EL PAíS › LOS METRODELEGADOS REALIZARAN HOY PAROS EN EL SUBTE
La huelga será escalonada. Cada línea dejará de funcionar durante tres horas. Además, se liberarán los molinetes para que los pasajeros viajen gratis. La medida de fuerza fue convocada ante la decisión del gobierno porteño de privilegiar a la UTA.
› Por Laura Vales
El macrismo les declaró la guerra a los metrodelegados. Ayer, en el despacho del subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, Metrovías y la Unión Tranviarios Automotor firmaron un acuerdo paritario con una cláusula sorpresa: les descontarán compulsivamente a todos los trabajadores del subte el uno por ciento de sus sueldos como “cuota solidaria” para el sindicato cegetista, del que un alto número de empleados se desafilió para crear la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP). Como respuesta, el gremio convocó a una jornada de paros escalonados.
Las líneas dejarán de funcionar hoy por turnos de tres horas:
- La A de 11 a 14.
- La B no funcionará desde las 5 a las 8.
- La H de 8 a 11.
- La D de 14 a 17.
- La E y el Premetro paran de 17 a 20.
- La C para de 20 a 23.
Simultáneamente, los delegados levantarán los molinetes en las líneas que estén funcionando, permitiendo a los pasajeros viajar gratis.
Como era previsible, el aporte compulsivo fue leído por la Asociación Gremial como una provocación. “Es muy claro que el sindicato patronal que todavía tenemos en el subte, con el Gobierno de la Ciudad y la empresa hicieron esto para perjudicarnos abiertamente”, consideró Virginia Bouvet, de la AGTSyP.
Si a esto se agrega que el Gobierno de la Ciudad incluyó en el proyecto de ley para el traspaso un artículo para recortar el derecho a huelga, declarando al subte como un servicio público “esencial”, y fijando multas a quienes obstaculicen el funcionamiento de los trenes, el carácter político del acuerdo que le traspasará a la UTA el uno por ciento de los sueldos queda bastante claro. Es que el poder de negociación de los metrodelegados se basa en su capacidad de sostener medidas de fuerza, ya que el nuevo sindicato no tiene la personería gremial, que sigue en manos de la UTA.
¿Tenía sentido generar un nuevo conflicto sindical en el subte? Cuando esta semana el PRO mandó el proyecto de ley de traspaso a la Legislatura, los diputados de la oposición adelantaron que era un texto invotable porque avanza sobre derechos laborales adquiridos. Los más suspicaces se preguntaron incluso si Mauricio Macri está realmente dispuesto a concretar el traspaso o si buscará nuevamente un modo de no hacerse cargo. Ayer, desde el propio macrismo abonaron esta hipótesis: el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, advirtió que “si antes del 1º de enero la ley no sale en un 90 por ciento como está, el subte seguirá a cargo del gobierno nacional”. El proyecto ya tiene fecha de debate. Los jefes de bloques parlamentarios de la Legislatura acordaron que sea tratado en la sesión ordinaria del 13 de diciembre.
Hasta ayer, la paritaria parecía bien encaminada. Al igual que otros años, se venían realizando dos negociaciones simultáneas. La UTA, por contar con la personería gremial, es el sindicato habilitado a firmar acuerdos salariales; a su vez, por su representatividad, los metrodelegados son llamados también a la paritaria y es tradición que negocien cuestiones vinculadas con las condiciones laborales.
En este marco, el martes el titular de la AGTSyP, Roberto Pianelli, había evaluado que estaban “cerca” de un acuerdo. Fue una sorpresa que al entrar a la reunión de ayer en la Subsecretaría de Trabajo porteña los recibieran con el acuerdo con la UTA firmado y en él la cláusula del aporte compulsivo.
Desde un punto de vista estrictamente formal, este tipo de “cuota solidaria” no es ilegal, ya que está dentro de lo que permite la normativa laboral. Pero estos aportes compulsivos, que fueron muy usados en la década menemista, han sido reiteradamente denunciados por su carácter abusivo. La diferencia con el aporte sindical que pagan los afiliados es que la afiliación a un sindicato es de carácter voluntaria, lo que en este caso no sucede, la transferencia del uno por ciento del sueldo se realiza de manera automática sobre todos los trabajadores.
Los otros puntos que firmó la UTA tienen que ver con el salario. Establecen que el aumento correspondiente a este año será del 23 por ciento (tal como se había acordado provisionalmente en agosto), y que habrá un retroactivo a marzo. Ese retroactivo será cubierto con una suma fija de cuatro mil pesos para los trabajadores de las categorías más altas y 2500 para los de las más bajas, y pagado en tres cuotas durante el verano. Con este aumento, el sueldo más bajo –correspondiente a un peón de limpieza– pasará a ser de 7694 pesos (en bruto, es decir que sobre ese monto se deben hacer los descuentos). Los boleteros pasarán a cobrar 9282 pesos, los guardas 9809, los conductores 11.341 y los conductores especializados 11.791 pesos.
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