EL PAíS
› LA REACCION DE ELISA CARRIO A LA RENUNCIA DE MENEM
Callar y no ser oportunista
“Las palabras sobran”, dijo, y pueden “ser oportunistas”. Con mesura, la líder del ARI hizo llamadas y convocó a una reunión para hoy en la que analizar la nueva situación.
› Por Felipe Yapur
No escuchó ni vio los discursos de Néstor Kirchner y de Carlos Menem. Cuando el patagónico caracterizaba de cobarde al riojano y Menem anunciaba su “renunciamiento”, Elisa Carrió recorría la ruta que la trasladaba desde Córdoba a Buenos Aires con la radio apagada. Enterada de los acontecimientos, la líder del ARI sólo atinó a sostener que “frente a la brutalidad de los acontecimientos políticos las palabras sobran” y se guardó a silencio porque entendió que cualquier declaración puede ser considerada como “oportunista”.
Carrió había decidido pasar unos días de descanso en Córdoba como paso previo a su viaje al Chaco, donde el domingo pensaba votar –tal como anticipó– por Kirchner en la segunda vuelta. Cuando llegó a Rosario la estaba esperando su jefe de prensa, Matías Méndez, quien le entregó una desgrabación de los discursos. Leyó con detenimiento cada uno, prendió un cigarrillo y, tras pensar durante algunos segundos, decidió que lo mejor era mantener un silencio de radio.
“Es necesario hacer una lectura mucho más profunda y calma sin que sea expresada en un momento en que pueda ser entendida como una utilización política oportunista”, resaltó al tiempo que ordenaba a su colaborador que levantara cualquier compromiso mediático previo.
Según la diputada chaqueña –de muy buen humor–, su autoimpuesto silencio es lo más atinado: “Lo que ocurrió puede ser visto como un avance cultural enorme que trae dificultades políticas y es por esto que no estoy dispuesta a utilizar la gravedad de la coyuntura para obtener una ventaja personal”. Sin duda, la chaqueña buscó diferenciarse del titular del Movimiento Federal Recrear, Ricardo López Murphy, quien una vez que se enteró de la huida de Menem salió a hacer declaraciones.
La líder del ARI consideró que su decisión de llamar a votar por Kirchner en el ballottage para derrotar a Menem había sido suficiente colaboración en la estrategia de “terminar con el pasado y el régimen”. Durante el día de hoy, tiene planeado mantener reuniones con sus colaboradores más estrechos para evaluar los pasos a seguir. De todas formas se descuenta que el apoyo a Kirchner para la segunda vuelta se transforme ahora en un respaldo a nivel parlamentario.
Carrió supo recordar también que su apoyo al candidato oficialista se realizaba con “reservas morales” y repitió una y otra vez que una vez que Kirchner asuma el gobierno su bloque sólo apoyará las leyes que considere positivas y rechazará todas aquellas que “atenten contra la Nación, los trabajadores y los pobres” porque “somos un partido de oposición”.
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