El gobierno de Brasil quiere que el Banco del Sur, organismo financiero impulsado por la Unasur, esté en funcionamiento a comienzos del año que viene. Así lo manifestó el secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Economía de ese país, Carlos Márcio Cozendey. El funcionario comentó que “tanto Argentina como Venezuela tienen problemas en el acceso al mercado financiero internacional, por lo que en sus gobiernos hay interés en que avancen las discusiones” para la conformación de la institución. En el caso local, el Congreso aprobó la adhesión al Banco del Sur en septiembre de 2011, al ratificar el Convenio Constitutivo firmado por Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Ecuador, Paraguay y Bolivia en septiembre de 2009.

Más allá de la intención de Cozendey, el Parlamento de Brasil todavía no ratificó su adhesión. “Para nosotros sería bueno que avanzara en el Congreso”, admitió. El Banco tendrá sede en Caracas y subsedes en Buenos Aires y La Paz. El objetivo es financiar el desarrollo regional a partir de proyectos que impulsen la integración. Los principales aportantes de capital serán Argentina, Brasil y Venezuela con 2 mil millones de dólares en una etapa inicial. Independientemente del aporte, cada país integrante tendrá un voto en el directorio.