Simplemente dije que a esos excesos hay que ponerles límites, porque sino va a ser peor.
–¿No cree que hay que negociar con ellos?
–Por supuesto. Yo estoy dispuesto a considerar todos los problemas que haya que considerar, a lo que no estoy dispuesto es a que lo hagan desde una posición de fuerza.
–Pero ese razonamiento deriva en represión, y eso significa muchos muertos. Eso es lo que escapa a su razonamiento.
–Ellos pueden participar de las elecciones, elegir representantes. Hay formas que la comunidad democrática tiene para organizarse. ¿Por qué no lo hacen?
–Porque si no no consiguen la plata para comer.
–No, no es así. Yo tengo la voluntad de construir soluciones para ellos. Yo leo los documentos de ellos: hay un propósito de construir otro poder. En eso están pensando.
–Uno de los ejes de su discurso es el respeto a las reglas. Pero usted construyó su candidatura rodeado de hombres que tuvieron roles importantes durante la dictadura –Manuel Solanet, José Lladós, Jorge Kogan, Alberto Natale– y eso es todo lo contrario a respetar las reglas.
–Yo estoy absolutamente seguro de que ellos están consustanciados con el sistema democrático.
–¿Con eso le alcanza?
–Sí.

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