EL PAíS
El adolfismo está cerca de la disolución por culpa de Menem
El encuentro de Adolfo Rodríguez Saá con el ex presidente generó un terremoto. Hoy sesionará el plenario del partido, pero Moyano, Posse, Piumato y Palacios anticiparon su rechazo a Menem.
› Por Martín Piqué
Adolfo Rodríguez Saá necesitará mucho más que su sonrisa para convencer a sus viejos aliados. Hoy a las 11, cuando reciba en San Luis a todos los dirigentes del Movimiento Nacional y Popular (MNyP), el ex candidato se encontrará con un panorama complejo y hasta amenazante. Luego de que aceptara recibir a un necesitado Carlos Menem, comenzaron a escucharse voces airadas, que buscaban diferenciarse del gesto amigable con el riojano. Esas declaraciones cayeron muy mal cerca del Adolfo, que esperaba silencio hasta el plenario nacional de hoy. Pero Melchor Posse, Hugo Moyano, Julio Piumato y Juan Manuel Palacios no hicieron caso y anunciaron que nunca apoyarían a Menem. Las diferencias con el puntano venían creciendo desde el final de la campaña, y ahora amenazan con dejar al “adolfismo” al borde de la disolución.
El plenario del MNyP comenzará a las 11 en el Hotel Cruz de Piedra, que está muy cerca de la casa de campo del Adolfo y cuyo propietario es el hermano Alberto. El propio Rodríguez Saá cursó las invitaciones el lunes pasado, cuando todavía se estaba recobrando del quinto puesto en las elecciones. Hasta ahí era todo bastante tranquilo, pero todo cambió apenas se supo que “El Adolfo” recibiría a Menem en su casa de San Luis. La noticia causó escozor entre varios dirigentes del MNyP que estaban en Buenos Aires, como Posse, Moyano, Palacios y Piumato. Los dirigentes de la CGT rebelde ya venían con bastante enojo por ciertas críticas a su desempeño en los comicios –Rodríguez Saá esperaba una mejor performance en la provincia– y se quejaban porque no habían recibido los fondos suficientes para el último tramo de la campaña.
Hasta dónde la sangre llegó al río se podrá comprobar hoy cuando empiecen a llegar a San Luis los dirigentes del MNyP. Por lo pronto, la relación del Adolfo con Moyano y Palacios quedó seriamente afectada y algunos miembros del comando superior del adolfismo anticipan que los gremialistas ya decidieron despegarse definitivamente de Rodríguez Saá. “El Negro (por Moyano) dijo que se rajaba, que no se bancaba que Alberto hiciera toda esa locurita”, contó ayer a Página/12 un miembro del MNyP que el miércoles estuvo en contacto con el camionero. Moyano habría terminado de decidir su retiro cuando vio por TV al hermano de Adolfo, con encuestas en la mano y agitando el fantasma del fraude. Hasta el jueves a la noche, la llegada a San Luis de Moyano y Palacios no estaba confirmada.
La relación entre los representantes del adolfismo –incluyendo al propio Rodríguez Saá– no pasa por un buen momento. Ayer, la mayoría de los voceros del MNyP se negaron a contestar los teléfonos. El temor del puntano es que el mal momento sea, en realidad, el prolegómeno de la disolución tan temida que termine con su heterogénea base política. Los indicios, por cierto, no fueron nada alentadores. Por ejemplo, Moyano, Piumato y Palacios se largaron con declaraciones antimenemistas, a pesar de que su (ex) candidato había ordenado que la decisión se tomaría recién hoy, en el plenario.
“Lo mío es no Menem. De ninguna manera podemos aceptar lo que hizo, que fue a ofrecer cargos para tener nuestro apoyo”, dijo Posse. Y después aseguró que el riojano no conseguirá “ni el uno por ciento” de los votos de los simpatizantes de Rodríguez Saá. Según la agencia DyN, Posse también anunció que se pondría en contacto con Néstor Kirchner en las “próximas horas”. Luego salió a desmentirse, seguramente presionado por el propio Adolfo o sus allegados. “Creo haber sido malinterpretado, cuando formulé este mediodía declaraciones a una radio capitalina. Di mi apreciación personal, pero fui claro que el comando superior del MNyP debatirá y resolverá mañana (por hoy) la posición a adoptar respecto de la segunda vuelta”, dijo Posse a través de un comunicado.
A diferencia de Posse, Moyano, Piumato y Palacios no se movieron con tanto cuidado. “Por ninguna causa voy a votar a Carlos Menem”, aclaró Moyano y anticipó de alguna forma que votará por Kirchner, al decir que su voto “será en positivo”. Ayer a la tarde, el camionero se reunió con el vicegobernador de Salta a cargo del Ejecutivo, Walter Wayar, aunque luego desmintió que ese encuentro haya significado una señal de apoyo. “No mantuve reunión alguna con Juan Carlos Romero, sino con el gobernador interino de esa provincia por pedido del secretario general de los camioneros de Salta, Jorge Guaima”, aclaró. Casi calcado de Moyano, el judicial Piumato aseguró que “a Menem no lo vamos a apoyar” y admitió que la CGT rebelde respaldaría a Kirchner. “Puede ser”, contestó.
El cruce de declaraciones tuvo una sencilla explicación. Se estaba discutiendo, por anticipado, la decisión que tomará hoy el plenario del adolfismo. Mientras el propio Adolfo permanecía en silencio, sus (¿ex?) socios del gremialismo insistían en cargar contra Menem. En la vereda de enfrente, el menemismo trataba de parar la ola y decía que el puntano terminaría apoyando a Menem. El vicegobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, se mostró confiado en que el puntano respaldará a Menem porque es “un hombre del interior, que apoya una propuesta federal. Con otros argumentos, el empresario Francisco de Narváez –flamante coordinador de campaña del riojano– evaluó como “buenísima” la fotografía de Adolfo y Menem juntos. En el insólito análisis de De Narváez –se nota que es un recién llegado a la política– la foto sirvió porque “fue a la luz del día”, lo que demuestra una “política transparente”.