Durante dos horas y media, con almuerzo incluido, los principales referentes de duhaldistas, menemistas y reutemistas, en la Cámara de Diputados, analizaron qué pasos dar para “garantizar la unidad del peronismo”. Para cumplir con esa premisa, coincidieron en no modificar el actual esquema de poder interno. Esto significa no elegir un nuevo presidente de bancada y mantener en la conducción al actual triunvirato integrado por el bonaerense José María Díaz Bancalari, el pampeano Manuel Baladrón y el santafesino Jorge Obeid. Si el conde italiano Giuseppe de Lampedusa hubiera tenido que definir al cónclave, igual que en su novela El Gatopardo hubiera dicho: “Que cambie algo para que todo siga igual”. Consultados por Página/12, dirigentes cercanos al presidente electo Néstor Kirchner no dudaron en definir al encuentro “como un claro apriete”.
La reunión se desarrolló en el despacho del presidente de la Cámara baja, el quilmeño Eduardo Camaño. Alrededor de la mesa, además del dueño de casa, se ubicaron los duhaldistas: Díaz Bancalari, Daniel Basile y Juan Carlos Correa; los reutemistas Obeid y María del Carmen Alarcón, los menemistas y romeristas Omar Becerra y Juan Manuel Urtubey y el histórico diputado por San Luis, Oraldo Britos.
“Para nosotros no es una prioridad elegir un presidente de bloque”, respondió Díaz Bancalari cuando los medios le preguntaron por las futuras autoridades del peronismo en Diputados. El legislador conoce cabalmente el peso específico del Congreso en el mapa político de la sociedad. A tal punto que suele repetir: “Este Parlamento tuvo mucha responsabilidad en darle sustento legislativo a la transición”. Ante la insistencia de los periodistas, el bonaerense aseguró que “si hay que incorporar a algún sector se hará”. Por cierto que no estaba haciendo referencia a quienes se identifican con el nuevo Presidente, sino a la veintena de menemistas que desde fines de año pasado formaron un bloque aparte con el nombre de Azul y Blanco. “Me da la impresión de que van a volver todos”, auguró Díaz Bancalari hablando de los menemistas.
Con rigurosa reserva de su nombre, un parlamentario con llegada privilegiada a Eduardo Duhalde le aseguró a este diario que “el cordobés Oscar González y el riojano Ricardo Quintela” son dos de los menemistas que comprometieron sentarse a dialogar sobre el retorno al bloque. Para los duhaldistas los puentes con el menemismo nunca estuvieron rotos. “Si vuelven 15 menemistas, será muy bueno. Si son 7 también será bueno y si son menos, también serán bienvenidos”, aseguran los duhaldistas.
El principal referente de Kirchner en Diputados, el santacruceño Sergio Acevedo, en declaraciones a la agencia Télam señaló que “el bloque del PJ hoy está necesitando una nueva conducción que responda a la impronta del nuevo Poder Ejecutivo”. En buen romance estaba reclamando un presidente de bancada identificado con Kirchner.
“Si los legisladores enrolados con Kirchner pecan de triunfalismo cometerán un error gravísimo”, repite el prominente duhaldista que acepta dialogar con este diario con reserva de su nombre. La mención viene a cuenta del reclamo no explicitado de ubicar a un kirchnerista en la presidencia de la bancada oficialista. “Kirchner tiene todo el derecho del mundo a dar su opinión y si incluso quiere proponer un presidente de bloque puede pedirlo, pero no tendría que llevar adelante nada que genere preocupaciones internas”, concluye.
Aunque no lo enunciaron públicamente, los duhaldistas se mostraron “preocupados” por el tono del discurso de Kirchner en el Hotel Intercontinental. Las promesas del patagónico de que no aceptará acuerdos de cúpulas, incomodó a más de uno. No por nada a lo largo de la permanencia de Duhalde en la Rosada, los duhaldistas tuvieron más coincidencias con el menemismo que con los seguidores de Kirchner. El pedido de juicio político a la Corte Suprema, la derogación de la ley desubversión económica, las modificaciones a la ley de quiebras, las investigaciones sobre las denuncias de coimas en el Senado y las discusiones sobre la expulsión del catamarqueño Luis Barrionuevo son muestra evidente de las distancias que hay entre los duhaldistas y las huestes del nuevo Presidente. El bloque del peronismo en Diputados le reclamará a Kirchner una audiencia para escuchar sus prioridades en la agenda parlamentaria de los próximos 30 días.
“Habrán comido lupín”, contesta un allegado al bloque cuando se le consulta por el almuerzo que reunió a los diputados peronistas. Nadie asegura que con ese plato la digestión sea sencilla. “Se van a llevar una sorpresa con Kirchner”, afirma un duhaldista de pura cepa que reivindica el carácter del presidente electo. Lo que hoy es una virtud, quizá mañana deje de serlo si es que Kirchner pone límites a los tradicionales acuerdos que bajo el escritorio dominan la práctica legislativa.