El PRO que conduce Mauricio Macri aprovechó el conflicto con las empresas de energía Edenor y Edesur para criticar al gobierno nacional y responsabilizarlo por los cortes de luz que sufrieron plazas, monumentos y paseos porteños, generados por una deuda de 60 millones de pesos. “No seamos ingenuos. El gobierno nacional tiene alguna capacidad de presión sobre estas compañías”, sostuvo ayer la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal. “Después de la larga lista de carencias en la gestión del gobierno, ahora, en una nueva actitud de nene caprichoso, no quiere pagar la luz”, le recriminó el jefe de Gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina.

Así como sucedió con los subtes, la eliminación de los subsidios en los servicios públicos a los gobiernos provinciales renovó en esta oportunidad el enfrentamiento entre el kirchnerismo y el PRO. La administración macrista se escudó en la quita de subsidios que se concretó a partir de enero para justificar la falta de pago.

Vidal aseguró que la suspensión del servicio por parte de Edenor y Edesur en espacios públicos “parece una medida arbitraria” que “genera mayor inseguridad” y adelantó que el lunes próximo habrá una reunión entre representantes del Ejecutivo metropolitano y los presidentes de las dos compañías “para ver cómo podemos trabajar para resolver esto cuanto antes”. A pesar de sus dichos durante la mañana, la reunión se produjo ayer mismo, pocas horas después. (Ver nota central.)

La funcionaria macrista sostuvo que la quita del subsidio dispuesta por el gobierno nacional “afectó el presupuesto de la Ciudad” en “casi 360 millones de pesos por año” y, si bien “las empresas usualmente nos cobran a fin de año” mediante un convenio de exención de Ingresos Brutos, “quieren esa compensación ahora, a través de una decisión de un día para el otro”. Las empresas aclararon que enviaron reiteradas intimaciones para que el gobierno porteño abone la deuda antes de llegar a esta decisión.

“Claramente, la política del gobierno nacional es tratar de someter a las provincias mediante el tema de los recursos. En el caso de la Ciudad, como no depende del gobierno nacional, porque ha hecho una muy buena administración para pagar sueldos y otras cuestiones básicas, de lo que se trata no es de quitarle recursos, porque nunca se los dieron, sino agregarle gastos”, argumentó la funcionaria macrista.

La respuesta del kirchnerismo no tardó en llegar. “Es inentendible, una locura y va contra cualquier sentido de la lógica que uno no quiera pagar las cuentas propias y diga que está administrando”, disparó Abal Medina. Luego de una reunión con el ministro de Salud, Juan Manzur, el jefe de Gabinete advirtió que “Macri ha hecho un aumento del ABL gigantesco y tiene recursos de sobra” y, por tal motivo, “es llamativo que no quiera pagar la luz”. “Mientras todas las ciudades del país gestionan su transporte público, Macri no quiere hacerse cargo del subte”, concluyó.

El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, también salió al cruce de la administración PRO. “No pagar el servicio de energía eléctrica cuando tiene votada una partida extraordinaria por la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, que le permite disponer de 164 millones de pesos, cuando en realidad se le reclaman 62 millones, es realmente insólito”, retrucó.

El senador y ex candidato a jefe de Gobierno Daniel Filmus remarcó que la Ciudad tiene el presupuesto más alto de su historia, que hace pocas semanas obtuvo una ampliación presupuestaria y que aún así no paga la tarifa de luz. “¿Hace falta que los porteños pasen por esta situación límite para que el Gobierno de la Ciudad cumpla con sus obligaciones y se restablezca el servicio de alumbrado?”