Mientras continúan con las medidas de fuerza por reclamos salariales, los trabajadores del subte anunciaron ayer que sumarán su propia propuesta al proyecto de ley presentado por el macrismo ante la Legislatura para el traspaso de las líneas de subterráneos a la órbita porteña. “Tiene cláusulas que son inconstitucionales, otras que son ilegales y otras que son inmorales”, señaló Enrique Rositto, dirigente del gremio de los delegados del subte, sobre el proyecto enviado por el jefe de Gobierno Mauricio Macri. Por otro lado, el ministro de Hacienda de la ciudad, Héctor Grindetti, definió que el aumento de impuestos que prevé el proyecto es “una contribución” para financiar el servicio, y volvió a descalificar a los trabajadores al señalar que no están “agremiados” como para realizar los paros iniciados la semana pasada y que hoy volverán a interrumpir el servicio (ver aparte).

El proyecto macrista “incluye condiciones que atacan el derecho a huelga de los trabajadores y también el bolsillo de los usuarios, porque plantea la creación de nuevos impuestos y aumentos de tarifas”, señaló el secretario gremial de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), Néstor Etcheto, al criticar la norma que impulsa el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. “Una comisión de compañeros del sindicato está trabajando en un proyecto vinculado al traspaso del subte a la ciudad, pero desde otra visión”, agregó el dirigente gremial, anticipando la presentación de un proyecto alternativo ante los legisladores.

La semana pasada, la Legislatura inició el debate sobre el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo de la ciudad, en el que se propone que el servicio de subterráneos finalmente quede bajo la responsabilidad del gobierno porteño, casi un año después de que Macri firmara un acuerdo en el que se comprometía a hacerlo. El debate en comisiones fue duro entre el oficialismo macrista y el kirchnerismo, que ya había anunciado el rechazo a las cláusulas “anticonstitucionales”, como la imposición de un impuesto a los combustibles y el aumento de patentes, además de “poner límites al derecho de huelga”, un punto que también rechazan legisladores de otros bloques. El macrismo suma también un conflicto con los representantes de los trabajadores del subte, al firmar con la Unión Tranviarios Automotor (el gremio rival de la Agtsyp) la paritaria, lo que derivó en un paro escalonado y la apertura de los molinetes que comenzó el jueves y continuará hoy.

“Primero analizamos la posibilidad de modificar el proyecto del PRO. Pero una vez que empezamos a desmenuzarlo vimos que era prácticamente imposible porque tiene cláusulas que son inconstitucionales, otras que son ilegales y otras que son inmorales”, señaló Rositto al explicar cómo fueron resolviendo el armado del proyecto propio.

El ministro Grindetti intentó defender la propuesta del PRO: “No es una limitación al derecho de huelga, sino un marco regulatorio, que intenta poner orden de cara a que el usuario no sea el que siempre termina perjudicado”, señaló. Agregó que se trata de “un servicio esencial y por lo tanto lo que queremos hacer es reglamentar el derecho de huelga, no limitarlo. Encima, los que hacen la huelga es gente que no está agremiada”, señaló en referencia a la Agtsyp, que fue reconocida por el Ministerio de Trabajo como entidad gremial a pesar de no contar con personería.

“No es un impuestazo sino una contribución”, señaló el titular de la cartera de Economía sobre los aspectos que propone el proyecto para financiar el servicio. Bajo la figura de “contribución”, buscan eludir al Congreso, autoridad que establece la Constitución para crear o aumentar impuestos. “De algún lugar tienen que salir los fondos para financiar el subte”, se defendió Grindetti.