EL PAíS › GABRIELA MICHETTI ANALIZA SU DECISION DE QUEDARSE EN LA CIUDAD
La diputada advierte que algunos pretendían que pasara a la provincia por “intereses personales”. No los identifica, pero da entender que se refiere a Horacio Rodríguez Larreta, a quien está dispuesta a enfrentar en una interna si decide ser candidata a senadora porteña.
› Por Werner Pertot
Gabriela Michetti se muestra más que contenta con su decisión de no ser candidata en la provincia de Buenos Aires. Poco antes de partir en un viaje a Venezuela, la diputada macrista dialogó con Página/12 sobre su negativa a cambiar de distrito y sobre el futuro del PRO. Si bien todavía no resolvió si será candidata a senadora en la Ciudad, dejó en claro que –llegado el caso– le gustaría ir en una fórmula con Federico Pinedo y que su postulación podría servir para resolver algunas viejas cuitas del PRO, como la eterna interna con Horacio Rodríguez Larreta. Para la ex vicejefa, luego de su conversación con Mauricio Macri quedó en claro que “los que tenían intereses personales eran ellos”. No dirá nombres, pero se entiende que por “ellos” se está refiriendo al sector del jefe de Gabinete. Michetti acota que los que querían que fuera a provincia “son los menos”.
–¿Cómo recibieron en el partido su decisión?
–Mauricio, con muchísimo respeto. Y con una charla que fue afectuosa. Es el estilo de charlas que tuvimos siempre con este tema: sin presiones. Con estas actitudes de respeto a mi persona y confianza en mi buena fe, Mauricio me refuerza todo el tiempo la idea de que va a ser un presidente diferente, que puede conducir a la Argentina en un marco de respeto a la diferencia, de paz y de valoración del espíritu de las personas.
–¿Y el resto del PRO cómo lo tomó?
–En general, la mayoría de los que me han llamado para decirme algo sobre el tema –que no son todos– me ha dicho que respeta mi decisión y que confía en la buena fe con la cual la tomé. Nadie me llamó para decirme que está totalmente en contra de lo que hice. La verdad, no.
–Claro, esos no la llaman...
–Claro. Sí sé quiénes lo dicen. A mí no me han llamado ni me lo han dicho. Y son los menos. Eso me hace sentir tranquila y contenta. Mi decisión fue tomada con mucha seriedad. Estoy tranquila espiritualmente con lo que decidí. Muy tranquila. Y sé que no lo hice de manera egoísta ni pensando en un interés personal, como algunos tratan de hacer quedar. Ni siquiera sé si voy a ser candidata a senadora el año que viene. O si me voy a correr de las candidaturas y seguir colaborando con el partido. No tengo idea de eso.
–¿El descontento tiene que ver con la sucesión de Macri?
–Puede haber dos tipos de situaciones, con matices. Una que tenga que ver con la convicción de que la mejor posibilidad que teníamos era que yo fuera allá. La otra gente, los que dicen que es una medida egoísta, los que intentan defenestrarme, los que tratan de cuestionarme a mí como persona, dejan ver que los que tenían intereses personales muy concretos de que yo me fuera son ellos. Pretendían por intereses personales que no estuviera en la Ciudad, que me fuera. Pero son una expresión mínima.
–¿Usted no era, entonces, la mejor posibilidad del PRO en provincia?
–Cuando no me salía de adentro de mi corazón la alegría de ser candidata en la provincia, me di cuenta de que tiene que ver con que conozco esta realidad y no aquélla. Y que los políticos no pueden hacer lo que no les nace del espíritu. Así terminan siendo personas tristes. Además, la gente se frustró tanto con los dirigentes en los que depositó sus expectativas. Si te identifican mucho con un distrito, no terminan de ver bien los pases de distrito, aunque sea legal.
–¿Cuál es el escenario del PRO luego de su negativa?
–Estoy muy convencida de que el 2013 es el año del crecimiento, de representantes que tengan nuestros valores, pero que puedan ser votados por la gente. Si no aprovechamos la elección de mediano término para hacer un crecimiento de nuestros candidatos para 2015, nos va a costar mucho hacerlo entre 2013 y 2015. Lo que parecía más sencillo en el corto plazo (trasplantar una persona con buena imagen) iba a ser un error. No íbamos a agrandar la sustentación del proyecto.
–¿Y en la provincia cómo piensa que se van a desenvolver?
–Ahora nos toca un terrible esfuerzo. Puede parecer una tarea titánica, pero creo que va a ser beneficioso en el mediano plazo. Nos toca posicionar públicamente a personas que ya son del PRO, trabajan en nuestro gobierno y viven en la provincia. No es imposible. Y como son muy valiosas, aunque no son conocidas, cuando sean conocidas van a ser buenos representantes de la gente. Ha habido casos de posicionamiento ante la gente. Y esa es la tarea primordial ahora.
–Es como el eslogan de Daniel Filmus: “Si lo conocés lo votás”...
–(Se ríe.) Es un buen eslogan ése.
–En el comunicado planteó algunos nombres: Grindetti, Lombardi, Montenegro...
–Después, medio me arrepentí, porque algunos se sintieron tocados porque no los mencioné. Por eso, prefiero no nombrarlos.
–No mencionó a Diego Santilli, por ejemplo...
–No, pero Diego ha manifestado sus ganas y su enamoramiento con la Ciudad.
–Tampoco habló de María Eugenia Vidal.
–María Eugenia implica achicar el partido y no agrandarlo. Ella podría ser una candidata buenísima, porque demostró que a medida que se hace conocida la gente la valora mucho. Pero tenemos que sacarla de un lugar donde está haciendo una tarea con la que está contenta para hacer otra con la que no sé si está contenta interiormente. Estaríamos haciendo lo mismo que conmigo. Es achicar en vez de agrandar.
–Si no logran instalar un candidato propio en provincia, ¿pueden reeditar la alianza con Francisco de Narváez?
–Con todos. Con todos los que compartimos una visión. Hay que tener abiertas las puertas con dirigentes de otros partidos para ver si se pueden constituir alianzas, si se puede convencer a personas que están desencantadas con sus proyectos, que este es un buen proyecto. A pesar de lo difícil que ha sido la relación con De Narváez –es de conocimiento público las dificultades que ha tenido esa relación– siempre creo que de los errores se aprende mucho. Yo le doy siempre la derecha a la posibilidad de que, por más que nos haya ido mal en su momento y nos hayamos frustrado con ese proyecto, podamos seguir teniendo un diálogo abierto con De Narváez. Si no se puede llegar a reconocer que acá hubo posiciones mal tomadas, es difícil que fructifique.
–¿Con De Narváez habló de su paso a provincia?
–Sí, hablé, pero hace mucho tiempo.
–¿Va a haber internas abiertas del PRO porteño o Macri va a volver a elegir a dedo?
–Voy a ser bien clara: no tengo idea de lo que voy a hacer en 2013. Lo digo de verdad. Falta mucho tiempo. Podría no ser candidata. Y si decido ser candidata y hay otros que también quieren ser, la decisión de Mauricio de que esto se resuelva en interna me parece muy sana. No importa quiénes sean los candidatos. Si decimos que somos un partido en pro de la democracia y la participación, está buenísimo que aprovechemos las PASO.
–Si fuera a ser candidata, ¿iría con Federico Pinedo?
–Para mí, si fuera a ser candidata y si Federico quisiera hacer una fórmula conmigo sería un honor. Y muy alentador. Es uno de nuestros mejores dirigentes.
–¿Todos se preguntan si se va a dar la interna “Michetti-Larreta”?
–Sí. El Boca-River. Si Horacio quiere ser candidato y yo decido ser, obviamente que se puede dar. Pero, ya te digo, no importa quiénes sean los candidatos. El tema es que el instrumento sea la interna.
–Si no fuera candidata, ¿de qué trabajaría?
–Yo toda mi vida trabajé como técnica del Estado, pero también fui consultora externa de empresas en el ámbito del comercio internacional y de ONG en cuestiones de políticas sociales. Podría volver a trabajar como consultora para empresas en comercio internacional o integración regional. O podría definir trabajar en la fundación que tengo, para hacer todos los proyectos de responsabilidad social. Y vincular a empresas para que ayuden a los más pobres. Lo que no va a pasar es que me desentienda del proyecto político.
–¿No le teme a la falta de exposición?
–No. Y abandonar la política no lo tengo pensado. Me doy cuenta de que mi vocación es ésta. No me voy a borrar. Pero bueno, tendría que comer, porque vivo de mi sueldo, y obviamente tendría un trabajo.
–¿Está convencida de que Macri llega a 2015 con un armado nacional que le permita ser presidente?
–Creo que sí, en tanto y en cuanto hagamos este esfuerzo ahora. La gran posibilidad es la elección de mediano término. Si no pasás una campaña fuerte, no sé cómo hacés. Necesitamos ese salto al conocimiento de nuestros dirigentes. Esta es la oportunidad. Si nos achicamos con los recursos que tenemos para 2013, estamos corriendo muchos riesgos.
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