EL PAíS › GOBERNADORES Y MINISTROS CRITICARON Y MINIMIZARON LA MEDIDA DE FUERZA DEL MARTES
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, fue uno de los más enérgicos. Lo acompañaron varios mandatarios provinciales. “Si un paro es legitimado por el conjunto de los trabajadores no requiere de un bloqueo”, dijo el ministro Tomada.
Varios dirigentes de primera línea del kirchnerismo, desde gobernadores hasta legisladores y ministros, analizaron ayer el paro llevado a cabo por el sindicalismo opositor el martes y coincidieron en minimizar el alcance que tuvo, condenar los bloqueos callejeros y los hechos de violencia. El corifeo oficialista tuvo como abanderado al gobernador bonaerense Daniel Scioli, que antes de la huelga había tenido el apoyo explícito de Hugo Moyano ante una eventual candidatura presidencial, pero que decidió marcar distancia con el camionero y destacó “el coraje” de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y llamó “a tener una actitud de colaboración” para “defender lo que se ha logrado”. El ministro de Planificación, Julio De Vido, habló de “violencia contra el pueblo” mientras que el titular de la bancada del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, Agustín Rossi, destacó que la medida “no tuvo un nivel de acatamiento importante”.
Scioli sorprendió a muchos al ser el primer aliado importante del gobierno nacional que lo respaldó públicamente tras la huelga: “Estuve en un acto con la Presidenta en San Pedro y resalté e hice un reconocimiento a la lucha de la Presidenta por la defensa de la soberanía política, económica y cultural”, recordó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, que destacó la “responsabilidad de defender lo que hemos logrado, los avances, y trabajar para ir cumpliendo las expectativas de todos”.
En una velada alusión a los dirigentes que estuvieron detrás de la medida de fuerza, agregó: “Esperamos que estas últimas semanas del año nos lleven a todos a tener una actitud de colaboración en esto, para bien de todos. Todos tenemos una gran responsabilidad de defender lo que hemos logrado, los avances, y ahora trabajar para ir cumpliendo con las expectativas de todos”.
No fue el único cacique territorial que acudió en defensa del Ejecutivo nacional tras la jornada del martes pasado. El chaqueño Jorge Capitanich calificó como “irracional” la medida de fuerza, cuestionó “la conjunción de intereses sectoriales que pretende ir sobre la legitimidad y el consenso social de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, en tanto que el misionero Maurice Closs aseguró que la actual mandataria “es quien más cuida a los trabajadores argentinos” por lo que la huelga del martes fue “política y mezquina con los intereses de los trabajadores”. El pampeano Mario Jorge indicó que “no es momento de confrontaciones sectoriales que sólo generan incertidumbre sino de buscar juntos el bienestar de todos los argentinos, en especial de los más humildes”.
Desde Entre Ríos, Sergio Urribarri fue un paso más allá: llamó a Hugo Moyano “chirolita al servicio de Clarín y la Sociedad Rural” y lo desafió: “Si tiene otro modelo de país para ofrecerles a los argentinos que nos cuente cuál es y se presente como candidato”, dijo. “Estos dirigentes, con evidentes problemas de memoria, se juntan con lo más conservador del ruralismo y se olvidan del proceso iniciado en 2003 –agregó–, que tiene la aprobación de la gran mayoría de los argentinos y permitió que hoy tengamos el salario más elevado de América latina, duplicar nuestra clase media y ser un país mucho más equitativo.”
En tanto, el ministro de Planificación señaló que si bien “es legítimo el reclamo por el mínimo no imponible y les asiste el derecho a movilizarse, no es legítima la violencia contra el pueblo argentino”, en referencia a las escenas de vandalismo que se vieron, particularmente en el microcentro porteño. De Vido también relativizó el reclamo al explicar que “el mínimo no imponible vigente en la Argentina es el menos gravoso de la región”, mientras que su par de Trabajo, Carlos Tomada, sostuvo que “si un paro es legitimado por el conjunto de los trabajadores no requiere de un bloqueo”, por lo que “parecería más que no fue un paro de adhesión, sino de hecho.”
También se manifestaron en defensa del Gobierno el titular de la bancada kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi, que lamentó que “cada vez que la oposición organiza un acto se generan situaciones de violencia y esos hechos merecen el repudio claro de toda la sociedad”; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, para quien “estar los de La Rural junto con Moyano, Micheli, la ultraizquierda con la derecha es una mezcolansa que es coyuntural, y lo que es coyuntural no sirve”. Para el dirigente de Miles, Luis D’Elía, “el paro de Magnetto no fue contra el poder económico ni contra los patrones, fue contra los trabajadores”; mientras que el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, denunció que la intención es “generar la mayor cantidad de episodios turbulentos que enrarezcan el clima político antes del 7D”. Por último, el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, remató: “No se puede hablar del éxito o fracaso del paro, se tiene que hablar de una medida que tuvo de rehén a la ciudadanía”.
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