Luego de una reunión de tres horas en el campamento instalado en el Hotel Presidente, Carlos Menem y su entorno resolvieron que no se bajarán de la pelea electoral y que competirán en la segunda vuelta del domingo próximo pese a que las encuestas le auguran una derrota por paliza con Néstor Kirchner. El comando de campaña disfrazó luego el encuentro como una discusión de estrategia en la que decidieron reforzar durante esta semana los lugares en los que obtuvieron pocos votos. “Todavía seguimos vivos”, sostenía un vocero sin mucha convicción. Casi a la misma hora, Kirchner respondía que no le extrañaría que el ex presidente finalmente resolviera no presentarse. “Sería un gesto más de tantas irresponsabilidades que ha tenido”, afirmó.
Fue otro día más en el que se multiplicaron las versiones que sostenían que, ahora sí, Menem se bajaba de la candidatura. Como nunca, en los diarios del domingo todos los encuestadores coincidieron en pronosticar un triunfo abrumador de Kirchner, por una diferencia de entre 30 a 40 puntos. Aparentemente, pese a los esfuerzos y a los recursos volcados en la campaña, en la última semana Menem siguió perdiendo votos y hoy casi no sumaría adhesiones con respecto a lo obtenido en la primera vuelta.
Esa certeza, ya incontrastable hasta para el menemista más fanático, motivó la reunión de ayer en el Hotel Presidente. El encuentro comenzó a eso de las 19 y, además de Menem, participaron su hermano Eduardo, el vice Juan Carlos Romero, el empresario Francisco de Narváez y Alberto Kohan, entre otros. De acuerdo con las versiones que surgen del propio menemismo, en el entorno del ex presidente hay quienes están a favor de que desista de presentarse y quienes dicen que debe competir aunque pierda por escándalo.
Esas mismas versiones, surgidas de la intimidad del menemismo, aseguran que Eduardo Menem, su hijo Adrián, Romero y Alberto Pierri se encontrarían entre quienes desean que se baje. De esta forma, siempre según la versión, sostienen que privarían al presidente Eduardo Duhalde de la alegría de ver a Menem derrotado y dejarían a Kirchner sin respaldo popular al llegar a la Rosada con sólo el 22 por ciento obtenido en la primera vuelta. En esa lógica, Menem ganó la interna peronista al sacar más votos en la primera vuelta y, si se retira, conservaría ese liderazgo. En cambio, Kohan, De Narváez y Eduardo Bauzá son de la idea de seguir adelante pase lo que pase.
Eduardo Menem estaba anoche invitado a “Hora clave”, que emite Canal 9, lo que alimentaba los rumores de anuncio inminente. Del hotel salió derecho a los estudios televisivos, pero apareció con el discurso de siempre. Dijo que las versiones de que su hermano se bajaría de la candidatura obedecían “a un fuerte operativo lanzado desde el propio Gobierno nacional”. También añadió que ni él ni su hijo estaban detrás de la intentona. “Es una mentira total. Yo no escuché gente del menemismo que le sugiera eso a Carlos Menem”, agregó el senador. Sin embargo, ayer las versiones salieron también del propio menemismo y sus voceros no se animaban a desmentirlas hasta que terminó la hermética reunión del comando de campaña menemista.
A la misma hora, Kirchner aparecía en “Día D”, en América TV. “Es un problema de él”, respondió el santacruceño cuando lo interrogaron sobre la posibilidad de que Menem se baje. Después lo pensó un poco más y agregó: “Sería un gesto de irresponsabilidad institucional. Sería un gesto más de las tantas irresponsabilidades que ha tenido”. También dijo que a él se le podían pedir muchas cosas, “dar batalla, luchar”, pero que no se le podía pedir que lo convenciera a Menem de presentarse a la elección.
Kirchner protagonizó una polémica con el programa “Hora clave”, que se emitía a la misma hora. Aseguró que desde el show que conduce Mariano Grondona lo habían amenazado con pasar un informe en su contra si no aceptaba darles una entrevista. “Es cierto, yo hablo con claridad, fue en el programa ‘Hora clave’”, remarcó. En “Hora clave” pasaron un informe sobre la gestión de Kirchner en Santa Cruz, que Grondona despegó totalmente del reportaje que les negó el candidato. La parte más conflictiva del trabajo realizado por el periodista Marcelo López Macías fue cuando insistió en pedirles a ministros y legisladores santacruceños que le especificaran el monto y el lugar exacto del dinero que la provincia tiene en el exterior. Sólo algunos le respondieron. En una aparición pública de Kirchner, el periodista volvió a la carga y en un tumulto cayó al suelo: aseguró que las personas que rodeaban al gobernador le habían pegado “trompadas y patadas”.