“Me gustó sentir que hay un Estado que se preocupa por cada uno de nosotros.” A punto de irse a una reunión de la coordinadora de estudiantes de San Juan, la alumna del Colegio Monseñor Albino Rodríguez y Olmo de esa provincia Micaela Lisola, de 16 años, expresó así su emoción cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se detuvo para tocar su caso en cadena nacional. Lisola fue sancionada por dar un discurso en el Día de la Memoria y terminó haciendo la denuncia ante el Inadi. Página/12 publicó el caso, que finalmente llegó a manos de la Presidenta. “Tenemos que intentar que esta ley se cumpla en todos los colegios, más allá de que sean colegios públicos o privados porque las leyes son iguales para todos”, sostuvo en relación con la jornada de reflexión que propone la norma del Día de la Memoria.

–Sentí una gran emoción, pensé que me estallaba el corazón. Pero más me gustó sentir que hay un Estado que se preocupa por cada uno de nosotros. Y lo que está más claro es que las ideas de los chicos desaparecidos y de Néstor (Kirchner) las llevamos adentro, viven en nosotros.

–La verdad es que es un colegio bastante cerrado. Como decía Cristina, hay que respetar el Día de la Memoria para que en cada colegio y en cada lugar se dé un tiempo a este tema. Tenemos que intentar que esta ley se cumpla en todos los colegios, más allá de que sean colegios públicos o privados porque las leyes son iguales para todos.

–Es verdad. Si ellos defienden la vida, tienen que defenderla en todos los sentidos. Insisto en que en ese momento sentí que tenía un impulso que me llevó a hablar sobre el tema y el corazón también me decía que tenía que hablar y expresarme sobre lo que había pasado en esa época. Sobre todo sobre esos jóvenes que desaparecieron por pensar distinto. Ahora en San Juan estamos pidiendo el boleto escolar y muchos chicos fueron reprimidos y desaparecidos por hacer lo mismo en esa época.

–La mayoría de los padres y los alumnos se alineó con la postura que tomó el colegio. Hay pocos a los que les ha llegado todo lo que pasó. Hubo de las dos posturas: no todos han estado de acuerdo conmigo y alguna parte la ha destacado. Pero no importa dónde estemos porque siempre hay que llevar las convicciones en el corazón.

–El año pasado habíamos estado juntando firmas para que nos dejen armar el centro de estudiantes, pero no llegamos. Ahora nos van a dar el espacio para poder realizar el centro de estudiantes. Va a ser el primer colegio privado en San Juan con un centro de estudiantes permanente. Creo que se tendría que hacer en todos los colegios donde se pueda.

–Ahora ha habido muchos chicos de colegios privados que se comunicaron conmigo para poder hacer el centro. Es un gran logro. Pero tenemos que entender que sobre todo es un derecho, el de poder agruparse y formar un centro de estudiantes.

–Miles de chicos se incorporaron a militar en los últimos tiempos, muchos de ellos por el proyecto nacional y popular. Pero lo importante es que sea la bandera que sea, todos militen porque ésa es una de las vías para participar y que crezca el país. Ahora me estoy yendo a la reunión de los centros de estudiantes secundarios. Yo represento a los colegios privados y lo que les digo es que no tengan miedo y luchen y participen en el barrio o el colegio, porque sí o sí traerá cambios para que vivamos mejor. No importa el lugar donde estemos, tenemos que llevar adelante nuestras convicciones aunque muchos puedan no estar de acuerdo. Es importante porque veníamos de un tiempo en que decían “no te metás” y eso es parte de los grandes cambios que hubo.

–Realmente no sé. Hay que darle tiempo. En el colegio conviven distintas ideas y eso está bien. Pero yo del colegio no me voy a ir, voy a seguir siempre ahí y voy a llevar mis convicciones siempre conmigo. Pero lo que sí sé es que fue demasiado emocionante para mí y conmovió a mucha gente por acá el gesto que tuvo la Presidenta. Sobre todo porque tiene que ver con la memoria y hay una frase que me gusta: “Sin memoria no hay identidad, sin identidad no hay patria y sin patria, hay colonia”.